Firma en solidaridad con un líder comunitario detenido en Costa de Marfil

Firma esta carta en solidaridad con Vincent Djiropo, líder comunitario del pueblo Winnin, detenido en San Pedro, región del Bas-Sassandra, Costa de Marfil, el 14 de diciembre de 2024, por defender los bosques donde vive su comunidad.

Desde la publicación de esta carta, el 15 de diciembre de 2024, Vincent fue trasladado a una cárcel y otras 19 personas implicadas en la lucha han sido arrestadas.

Llamamos con urgencia a que las autoridades aseguren la liberación inmediata de Vincent Djiropo, de Dominique Mensah y de los 18 jóvenes arrestados después de haber exigido la liberación de Djiropo.

 
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(Lea debajo la carta completa con la lista de firmantes hasta el momento)

 

 

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                                                                   Vincent Djiropo
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Segunda manifestación por la liberación de Vincent Djiropo, el 18 de diciembre.

 

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La policía durante la manifestación por la liberacíón de Vicent Djiropo, el 18 de diciembre.

 

 

15 de diciembre de 2024

Al Señor Ousmane Coulibaly
Prefecto de región
Prefecto del departamento de San Pedro

De nuestra consideración:

Le escribimos para expresar nuestra preocupación respecto a la detención del Sr. Vincent Djiropo, el cual es un líder comunitario muy respetado, comprometido en contra de la privatización del bosque de Monogaga y defensor de las tierras ancestrales de su pueblo. Está detenido desde el sábado 14 de diciembre por la policía de San Pedro.

Nos informaron que el Sr. Djiropo está detenido porque se opone a la privatización del bosque de Monogaga, donde el Ministerio de Aguas y Bosques ha otorgado una concesión a la Fundación Roots Wild. Este bosque es vital para las comunidades locales que viven y dependen de él desde hace más de seis siglos. Estas comunidades resisten al acaparamiento de tierras que amenaza sus medios de vida, su cultura y el bosque de sus antepasados.

Los informes muestran que Djiropo ya había recibido numerosas amenazas e intimidaciones vinculadas a su compromiso con su pueblo. Su detención subraya las graves preocupaciones que remiten a la criminalización de los defensores de la tierra en la región.

Llamamos a usted y todas las autoridades marfileñas a liberar inmediatamente a Vincent Djiropo y a garantizar la seguridad y los derechos de todas las personas que defienden sus tierras ancestrales. Su detención representa una grave violación de los derechos humanos y del derecho a la libertad de expresión.

Seguimos trabajando en solidaridad con las comunidades y organizaciones de toda la región que defienden sus tierras, y seguiremos vigilando de cerca la situación de Vincent Djiropo. Pedimos a las autoridades que tomen medidas inmediatas para remediar esta injusticia y poner en libertad a Vincent Djiropo.

Esperamos una respuesta urgente.

Atentamente,

Firmantes hasta el 19 de diciembre de 2024:
- Rettet den Regenwald, Allemagne
- Nature Cameroun  
- Synaparcam, Cameroun
- RADD, Cameroun
- Struggle to Economize Future Environment (SEFE), Mundemba, Cameroun
- IFI Minitoring Group,  Cameroun
- CNOP, Congo
- Amnesty International Cote d’Ivoire
- CPPH, Cote d’Ivoire
- REFEB, Cote d’Ivoire
- JVE Côte d'Ivoire
- Collectif ADIAKE, Cote d’Ivoire
- Mission des Consciences Citoyennes (Micoci), Cote d’Ivoire
- Mouvement Code 91, Cote d’Ivoire
- NoVox, Côte d'Ivoire
- Ong Actes-De-Vie, Côte d'Ivoire
- ONG Wonsminka Logoualé, Cote d’Ivoire
- REFEB, Côte d'Ivoire
- Réseau Africain des Jeunes sur les Zones Humides (RAJEZOH)
- Youth Volunteer for Environmental (YVE), Ghana   
- Association Gulusenu du village Doubou, Gabon
- Association les Rassembleurs du Village Mboukou, Gabon
- Collectif des Ressortissants et Écologistes des Plateaux Bateke, Gabon
- Coopérative pikile Mossi de Bemboudie, Gabon
- Herbier Nationale, Gabon
- JVE Gabon
- Membres de la communauté du Gabon   
- Musiru Divag de Fougamou Gabon
- Muyissi Environnement, Gabon
- Federasi Serikat Buruh Karya Utama, Indonesia
- Forum Buruh Lintas Perkebunan Kalimantan Tengah, Indonesia
- Konfederasi Serikat Nasional, Indonesia
- Link-AR Borneo, Indonesia
- Partai Rakyat Pekerja, Indonesia
- Transnational Palm Oil Labour Solidarity Network (TPOLS), Indonesia
- Institute of sustainable Agriculture, Grand Bassa county, Jogba clan, Libéria
- Joegba United Women Empowerment and Development Organization (JUWEDO), Libéria
- Research and Support Center for Development Alternati es - Indian Ocean (RSCDA – IO), Madagascar
- Kandili, Nigeria
- Look Green, Care Foundation, Nigeria
- RECOWA, Nigeria
- Alliance Uganda Chapter
- Witness Radio, Ouganda
- Komolo Agro Farmers Association Kiryandongo, Ouganda  
- Ndagize julius, East African, Ouganda
- Confédération Paysanne du Congo - Principal Regroupement Paysan (COPACO-PRP), République démocratique du Congo
- Solidarité pour les Peuples Autochtones du Bassin du Congo (SPABC), République démocratique du Congo
- Conscience Environnementale, Sénégal
- Advocacy for Human Rights and Justice-Sierra Leone (ADHRJUST-SL), Sierra Leone
- Community Action for Human Rights and Development, Sierra Leone      
- Women’s Network Against Rural Plantations Injustice (WoNARPI), Sierra Leone
- Maloa, Sierra Leone
- MVIWATA, Tanzania
- EPER (Entraide Protestante Suisse), Suisse
- ATTAC Togo, Togo
- GRAIN, International
- Mouvement Mondial pour les Forêts Tropicales (WRM), International
- DJOTAN YÉWOUÈDA, Bénin (individuel)
- Zinsou Aya, Bénin (individuel)
- ZOUNDJIHÉKPON G. Jeanne, Bénin (individuel)
- SUY KAHOFI, Côte d'Ivoire (individuel)
- Lethicia GNADA, Côte d'Ivoire (individuel)
- Totouom Bertin, Medicin, Gabon
- Yassine Bernadin NGOUMBA, Congo Brazzaville (individuel)
- Chrispine Mumba, Zambia (individuel)
- Mara Coppens, Belgique (individuel)
- Aka Jean Paul, Côte d'Ivoire (individuel)
- Comen Jules, Gabon (individuel)
- Pascale Ako, Gabon (individuel)
- TCHIKAYA Hans Teddy, Gabon (individuel)
- Célio Leocadio, Brésil (individuel)
- Oliver Pye, Allemagne (individuel)
- Moutsinga Melisa, Gabon (individuel)

 

La apropiación corporativa de la lucha de las mujeres: maquillaje violeta en las acciones de las grandes ONG

Hay cada vez más mujeres en el mundo que se identifican como feministas. El crecimiento del feminismo en los últimos años se ha visto acompañado de una captura del movimiento por parte del capitalismo. Asimismo, hay cada vez más empresas y organizaciones transnacionales como The Nature Conservancy (TNC), Conservation International (CI) y World Wide Fund for Nature (WWF) que incorporan en sus acciones el discurso del “empoderamiento” individual de las mujeres y diversidades sexuales.

Esas organizaciones se presentan como actores que mejoran las condiciones de vida de las mujeres, dándoles más oportunidades y visibilidad. De este modo, vinculan la libertad de las mujeres a la ocupación de posiciones de poder dentro de la lógica capitalista. El feminismo popular tiene como premisa que no se alcanzará la plena emancipación de las mujeres en una sociedad en la que una minoría capitalista se apropia del trabajo de la mayoría de la población, en la que los intereses privados se apropian de los territorios de uso colectivo y en la que una gran parte de la población sufre una explotación estructural. Para que sea realmente una herramienta para la emancipación de las mujeres, el feminismo debe ser anticapitalista, antirracista y anticolonial. Creemos en un feminismo que apuesta por la autoorganización popular y construye alianzas con otros sujetos en lucha, caminando juntos hacia un horizonte de transformación.

El capitalismo “de colores” de las ONG y empresas transnacionales, en cambio, no ofrece respuestas reales al problema de la explotación de las mujeres y los pueblos de todo el mundo, sino que sigue intensificando la explotación del trabajo y la incorporación de la naturaleza a su proceso de acumulación. Incluso aumentan sus ganancias basándose en la explotación del trabajo informal femenino. Este proceso de apropiación del feminismo se conoce como “maquillaje o lavado violeta” (purplewashing en inglés): una estrategia que sirve para mejorar la imagen de las empresas ante la opinión pública y, a la vez, impulsar un proceso de mercantilización y neutralización de la crítica feminista al sistema.

Bajo ese “neoliberalismo multicultural con ‘rostro humano’”, los Estados y las agencias internacionales recurren a organizaciones feministas profesionales para incorporar la dimensión de género en sus programas (1). De este proceso surgen, por ejemplo, las “políticas de igualdad de género”, plasmadas en documentos que disponen todas las grandes organizaciones conservacionistas, llenos de buenas intenciones pero vacíos de compromiso político real. Se trata de una forma hábil de despolitizar los conflictos y reducir la crítica al capitalismo patriarcal a un simple cuestionamiento del “machismo” en la conducta individual dentro de las organizaciones, suprimiendo el carácter sistémico de la opresión (2). Según esta lógica, la (falsa) solución a la desigualdad de género está en el mercado, a través de sus proyectos “sociales”. Es decir, las inversiones en “programas de género” pretenden, como siempre, impactar positivamente en los resultados económicos de las empresas, al limpiar su imagen (3).

Un ejemplo de ello es el caso de la petrolera Chevron, una de las empresas que más vulneran los derechos de los pueblos indígenas en todo el mundo, y que se asoció a un fondo feminista brasileño, el fondo ELAS, para desarrollar proyectos de emprendedurismo económico para mujeres de comunidades locales (4). La financiación de acciones feministas por las corporaciones es una trampa. Son estrategias que refuerzan dos tipos de discursos engañosos. El primero consiste en que no hay alternativa fuera de la lógica empresarial, y que actuar estratégicamente en sociedad con las empresas podría cambiar su conducta. El segundo defiende que es mejor que esas empresas inviertan en programas destinados a fomentar la presencia de mujeres en puestos de liderazgo que seguir actuando bajo la lógica del liderazgo masculino.

Son razonamientos que encierran cierta esperanza respecto a la actuación de las empresas y las grandes organizaciones transnacionales. Sin embargo, ante las violaciones sistemáticas de los derechos de las comunidades en todo el mundo, no hay lugar para la ingenuidad respecto a las acciones de esos actores. La aspiración a aumentar la autonomía de las mujeres y las comunidades sobre sus cuerpos y territorios es desde siempre incompatible con la lógica intrínseca de cualquier corporación capitalista, que es la de buscar continuamente aumentar su control sobre los “recursos naturales” y el trabajo de los demás.

Las “políticas de género” de las grandes ONG

En ediciones anteriores del boletín del WRM ya se señaló que, en la práctica, las grandes ONG conservacionistas se comportan como empresas (5). Lo mismo ocurre en términos de lavado violeta. Al igual que las empresas transnacionales, las grandes organizaciones no gubernamentales apuestan cada vez más por vender al mundo una imagen feminista.

Esta tendencia puede observarse en grandes ONG conservacionistas como The Nature Conservancy (TNC), Conservation International (CI) y World Wide Fund for Nature (WWF). También se produce en organizaciones más pequeñas, como Solidaridad.

Todas esas organizaciones tienen sus propias “políticas de género”, documentos en los que recogen sus supuestos compromisos con la igualdad entre hombres y mujeres. Conservation International, por ejemplo, afirma que construye la igualdad de género al destinar los beneficios de sus proyectos por igual a hombres y mujeres, aumentar el acceso de las mujeres a los recursos y su control sobre ellos, y promover su acceso a puestos de liderazgo. En uno los estudios publicados por tal organización, dedicado a su actuación en un área protegida de Filipinas, se afirma que “las iniciativas de conservación no están suficientemente dedicadas a garantizar los derechos de las mujeres a participar en los programas, políticas y proyectos de conservación y a beneficiarse de ellos”. (6) También fue la responsable por la creación de un programa para apoyar a lideresas indígenas de los países amazónicos, con el objetivo de “promover las ideas y acciones de las mujeres indígenas para conservar la Amazonía y mantener la estabilidad climática.” (7)

Sin embargo, cuando analizamos la actuación de Conservation International en los territorios en que está presente, vemos que su conducta no está dirigida a fortalecer a las comunidades respetando sus prácticas y conocimientos. La Asociación de Pueblos Amerindios (APA) ya la denunció por no respetar los derechos territoriales de los pueblos indígenas de Guyana al participar en la creación de un área protegida en el sur del país sin que se garantizara el derecho a consulta a los pueblos de la región. (8) Un caso más reciente, en Perú, demuestra que un proyecto presentado por Conservation International como un caso de éxito provocó desalojos forzosos, la destrucción de decenas de hogares (la mayor parte en el Día de la Madre) y de medios de subsistencia, entre otros impactos en las comunidades. (9) ¿Cómo es posible apoyar a organizaciones locales de mujeres y emprender acciones ‘feministas’ sin respetar la autodeterminación de los pueblos sobre su territorio?

Otro ejemplo: The Nature Conservancy presentó su iniciativa “Mujeres en el clima”, cuyo objetivo es sumar a mujeres líderes a los esfuerzos contra el cambio climático (10). La página web de la iniciativa comienza con un discurso sobre la importancia de la participación política de las mujeres y la inclusión de mujeres de todas las orientaciones sexuales, con lo que afirma tener una postura ‘feminista’. Sin embargo, al llegar al plan estratégico del programa, vemos que la perspectiva es la misma de siempre: hacer negocios a partir de los objetivos de la Agenda 2030 –un gran fracaso del sistema de las Naciones Unidas (11)– y reforzar la importancia de las llamadas soluciones basadas en la naturaleza, una nueva forma de referirse a la mercantilización y financiarización de la naturaleza y los bienes comunes. (12) 

Las ONG llegan incluso a poner en práctica el maquillaje violeta en el sector del agronegocio. Es el caso, por ejemplo, de un proyecto de la ONG neerlandesa Solidaridad, que trabaja para garantizar la trazabilidad y la producción baja en carbono de la soja en Brasil. También se preocupa por garantizar la "participación femenina" en el agronegocio.

Una de las iniciativas apoyadas por Solidaridad es la de la hacienda Laruna, de la productora rural Claudia Liciane Sulzbach, en la localidad de Balsas, municipio del estado de Maranhão, que cuenta con un área de producción de 1.100 hectáreas dedicadas al cultivo de granos: soja, maíz y frijol. En una entrevista, su dueña afirmó que le importan mucho las “buenas prácticas” de producción, la certificación socioambiental, así como la afirmación de la “fuerza de las mujeres en el agro”. Este es un ejemplo muy expresivo de la combinación del “maquillaje verde” (greenwashing) del agronegocio con el “maquillaje violeta”, que supuestamente impulsa el “empoderamiento de las mujeres”. No se trata de una iniciativa aislada, teniendo en cuenta que en Brasil se celebra anualmente el “Congreso Nacional de Mujeres en el Agronegocio”, en el que se destacan historias de emprendedoras como Cláudia.

En la práctica, sabemos que la producción de soja es una de las principales causas de los conflictos socioambientales en Maranhão, y que la producción de soja “sostenible” y baja en carbono no es más que un cuento de hadas. (13) Ese tipo de agricultura “climáticamente inteligente” perpetúa las mismas injusticias que el agronegocio “clásico”, pues sostiene la injusta distribución de la tierra en Brasil, las desigualdades socioeconómicas y el poder de las empresas transnacionales.

La experiencia de las mujeres que se destacan en el agronegocio son grandes excepciones y no tienen nada que ver con la experiencia de las millones de mujeres campesinas, trabajadoras rurales, en su mayoría mujeres negras, que no tienen acceso a la tierra y luchan incesantemente por este derecho y contra los monocultivos de soja del agronegocio. (14)

Mientras las mujeres “destacadas” en el agro se promueven gracias a esas iniciativas, la inmensa mayoría de las mujeres siguen sufriendo los impactos de la destrucción de la naturaleza y la explotación laboral en los territorios. O, como dice Tica Moreno, las acciones de las empresas: “se dirigen a romper el ‘techo de cristal’, mientras que la gran mayoría de las mujeres se mantienen cada vez más atrapadas en pisos pegajosos que se parecen más a arenas movedizas”. (15)

Natália Lobo – Sempreviva Organização Feminista (SOF) 


(1) ALVAREZ, Sonia. Neoliberalismos e as trajetórias do feminismo latino-americano. In: MORENO, Renata (Org.). Feminismo, economia e política: debates para a construção da igualdade e autonomia das mulheres. São Paulo: SOF, 2014. Disponible en español aquí. https://www.alainet.org/es/articulo/80502 
(2) FARIA, Nalu.—. Desafios feministas frente à ofensiva neoliberal. Caderno Sempreviva. São Paulo: SOF, 2019.    Disponible en español aquí. https://www.sof.org.br/resistir-y-transformar-claves-feministas-para-la-lucha-anticapitalista/ 
(3) MILLER, Julia; ARUTYUNOVA, Angelika; CLARK, Cindy. Actores nuevos, dinero nuevo, diálogos nuevos – un mapeo de las iniciativas recientes para las mujeres y las niñas. Toronto, Awid, 2013.
(4) Idem
(1) ALVAREZ, Sonia. Neoliberalismos e as trajetórias do feminismo latino-americano. In: MORENO, Renata (ed.). Feminismo, economia e política: debates para a construção da igualdade e autonomia das  mulheres. São Paulo: SOF, 2014.
(2) FARIA, Nalu. Desafios feministas frente à ofensiva neoliberal. Caderno Sempreviva. São Paulo: SOF, 2019.    
(3) MILLER, Julia; ARUTYUNOVA, Angelika; CLARK, Cindy. Actores nuevos, dinero nuevo, diálogos nuevos – un mapeo de las iniciativas recientes para las mujeres y las niñas. Toronto, Awid, 2013.
(4) Idem
(5) https://www.wrm.org.uy/pt/artigos-do-boletim/alem-das-florestas-ongs-conservacionistas-se-transformam-em-empresas
(6) https://www.conservation.org/docs/default-source/publication-pdfs/tabangay-westerman---policy-matters-issue-20.pdf?sfvrsn=1c03f4f4_3
(7) https://www.conservation.org/about/fellowships/women-fellowship-opportunity-for-indigenous-women-leaders-in-environmental-solutions-in-the-amazon
(8) https://www.wrm.org.uy/pt/node/13339
(9) https://www.theguardian.com/environment/2023/jan/18/forest-communities-alto-mayo-peru-carbon-offsetting-aoe
(10) https://www.nature.org/en-us/what-we-do/our-priorities/tackle-climate-change/climate-change-stories/women-on-climate/
(11) https://www.wrm.org.uy/pt/artigos-do-boletim/a-agenda-das-grandes-ongs-de-conservacao-em-tempos-de-crise
(12) https://www.wrm.org.uy/pt/declaracoes/declaracao-nao-as-solucoes-baseadas-na-natureza
(13) https://www.brasildefato.com.br/2023/12/06/soja-sustentavel-avanca-no-maranhao-para-pesquisadores-conceito-e-conto-de-fadas
(14) https://www.miqcb.org/post/empres%C3%A1rios-da-soja-usam-corrent%C3%A3o-para-desmatar-territ%C3%B3rio-quilombola-no-cerrado-maranhense
(15) MORENO, Tica. Trampas del poder corporativo: maquillaje violeta y
mercantilización de las luchas.  In: MORENO, Renata (org.). Crítica feminista al poder corporativo. São Paulo, Sof Sempreviva Organização Feminista, 2020. p. 135-157. https://www.sof.org.br/critica-feminista-poder-corporativo/ 

Cómo REDD jurisdiccional en Indonesia amenaza los bosques y beneficia a las ONG: el caso de Kalimantan Oriental

Las grandes ONG conservacionistas han desempeñado un papel fundamental para convertir el programa REDD (Reducción de las emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los bosques) en la política forestal dominante en todo el mundo. Este mecanismo se introdujo en 2007, y la primera ola de proyectos y programas REDD se implementó entre 2008 y 2013. Entre los promotores de los proyectos REDD se encuentran estas grandes ONG, que se benefician recibiendo millones de dólares para ‘proyectos piloto’ y ‘capacitaciones’, así como de la venta de créditos en el mercado de carbono.

La evidencia de las últimas dos décadas ha confirmado que las primeras advertencias sobre la compensación de carbono en general, y sobre REDD en particular, han resultado ser ciertas. Los proyectos REDD han fracasado completamente en su objetivo de reducir la deforestación y, por lo tanto, tampoco han logrado mitigar el cambio climático (2). Y, sin embargo, desde 2020, cuando entró en vigor el Acuerdo de París, está en marcha una segunda ola más grande de proyectos y programas de carbono forestal.

Los programas REDD subnacionales y nacionales han recibido menos atención que los proyectos REDD privados. Estos proyectos se denominan “REDD jurisdiccional” o “REDD gubernamental”, y abarcan toda una provincia o un país entero. El Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF, por su sigla en inglés), del Banco Mundial, es uno de los principales promotores de REDD jurisdiccional. Su objetivo es ayudar a los países del Sur global a prepararse para recibir pagos REDD a través de un Fondo de Preparación, y luego recompensarlos por reducir la deforestación con los llamados “pagos basados en resultados” a través de un Fondo de Carbono.

Desde su lanzamiento en 2008, el FCPF ha tenido dificultades para desembolsar los fondos y mostrar resultados. Además, en los lugares donde el FCPF ha desembolsado dinero, han surgido muchos problemas. En la República Democrática del Congo, por ejemplo, el FCPF apoyó el Programa REDD+ PIREDD/Plateaux, en la provincia de Mai-Ndombe. Este programa dirigido por el WWF restringió el uso de la tierra por parte de las comunidades y provocó conflictos (3). También surgieron problemas en otro programa REDD jurisdiccional en la provincia de Zambezia, en Mozambique, donde el FCPF fracasó por completo en la consecución de su principal objetivo: detener la deforestación (4).

Y, sin embargo, grandes ONG conservacionistas como TNC se refieren al FCPF como un “éxito” (5). Sin duda una razón de peso es el papel clave que desempeñan en dichos programas. Ése es el caso del programa REDD jurisdiccional de Kalimantan Oriental apoyado por el FCPF, que es el foco de este artículo. Dicho programa fue aprobado en 2019 por el Banco Mundial y se ha ejecutado desde 2019 hasta 2024. Abarca toda la provincia de Kalimantan Oriental, Indonesia. Cuando en este artículo se menciona “documentación del programa”, se hace referencia al programa REDD jurisdiccional de Kalimantan Oriental (6).

El papel protagónico de las ONG representa un conflicto de intereses

Según la documentación del programa, el gobierno indonesio inicialmente pretendía implementar el programa REDD jurisdiccional del FCPF en Indonesia en siete distritos, ubicados en cuatro provincias diferentes con deforestación generalizada: Jambi, Sulawesi Central, Kalimantan Central y Kalimantan Oriental. Dos de estos siete distritos, Berau y Kutai Occidental, están ubicados en Kalimantan Oriental.

Desde 2008, TNC y WWF han participado en actividades relacionadas con REDD en Berau y Kutai Occidental. La documentación del programa afirma que TNC y WWF tienen un “papel clave” como “socios de implementación”, y afirma que la experiencia de estas dos organizaciones ofrece “oportunidades” para un programa más grande en el futuro. El Programa de Carbono Forestal de Berau, establecido por TNC, se menciona como “el primer programa REDD+ en Indonesia que abarca una jurisdicción política completa”, lo que le permite “generar guías para los programas nacionales REDD+”.

La documentación del programa también señala que un criterio importante para recibir fondos del FCPF es la necesidad de fondos adicionales de otros donantes. Mientras que los otros distritos –que formaban parte de la propuesta original– no lograron recaudar estos fondos adicionales, TNC aseguró US$ 50 millones para Berau, mientras que WWF y sus socios aseguraron “hasta US$ 82,5 millones” en Kutai occidental (7).

No se explicó por qué se tomó la decisión de canalizar todos los fondos del FCPF –US$ 110 millones– a Kalimantan oriental y no a las otras provincias. Pero sigue existiendo la fuerte impresión de que tanto TNC como WWF tuvieron una influencia significativa, lo que revela los conflictos de intereses en juego. Por ejemplo, ambas ONG prepararon el terreno con sus actividades en Berau y Kutai occidental; TNC fue uno de los miembros fundadores y donantes del FCPF y desarrolló la idea del FCPF junto con el Banco Mundial (8); y WWF participó en la elaboración de la documentación del programa, que debería haber sido responsabilidad del gobierno indonesio (9). Existen otros ejemplos de cómo estas ONG ejercieron su influencia, que revelan los arraigados conflictos de intereses (10).

En noviembre de 2022, el gobierno de Indonesia recibió el primer pago anticipado del Banco Mundial de US$ 20,9 millones, equivalentes a IDR 320.000 millones (11). Según una carta del gobierno provincial sobre la distribución del dinero, las “instituciones intermediarias” (ONGs, o lembaga perantara en indonesio) recibirán hasta IDR 3.190.914.000 en los llamados Pagos por desempeño e IDR 19.502.000.000 en Pagos de recompensa. Estos pagos ascienden a IDR 22.692.914.000, o US$ 1,482 millones, aproximadamente el 7 por ciento del pago inicial total de US$ 20,9 millones. Un tercio de este dinero se destina a “honorarios de gestión” y dos tercios a costos de “programas/actividades” (12). Si se toma en cuenta el monto total aprobado de US$ 110 millones, con base en este porcentaje las ONG podrían recibir hasta US$ 7,6 millones de fondos del FCPF.

Un programa lleno de contradicciones

Un programa centrado en quienes no provocan la deforestación:

La documentación del programa afirma que el Programa REDD jurisdiccional en Kalimantan Oriental está “diseñado para abordar las causas de la deforestación”, e identifica a las plantaciones industriales de palma aceitera (51%), la tala (22%) y la minería (10%) como las tres causas principales. Sin embargo, al igual que en el proyecto piloto de TNC en Berau, la mayor parte del presupuesto del Programa (el 53,2%) se centra en “ofrecer oportunidades de subsistencia alternativas” a las comunidades rurales, incluidas las comunidades indígenas. Esto se hace con el fin de abordar la “deforestación vinculada a la intrusión y la agricultura” [excluyendo la palma aceitera], en lugar de abordar las principales causas de la deforestación: la palma aceitera, la tala y la minería.

A pesar del declarado enfoque del programa en las “oportunidades de subsistencia alternativas”, esto no parece reflejarse en la realidad sobre el terreno. Tres comunidades del distrito de West Kutai, visitadas por el WRM, JATAM Kaltim y el Instituto Nugal en septiembre de 2024, reclamaron a través de sus representantes del gobierno local que todavía no han recibido el dinero que se les prometió para un proyecto que presentaron a la coordinación del programa, y que fue aprobado. Esto es casi dos años después de que el gobierno indonesio recibiera su primer pago del Banco Mundial. Según los habitantes, cada aldea debía recibir 201,64 millones de IDR, o alrededor de US$ 12.938, mencionados también en la carta antes referida del gobierno provincial (13).

Los representantes del gobierno local presentaron otros reclamos. Uno se relaciona con cómo las personas del equipo del programa REDD llegaron a la comunidad para hacer preguntas y volar un dron, sin explicar su objetivo ni compartir el resultado de su encuesta. Los representantes locales también han cuestionado por qué cada comunidad de Kutai Occidental recibe la misma cantidad de dinero, a pesar de que la aldea más pequeña de Kutai Occidental tiene una superficie de 815 hectáreas, mientras que la más grande cubre 56.957 hectáreas. Esto debería traducirse en costos diferenciales cuando se trata de monitoreo de los bosques. Sin embargo, el tamaño de las aldeas parece ser irrelevante para la coordinación del programa, que decidió que las 82 aldeas incluidas en el programa REDD en Kutai Occidental recibirán exactamente la misma cantidad. La comunidad también reclamó que no se les ha informado ni consultado sobre el programa REDD ni sobre lo que realmente es REDD. Sólo el líder de la comunidad fue invitado a una reunión de intercambio de información, que tuvo lugar fuera del territorio de la aldea.

Hay uno de los reclamos de los representantes locales que se destaca en particular. Aunque el Banco Mundial declara en la documentación que “las comunidades podrán seleccionar los beneficios a los que prefieren acceder, que reflejarán sus prioridades”, dos aldeas vieron rechazadas sus propuestas comunitarias. Su propuesta solicitaba la compra de un automóvil para patrullar su zona de bosque, que consideraban era una prioridad. El argumento fue que no se pueden permitir los automóviles porque contribuyen al calentamiento global. Esta es una respuesta bastante hipócrita, por decirlo suavemente, para un programa que se basa en la lógica de generar créditos de carbono para que las industrias contaminantes responsables del caos climático puedan seguir destruyendo el clima. Mientras tanto, el programa REDD penaliza a las comunidades, las cuales no son responsables de la crisis climática.

Un programa que ignora una de las principales causas de la deforestación, la minería

1.434 permisos de minería a partir de 2020, que abarcan más de 5 millones de hectáreas, o el 41% del territorio de la provincia (14). Las empresas mineras, la mayoría de las cuales son empresas de carbón, son algunas de las principales causas de la deforestación, y de otras violaciones sociales y ambientales en Kalimantan Oriental. En la documentación del programa, el Banco Mundial expresa su preocupación por el hecho de que el gobernador de Kalimantan Oriental, que asumió el cargo en 2009, “hizo campaña sobre una plataforma de apoyo a las industrias mineras”.

Sin embargo, “las empresas mineras no están incluidas” en el programa REDD. "No implementarán ninguna actividad de reducción de emisiones” con una nota a pie de página en la documentación del programa, justificando la exclusión de la minería por una decisión del gobernador de 2018 que “suspende los nuevos permisos de minería de carbón y agrega requisitos adicionales para las empresas que deseen extender sus permisos”.

En primer lugar, el argumento de que no se concederán nuevos permisos de explotación minera simplemente no es cierto. Por ejemplo, PT Adaro Energy, la segunda mayor empresa de carbón de Indonesia, se benefició de una nueva concesión en 2024 (15). Además, la decisión del gobernador de 2018 no contribuye a prevenir la deforestación en las concesiones que se otorgaron antes de 2018, pero que aún están en desarrollo. Lo que es peor, ignorar al sector minero también subestima el fenómeno generalizado de la minería ilegal en Kalimantan Oriental, que está causando incluso más destrucción y riesgos que la destrucción legalizada.

El megaproyecto de la nueva capital de Indonesia: una deforestación “manejable” para el Banco Mundial

Otra gran contradicción se ejemplifica con la construcción de la nueva capital de Indonesia (IKN), un megaproyecto lanzado en 2020 en Kalimantan Oriental. Si bien por un lado el Banco Mundial admite que “es probable que afecte a las emisiones en la provincia”, debido a la deforestación, también afirma que los impactos de la IKN “parecen ser manejables”, argumentando que tiene el “potencial” de “reverdecer” y “reforestar” la zona. El proyecto IKN, de US$ 30.000 millones, ha sido especialmente promovido por el expresidente Jokowi, quien quiere convertirlo en su principal legado.

Lo que el Banco Mundial considera “manejable” muestra el total desconocimiento de esta institución multilateral tanto sobre la escala de este megaproyecto (que aumentó su superficie de 180.000 a 256.000 hectáreas tras su lanzamiento en 2020), así como sobre las violaciones sociales y ambientales contra el pueblo indígena Balik –cuyo territorio se superpone con el sitio de construcción de la capital–. Además, habrá otros impactos indirectos más devastadores relacionados con la construcción de la nueva capital, que el Banco Mundial ignora (16).

Un programa que pretende tener “resultados” incluso con la deforestación en aumento

Para que los programas REDD jurisdiccional establezcan una meta de reducción de la deforestación, primero fijan una base de referencia; esto implica definir un período de años sobre el cual se calcula la tasa anual promedio de deforestación y degradación de los bosques. En el caso del programa REDD apoyado por el Banco Mundial en Kalimantan Oriental, este período es 2007-2016. Durante este período se perdieron 700.800 hectáreas de cubierta forestal, es decir, aproximadamente el 5,5% de toda la provincia. El siguiente paso es establecer un objetivo de reducción de emisiones para el período del programa (2019-2024), basado en la tasa promedio de deforestación del período de referencia. En el caso del programa REDD de Kalimantan Oriental, el objetivo de reducción de emisiones establecido es del 27%. Este modus operandi plantea al menos dos preguntas: ¿Cuál es el razonamiento detrás de la elección de un período de referencia en lugar de otro? ¿Y quién toma estas decisiones?

En la documentación del programa, el primer período de referencia elegido fue 2006-2015. Sin embargo, en el documento final del proyecto de 2019, este período se cambió a 2007-2016. Esta modificación aparentemente pequeña significó un cambio significativo porque el nuevo período de referencia incluía el año 2016. Éste fue un año pico en la pérdida de bosques en Indonesia y Kalimantan Oriental; los incendios forestales masivos afectaron a Indonesia en 2015, pero solo se contabilizaron en su totalidad en las cifras de 2016, debido a la falta de datos de imágenes de la destrucción de 2015 (ver gráfico 1 a continuación).

Imagen
Kalimantan 2001-2023
Gráfico 1: Pérdida de cobertura forestal en Kalimantan Oriental 2001-2023. En naranja se muestra el nivel de referencia, el período en el que el programa REDD jurisdiccional de Kalimantan Oriental definió su base de referencia, en comparación con las reducciones de emisiones estimadas o el nivel de deforestación reducida durante el período del programa (2019-2024). (Cifras de Global Forest Watch)

Si bien los desarrolladores del programa no ofrecieron ninguna justificación para cambiar el período de referencia, es obvio que la nueva base de referencia facilita que el programa REDD logre “resultados”. En gran medida debido a que el índice de deforestación en Kalimantan Oriental se redujo en los años posteriores a 2016, debido a las políticas estatales como reacción a los incendios forestales de 2015 que causaron graves impactos. Según la documentación del programa REDD, esto se debió a una moratoria nacional a la tala de bosques primarios para dar lugar a plantaciones y actividades de extracción maderera.

Otra consecuencia de la base de referencia ‘generosa’ es que, aunque la deforestación aumentó en la provincia, casi duplicándose de 79.200 hectáreas en 2022 a 161.000 hectáreas en 2023, el gobierno provincial todavía puede afirmar que ha logrado "resultados", como muestra el gráfico anterior. Este aumento de la deforestación se debió a la expansión de las plantaciones de palma aceitera, entre otras actividades. (17)

Quienes definen la base de referencia y los objetivos del programa son los mismos actores que están más interesados en garantizar “resultados” y, por lo tanto, sus propios pagos del programa. Entre estos actores figuran el Banco Mundial, el gobierno de Kalimantan Oriental, TNC y WWF.

REDD jurisdiccional también promueve el comercio de carbono

Las organizaciones ambientales y sociales tienden a criticar los proyectos REDD privados mucho más que los programas REDD jurisdiccionales, también en Indonesia (18). Una razón probablemente sea la percepción errónea de que el comercio de carbono, la principal crítica a los proyectos REDD privados, no está involucrado en los programas REDD jurisdiccionales. Sin embargo, los programas REDD jurisdiccionales siguen la misma lógica de centrarse en el carbono, la contabilidad del carbono y el comercio de carbono, al igual que cualquier otro proyecto REDD. Y al igual que otros proyectos REDD, estos programas también utilizan la misma manipulación en la que los propios proponentes del proyecto definen escenarios de referencia y ‘resultados’.

En el caso del FCPF, la mayor parte del dinero ha venido de gobiernos, como Noruega, Alemania y el Reino Unido. Pero desde el inicio de este proyecto también ha habido dinero procedente de entidades privadas, como TNC y la compañía petrolera BP, que a cambio esperan recibir créditos de carbono (19).

En los últimos años, el comercio de carbono parece desempeñar un papel cada vez más importante en el funcionamiento del FCPF. Desde 2018, el FCPF ha participado en el programa de compensación CORSIA, del sector de la aviación. Según el Banco Mundial, se espera que este programa “compense más de 2 mil millones de toneladas de CO2”. En 2023, el FCPF pasó a ser elegible para suministrar créditos de carbono a CORSIA. A fines de 2023, el FCPF comenzó a ofrecer créditos de carbono para la venta en el mercado de carbono (20). En la última actualización del programa del FCPF de Kalimantan Oriental en el sitio web del Banco Mundial, el programa está clasificado como “elegible para CORSIA”, lo que significa que el programa REDD de Kalimantan Oriental permitirá el crecimiento de la industria de la aviación, al tiempo que afirma que no es dañino para el clima.

Consideraciones finales

Este artículo señala una serie de contradicciones del programa REDD jurisdiccional en Kalimantan Oriental, basado en el supuesto erróneo de que REDD en realidad trata de reducir la deforestación. El objetivo de REDD no es detener la deforestación sino crear más oportunidades comerciales para las industrias extractivas y las ONG conservacionistas orientadas a los negocios, como TNC y WWF, al tiempo que aumenta las amenazas a los bosques y a las comunidades que dependen de ellos.

Partiendo de esa premisa, lo que está escrito en la mayor parte de la documentación del programa tiene mucho más sentido. Por ejemplo, el Banco Mundial describe a Kalimantan Oriental como una provincia “rica en recursos naturales, como madera, petróleo, gas y suelos productivos”. Desde esa perspectiva, tiene todo el sentido excluir al sector minero del ámbito de este programa y restar importancia a las principales causas de la deforestación –la tala y la palma aceitera–, promoviendo sistemas de certificación que sólo han contribuido a expandir estos monocultivos destructivos. (21)

Entender REDD como una política que amenaza a los bosques también ayuda a entender mejor por qué se presta atención a las actividades de personas que no son una amenaza: las comunidades que dependen de los bosques. El Banco Mundial las describe como “pobres” en Kalimantan Oriental, en contraste con los recursos naturales “ricos”. Según el Banco Mundial, la población rural, como las comunidades Dayak, es particularmente pobre. Y el FCPF está creando nuevas amenazas para sus medios de vida. Con ONGs como TNC y WWF involucradas como “socios implementadores”, el enfoque está puesto en crear más áreas protegidas, sin gente. No importa que el Banco Mundial y su programa REDD favorable a las empresas no impidan la amenaza de una mayor expansión de la minería, la tala y la palma aceitera.

Para ofrecer una imagen de lo que realmente se puede esperar del programa REDD en Kalimantan Oriental, citemos una vez más, de la documentación del programa, esta vez de un pasaje con una claridad poco común en medio de la visión borrosa del Banco Mundial: “La expansión de la agricultura, la tala, la extracción de minerales, la urbanización y el avance de viviendas han provocado no sólo un aumento de la conversión de tierras sino también la degradación de los bosques, reduciendo los beneficios ambientales, lo que exacerba aún más la pobreza”.

Instituto Nugal, JATAM Kaltim y el Secretariado Internacional del WRM

Por razones de seguridad, se preservan los nombres de las personas que dieron sus testimonios para este artículo así como los nombres de sus comunidades.

(1) Ver, por ejemplo, en https://www.ykan.or.id/content/dam/tnc/nature/en/documents/ykan/laporan-kuartal-dan-tahunan-ykan/YKAN-Annual-Report_EN_.pdf  y también en https://www.undp.org/indonesia/press-releases/south-south-exchange-sse-2024-indonesia-leads-example-redd-knowledge-exchange
(2) Las noticias sobre “créditos falsos” y prácticas fraudulentas son cada vez más frecuentes. Además, los proyectos imponen restricciones a las vidas de las comunidades que dependen de los bosques que los cuales ya se ocupaban.
(3) https://www.wrm.org.uy/es/15-anos-REDD-proyecto-PIREDD-Plateaux-RDC-conflictos-mecanismo-reclamacion 
(4) https://reddmonitor.substack.com/p/world-bank-funded-zambezia-integration
(5) https://www.ykan.or.id/content/dam/tnc/nature/en/documents/ykan/laporan-kuartal-dan-tahunan-ykan/YKAN-Annual-Report_EN_.pdf 
(6) La documentación del programa consiste en un conjunto confuso de documentos que tienen un contenido similar, incluida la primera ‘propuesta de preparación para REDD', presentada al FCPF en 2009 y aprobada en 2011; el primer borrador del programa REDD jurisdiccional de Indonesia presentado en 2014 (https://www.forestcarbonpartnership.org/system/files/documents/Indonesia%20ER-PIN%20September_12_resubmitted_edit_final.pdf); y la propuesta final basada en este borrador inicial que se centra en Kalimantan Oriental: el Programa de Reducción de Emisiones Jurisdiccional de Kalimantan Oriental (EK-JERP), https://documents1.worldbank.org/curated/en/934171621490185436/text/Indonesia-East-Kalimantan-Project-for-Emission-Reductions-Results.txt que fue aprobado en 2019 y cubría toda la provincia. El EK-JERP afirma que logrará 22 millones de toneladas de “reducción verificada de emisiones de CO2” entre 2019 y 2024. A cambio, el Banco Mundial se ha comprometido a pagar una cantidad de hasta 110 millones de dólares, a un precio fijo de 5 dólares por tonelada de CO2, sobre la base de un plan de distribución de beneficios formulado por los gobiernos de Indonesia y Kalimantan Oriental
(7) TNC logró recaudar fondos de los gobiernos de Alemania (KfW/GIZ/FORCLIME), Australia, Noruega, EE. UU. (un plan de canje de deuda por naturaleza) y de organizaciones benéficas como Ann Ray Charitable Trust y Grantham Foundation
(8) https://www.forestcarbonpartnership.org/history 
(9) https://wwf.panda.org/es/?226019/Local-actions-lay-the-groundwork-for-REDD-implementation-in-Kutai-Barat-Indonesia
(10) Por ejemplo, según la Documentación del Programa, el Consejo Regional sobre Cambio Climático (Dewan Daerah Perubahan Iklim), es un “socio clave” en la implementación del programa REDD, y agrega que tiene “una experiencia significativa” en la “gestión de los fondos de donantes para el desarrollo”. Este Consejo fue creado en 2011 y está formado estrictamente por representantes gubernamentales, sin embargo podría contar con un “apoyo sustancial” de TNC (ver aquí). Posiblemente un resultado del “apoyo sustancial” sea que el Consejo abrió la puerta a la participación de las ONG en 2017 y, por lo tanto, aumentó la influencia de las ONG en el programa. Otro ejemplo es la firma de acuerdos y memorandos de entendimiento entre las ONG y el gobierno provincial, como lo hizo WWF en 2018 en torno a la actividad de medición del carbono, una actividad clave en cualquier programa REDD. Según WWF, se trata del “primer modelo de cooperación de datos en línea para calcular, monitorear e informar sobre el carbono en Indonesia”
(11) https://www.worldbank.org/en/news/press-release/2022/11/08/indonesia-receives-first-payment-for-reducing-emissions-in-east-kalimantan 
(12) Gobierno Provincial de Kalimantan Oriental, nr. 500-4/15008/EK del 10/10/2023 sobre ´Pembayaran Alokasi Insentif RBP FCPF-CF Untuk Kelompok Masyarakat´.
(13) Ibid
(14) https://news.mongabay.com/2020/01/indonesia-capital-relocation-borneo-kalimantan-tycoons-coal-mining-pulpwood/ https://news.mongabay.com/2020/01/indonesia-capital-relocation-borneo-kalimantan-tycoons-coal-mining-pulpwood/ 
(15) PT Pari Coal, propiedad de Adaro International Pte Ltd, PT Mitra Megah Indoprima y PT Alam Tri Abadi. El gobierno nacional otorgó a PT Pari Coal una concesión de 24.971 hectáreas por 30 años el 1 de febrero de 2024. La ubicación se encuentra en parte en la frontera entre Kalimantan central y oriental, en Barito del Norte y en la regencia de Mahakam Ulu. El carbón de Adaro se transportará por una carretera especial que pasa por la aldea de Geleo Asa en el distrito de Kutai occidental; también se está construyendo un puerto para facilitar el transporte por el río Mahakam.
(16) Esto incluye dos proyectos de represas hidroeléctricas: uno de ellos es una planta de 1.375 MW que afectará directamente a los ríos Mentarang y Tumbuh; este proyecto ya está en construcción y ya ha eliminado a comunidades que son en parte indígenas; el segundo es una represa de 9.000 MW en el río Kayan, cuya construcción aún no ha comenzado. De completarse, ambos proyectos empeorarían aún más el caos climático, debido a los gases de efecto invernadero que se emitirían al sumergirse el bosque. Además de proporcionar electricidad a la nueva capital, la electricidad generada también alimentaría otro proyecto devastador en la región que está impactando a otras comunidades: el Parque Industrial Verde en Kalimantan del Norte. Asimismo, se está desmantelando la zona costera de Sulawesi occidental y central para dragar rocas que se utilizarán como materiales de construcción para diversos proyectos de infraestructura de IKN. Y lo que el gobierno indonesio promete como una ciudad ‘inteligente’, significa una ciudad impulsada por el transporte eléctrico. Esto alimenta la demanda de minerales como el níquel, que ha estado causando graves violaciones sociales y ambientales y protestas en el este de Indonesia, por ejemplo en la isla de Halmahera. 
(17) Sawit Watch, una organización que monitorea las plantaciones industriales de palma aceitera y su expansión en Indonesia, en los últimos años ha observado una tendencia de expansión de la palma aceitera. Además, no está de acuerdo con las cifras oficiales sobre la superficie cubierta por plantaciones industriales de palma aceitera en Kalimantan Oriental, que el Ministerio de Agricultura estima en 1.287 millones de hectáreas. Sawit Watch estima que la superficie de las plantaciones de palma aceitera en Kalimantan Oriental es de 3 millones de hectáreas (Informe y proyección, Plantación de palma de Indonesia 2023, Sawit Watc)
(18) https://www.aman.or.id/filemanager/files/surat_terbuka_perdagangan_karbon_2023_231013_120638.pdf
(19) https://www.forestcarbonpartnership.org/donor-participants
(20) https://www.forestcarbonpartnership.org/sites/default/files/documents/_web_world_bank_2023_fcpf_annual_report_r01.pdf
(21) https://www.wrm.org.uy/other-information/sign-on-statement-rspo-failing-to-eliminate-violence-and-destruction-from-the-industrial-palm-oil-sector

 

 

 

Organizaciones populares de África occidental y central reafirman su compromiso de resistencia a los monocultivos de árboles y en defensa de sus tierras y bosques ancestrales

Durante casi 10 años, la Alianza Informal contra la Expansión de los Monocultivos Industriales en África occidental y central ha desempeñado un papel importante en la conexión de organizaciones de base y activistas así como en el fortalecimiento de la resistencia al acaparamiento de tierras y a otros ataques por parte de las empresas de palma aceitera y otras plantaciones de la región.

El pasado mes de noviembre, activistas y organizaciones populares integrantes de la Alianza y procedentes de diversas comunidades de 10 países, se reunieron en la Asamblea General para renovar su compromiso con la defensa de las tierras ancestrales y para seguir resistiendo los intereses neocoloniales y la apropiación de las tierras de las comunidades por parte de las empresas.

A continuación, la declaración completa:

Gabon, Noviembre 2024

 

LA DECLARACIÓN DE MOUILA

de la

Alianza Informal contra la Expansión de los Monocultivos Industriales

Nosotros, los 60 miembros reunidos en la 6ª Asamblea General de la Alianza Informal contra la Expansión de las Plantaciones de Monocultivos Industriales, en Mouila, Gabón, del 19 al 22 de noviembre de 2024, en representación de comunidades y organizaciones de Gabón, Nigeria, Camerún, Sierra Leona, Congo Brazaville, Liberia, Ghana, Congo Kinshasa, Costa de Marfil y Uganda, estamos profundamente comprometidos con la lucha contra el acaparamiento de tierras, en particular por parte de las empresas de plantaciones de árboles. ADOPTEMOS esta Declaración que señala nuestra convicción de la importancia vital del reconocimiento y la devolución de la propiedad comunitaria ancestral de las tierras en África, para el bienestar de los primeros ocupantes.
RECONOCEMOS QUE:

  • Las tierras ancestrales albergan comunidades de personas que poseen una cultura tradicional así como conocimiento de la naturaleza;
  • Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la defensa de sus tierras y bosques ancestrales;
  • Las tierras ancestrales comunitarias en África tienen un valor intrínseco y merecen respeto independientemente de su utilidad para los habitantes y la humanidad en su conjunto;
  • La riqueza natural así como los derechos y la libertad de acceder a sus tierras se están erosionando hoy en día de una manera frenética y sin precedentes debido a políticas de desarrollo deliberadamente perjudiciales, arraigadas en el legado colonial;
  • La ocupación ilegal de los territorios comunitarios ancestrales durante los regímenes gubernamentales coloniales y poscoloniales en forma de concesiones a empresas con fines de desarrollo comercial, constituye una violación a los derechos de las personas y, por lo tanto, constituye un grave delito contra la humanidad. Una ilegalidad es una ilegalidad independientemente del momento en que se cometió;

RECONOCEMOS ADEMÁS QUE:

  • Los gobiernos poscoloniales han fracasado en su responsabilidad de otorgar una verdadera independencia a las comunidades al priorizar los intereses coloniales de agentes extranjeros, promulgando leyes neocomunitarias que habilitan el desalojo y el robo de las tierras ancestrales de las comunidades a través de la aplicación de diversas nociones poco transparentes de propiedad nacional y/o gubernamental de la tierra;
  • Las amenazas causadas por los desatinados actos de acaparamiento de tierras ancestrales y su entrega en concesión a empresas comerciales han traído consigo penurias incalculables, violencia y daños irreparables, como la pérdida de vidas y de biodiversidad, la pobreza estructural debido a la pérdida tanto de los medios de vida y supervivencia como de la propiedad comunitaria, los embarazos infantiles precoces y la violencia de género, entre otros males.
  • Los países africanos que obtuvieron la independencia en las décadas de 1960 y 1970, hoy consideran que las comunidades pertenecen al Estado y a los gobiernos, y sentados cómodamente en sillones en tierras lejanas otorgan concesiones a empresas comerciales, sin el consentimiento libre, previo e informado de los verdaderos propietarios de las tierras ancestrales.

NOS COMPROMETEMOS A:

  • Promover y defender las prácticas agroecológicas y la soberanía alimentaria como una forma de resistencia;
  • Facilitar el establecimiento de una red eficaz y eficiente de comunidades, activistas y ONGs que cooperen a escala local e internacional para comprender las estrategias y tácticas utilizadas por las empresas para robar las tierras ancestrales de las comunidades, y desarrollar nuevas estrategias y tácticas para guiar a las comunidades de manera de frenar el acaparamiento de tierras y recuperar las tierras previamente ocupadas de manera ilegal, de acuerdo con los objetivos de la Alianza;
  • Elaborar mecanismos que permitan a todos los sectores de la sociedad, especialmente a las poblaciones locales de larga data, iniciar de manera no violenta el camino para afirmar sus derechos ancestrales a las tierras que algunos gobiernos califican de tierras nacionales y/o tierras estatales, asociarse a la planificación y el establecimiento de iniciativas que agreguen valor a las tierras ancestrales;
  • Fortalecer la educación para la resistencia no violenta y brindar capacitación que mejore su capacidad de enfrentar a los gobiernos y empresas que quieren apoderarse de sus territorios.
  • Reclamar a las autoridades que proporcionen a los jóvenes el acceso a la tierra en las zonas rurales, que faciliten su formación y les brinden apoyo.

RECONOCIENDO que la acción para proteger las riquezas vivas y la belleza de las tierras ancestrales depende del pleno compromiso de la población local afectada, NOS COMPROMETEMOS a trabajar incondicionalmente para aplicar las disposiciones de esta Declaración.

ENFATIZANDO que el reconocimiento de las tierras ancestrales es esencial para sostener la sociedad humana y conservar nuestro planeta, INVITAMOS A LOS MIEMBROS Y AMIGOS DE LA ALIANZA a difundir ampliamente esta Declaración con el fin de garantizar que las conclusiones se incorporen en las actividades diarias.

Firmantes:

  • Miembros de comunidades de Gabón
  • Musiru Divag de Fougamou Gabon
  • Institute of sustainable Agriculture, Grand Bassa county, Jogba clan, Liberia
  • Women’s Network Against Rural Plantations Injustice (WoNARPI), Sierra Leone
  • Alliance Uganda Chapter
  • Witness Radio, Uganda
  • Nature Cameroon
  • Synaparcam, Cameroon
  • COPACO, DRC
  • RADD, Cameroon
  • Struggle to Economize Future Environment (SEFE), Mundemba, Cameroon
  • CPPH, Cote d’Ivoire
  • Collectif des Ressortissants et Écologistes des Plateaux Bateke, Gabon
  • REFEB, Cote d’Ivoire
  • YVE Ghana
  • JVE Côte d’Ivoire
  • Association Gulusenu du village Doubou, Gabon
  • Muyissi Environnement, Gabon
  • Komolo Agro Farmers Association Kiryandongo, Uganda
  • Ndagize julius, East African, Uganda
  • LOOK GREEN, CARE FOUNDATION, Nigeria
  • Association les Rassembleurs du Village Mboukou, Gabon
  • Joegba United Women Empowerment and Development Organization (JUWEDO), Liberia
  • COLLECTIF ADIAKE. Cote d’Ivoire
  • CNOP, Congo
  • Maloa, Sierra Leone
  • Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM)
  • GRAIN