Uruguay: un ejemplo de la “experticia” de la FAO en bosques

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Muchos describen a la FAO como el organismo experto en bosques. Un solo ejemplo bastará para cuestionar la supuesta experticia de la FAO. La página web de la organización incluye un área de “perfil de país” que contiene información básica sobre los recursos forestales de los países, y recomendaríamos a todos que comparen lo que dice la FAO con lo que saben sobre su propio país. En el caso de Uruguay, la FAO afirma:

"Uruguay está levemente forestado, con una cubierta boscosa de aproximadamente 6 por ciento. El país se compone principalmente de una gran planicie ondulada que se eleva hasta una cadena montañosa baja, las serranías, en el tercio oriental del país. La vegetación natural es básicamente de pasturas, aunque casi el 90 por ciento de la tierra está dedicada a algún tipo de actividad agrícola. Los bosques naturales del país son predominantemente bosques de matorral de clima templado cálido, tipificados por el Bosque de Parque y el Bosque Serrano. La especie Prosopis spp. es más común en bosques más abiertos. Existen asociaciones de palmas y árboles latifoliados en las regiones sudeste y norte-centro. Las especies comerciales incluyen el urunday (Astronium fraxinifolium) y el lapacho (Tabebuia serratifolia). También existen zonas más reducidas de bosques ribereños y de humedales pantanos y de bosques mixtos de coníferas. Alrededor del 40 por ciento del área forestal del Uruguay se compone de plantaciones de árboles. Los eucaliptos (82%) y pinos (17%) son los principales géneros utilizados para plantación. Uruguay tiene una pequeña área de bosque protegidos."

El resumen previo contiene varios errores graves, entre los que quisiéramos destacar los siguientes:

- Las dos especies comerciales mencionadas, el urunday (Astronium fraxinifolium) y el lapacho (Tabebuia serratifolia), ni siquiera existen en el país.

- El tipo de bosque predominante en el país no es ni el Bosque de Parque ni el Bosque Serrano. La mayoría de los bosques son ribereños (Bosque ribereño), que acompañan la mayor parte de los numerosos cursos de agua que cruzan el país en todas direcciones. La FAO no menciona otros dos tipos de bosques: Bosque de quebrada y Bosque de Arenales (bosques asociados a dunas de arena).

- La FAO afirma que “la especie Prosopis spp. es más común en bosques más abiertos”. Los Prosopis son de hecho los componentes más importantes del Bosque de Parque, una asociación de tipo sabana (un “bosque más abierto”) que existe en el oeste del país a lo largo del río Uruguay y sus afluentes.

- Los "bosques mixtos de coníferas" ni siquiera existen. No hay especies coníferas nativas de Uruguay. Lo que la FAO describe como tales son invasiones de Pinus pinaster y Acacia longifolia no nativas (y otras especies exóticas), resultantes de plantaciones anteriores dirigidas a contener el movimiento de las dunas de arena costeras.

- La FAO afirma que “Existen asociaciones de palmas y árboles latifoliados en las regiones sudeste y norte-centro”. Esas asociaciones probablemente existieron en el pasado. Pero en la actualidad se componen casi exclusivamente de una especie de palmera en la región sudeste (la Butia capitata) y de otra especie de palmera en la región noroeste (la Butia yatay), ambas en peligro de extinción debido a la cría de ganado.

- Como es habitual, la definición de bosques de la FAO (que incorrectamente incluye como tales a las plantaciones de árboles) confunde el tema de “cubierta boscosa”. Uruguay tiene un 3% de cubierta boscosa (más de 600.000 hectáreas) y cerca de 500.000 hectáreas de plantaciones de eucalipto y pino en régimen de monocultivo. Se estima que por lo menos el 6% del país estuvo en el pasado cubierto por bosques. Las cifras de la FAO ocultan entonces que la mitad de los bosques del país fueron eliminados, mientras que la mayoría de las plantaciones se instrumentaron en el predominante ecosistema de pradera, donde nunca existieron bosques.

Si el caso de Uruguay se pudiera generalizar, lo anterior estaría indicando claramente que la FAO no es tan experta como se ha hecho creer a la opinión pública.