Malasia es uno de los principales productores y exportadores mundiales de madera tropical. Es sede de una serie de grandes compañías madereras trasnacionales, incluida Rimbunan Hijau, un conglomerado mundial de compañías, controlado por la familia Tiong, de Sarawak en Malasia.
Greenpeace publicó un informe sobre Rimbunan Hijau (RH) en febrero de este año (disponible en: http://www.greenpeace.org/international_en/reports/ex-summary?item_id=398660&language_id=en ), subrayando las actividades corruptas y destructivas de la firma malaya, que además de ser un poderoso actor industrial en Malasia y Guinea Ecuatorial, domina la industria maderera de Papua Nueva Guinea y también posee importantes intereses forestales en Gabón, Indonesia, Vanuatu, Nueva Zelanda y Rusia. La madera que extrae la empresa se comercializa en todo el globo, sin mayor preocupación por el daño ambiental, la miseria y el sufrimiento que causa en los países productores.
Según este informe, la producción malaya de la compañía proviene de Sarawak, donde se estima que RH tiene unas 800.000 hectáreas de bosque de producción, que afectan particularmente al pueblo Penan, un pueblo de los bosques semi-nómade, que habita este bosque desde hace miles de años.
Los penan han luchado por su vida contra la el madereo durante años (ver boletines 35, 41, 58 y 75 del WRM), realizando protestas y barricadas. En 2002, documentaron los abusos sufridos a manos de la industria maderera en la Declaración de Long Sayan. ( http://www.earthisland.org/borneo/news/articles/020616article.html ).
“Nuestro bosque y nuestra tierra nos han abastecido de abundantes recursos y nos han provisto de fuentes de ingresos, también han moldeado nuestra cultura, creencias y costumbres. Por este motivo, destruir el bosque tiene el mismo impacto que destruir nuestra comunidad” explica la Declaración de Long Sayan.
Los pueblos indígenas en Sarawak han presentado muchas quejas a las autoridades por problemas relacionados con el madereo y los derechos a la tierra, pero esos reclamos han sido constantemente ignorados. Mientras tanto, la industria maderera sigue obteniendo enormes ganancias de la venta de los recursos madereros que extraen impunemente de sus tierras ancestrales.
En respuesta al informe, Greenpeace Internacional recibió una carta de los abogados de RH, donde amenazan con demandar a la organización. La carta incluye una exigencia de que se ofrezcan disculpas a RH por la publicación del informe : “Los Intocables – El mundo de delito forestal y patrocinio político de Rimbunan Hijau”. RH también exige que Greenpeace retire el informe del dominio público, y que se les suministre la lista de quienes lo recibieron.
No es necesario decir que Greenpeace Internacional se ha negado a cumplir con estas exigencias. “RH espera que la amenaza de litigio silencie a sus críticos. Pero Greenpeace no retrocederá, ni nos retractaremos de las denuncias que hemos hecho. Estamos confiados de que nuestro informe será respaldado por la corte”, declaró Jasper Teulings, principal asesor legal de Greenpeace Internacional.
La impunidad y la conducta de matonismo, son características en las corporaciones mundiales, sean éstas madereras, mineras, “de represas” o petroleras –y la lista sigue. Todas comparten la misma codicia por el lucro, la misma indiferencia frente a la gente y al medio ambiente. La misma falta de futuro.
En el bando opuesto, la humanidad humanitaria esparce las semillas de la resistencia.
Artículo basado en información obtenida de: “World's largest forest destroyer takes on environmentalists”, comunicado de prensa de Greenpeace, http://www.greenpeace.org/international_en/press/release?item_id=58817