El connotado proyecto de instalación de dos fábricas de celulosa en Uruguay, sobre el río del mismo nombre, ha provocado una firme oposición tanto dentro del país como entre la sociedad civil de la vecina provincia argentina de Entre Ríos, la cual está situada río de por medio, a escasos kilómetros de donde se instalarían las fábricas de la española Ence y la finlandesa Botnia.
Sectores de la población uruguaya ven con gran preocupación los impactos sociales y ambientales que acarrearía la producción de lo que sería uno de los complejos celulósicos más grandes del mundo en uno de los países más chicos (ver boletines 83 y 94 del WRM). Por su parte, los vecinos argentinos también se verían lesionados en la medida que el ambiente no sabe de fronteras y tanto la atmósfera como el río compartido corren los graves peligros de contaminación que las experiencias cercanas de Chile y Brasil dejan de manifiesto (ver boletines 83 y 91 del WRM).
En la medida que las empresas Botnia y Ence solicitaron créditos al Banco Mundial para la realización de su proyecto, el grupo uruguayo Guayubira, en el marco de una campaña de resistencia a la instalación de las referidas fábricas, promovió el envío de una carta ante dicho organismo. La Corporación Financiera Internacional, la rama del Banco encargada de los créditos a proyectos privados, recibió la carta que había circulado y firmaron cientos de organizaciones de Uruguay, Argentina y del mundo entero, en la que se reclama al Banco Mundial que no se involucre en los proyectos de Metsa Botnia y Ence y tampoco les otorgue crédito, ya que la instalación de las plantas de celulosa provocaría graves impactos ambientales y sociales que no sólo no resolverán, sino que agravarán los problemas que viven el país y su gente.
Como respuesta, el Banco Mundial envió a un equipo de evaluación de la Oficina del Ombudsman y Asesor en Materia de Observancia de la Corporación Financiera Mundial --que responde directamente ante el presidente del Banco Mundial-- para recabar información acerca del conflicto planteado.
Recientemente, la Oficina del Ombudsman del Banco Mundial confirma muchas de las preocupaciones planteadas por el Grupo Guayubira.
En un comunicado del 16 de noviembre de 2005 el grupo anuncia:
“La Oficina del Ombudsman del Banco Mundial acaba de confirmar la relevancia de muchos de los planteos que ha venido haciendo el Grupo Guayubira desde tiempo atrás. Mientras tanto el gobierno anterior como el actual afirmaban que todo estaba bien, que se habían hecho todos los estudios, que todo estaba bajo control, ahora es esta oficina asesora del Banco Mundial quien dice que ello no es así.
En su momento Guayubira cuestionó duramente las Evaluaciones de Impacto Ambiental llevadas a cabo por las empresas Ence y Botnia. Sin embargo, la DINAMA terminó aprobándolas rápidamente. ¿Qué dice el informe de la oficina del Ombudsman (CAO) del Banco Mundial? Dice textualmente que, ‘Basada en sus propias revisiones, la CAO encuentra que las EIAs para las plantas de celulosa no abordan adecuadamente las preocupaciones de las personas potencialmente afectadas. En particular:
- las EIAs no proporcionan suficiente evidencia de se hayan atendido las preocupaciones relacionadas con impactos potenciales en el turismo y la agricultura;
- existe muy poca evidencia en las EIAs de que se haya consultado a empresas o individuos potencialmente impactados (tales como operadores de turismo, pescadores) especialmente en Argentina;
- las EIAs no toman en consideración impactos acumulativos más amplios a más de las emisiones ambientales, tales como las consecuencias sociales y ambientales sobre la tenencia de la tierra y la equidad social como resultado de que las dos plantas impulsen el desarrollo de grandes plantaciones de eucalipto en Uruguay’.
Resulta hasta triste constatar que la CAO sea capaz de percibir los impactos sociales y ambientales de la forestación y de vincular su expansión con los proyectos de plantas de celulosa y que tal problemática nunca haya sido evaluada y reconocida por nuestros gobiernos. Es más, el informe de la CAO agrega la necesidad de estudiar los ‘Impactos potenciales de las plantaciones de eucalipto … en la disponibilidad del agua’, sumándose también en esto a los planteos de Guayubira sobre los impactos de la forestación.
En base a todas las omisiones constatadas por la CAO, el informe plantea la necesidad de:
a. ‘Evaluar la tecnología y emisiones proyectadas de estos proyectos’ y que ‘Se debería demostrar que la Mejor Tecnología Disponible se está aplicando en ambos proyectos;
b. Evaluar los potenciales receptores de los impactos tanto en Argentina como en Uruguay. Específicamente debería identificar:
i. Impactos potenciales de emisión de agua en la calidad de agua y en las comunidades locales así como en las comunidades de pesca turística;
ii. Impactos potenciales de las emisiones al aire en la productividad agrícola;
iii. Impactos potenciales de las plantaciones de eucalipto en la equidad de la tenencia de la tierra así como en la disponibilidad del agua;
c. Definitivamente abordar la cuestión de si el turismo y las plantas de celulosa son compatibles dadas las propuestas vigentes;
d. Evaluar si es o no posible diseñar medidas de mitigación apropiadas, teniendo en cuenta la adecuación de los procesos regulatorios existentes para manejar los posibles impactos transfronterizos’.
En resumidas cuentas, lo que la Oficina del Ombudsman del Banco Mundial está diciendo es que las Evaluaciones de Impacto Ambiental fueron totalmente insuficientes y que por ende han fallado los mecanismos de control del estado aún antes de que las plantas hayan entrado en funcionamiento. Al mismo tiempo, el informe también está señalando una serie de impactos sociales y ambientales que ocurrirán, tanto por la expansión de los monocultivos de árboles como por el proceso industrial de producción de celulosa. Estos puntos coinciden con lo que el Grupo Guayubira ha venido planteando en distintos ámbitos. ¿Se seguirá insistiendo en que estas plantas no contaminarán?”
Artículo basado en información obtenida de: “Comunicado de prensa – 16 de noviembre de 2005, Banco Mundial y plantas de celulosa: se confirman impactos”, Grupo Guayubira, correo electrónico: info@guayubira.org.uy, http://www.guayubira.org.uy