Tres buenas personas - Terence Freitas, Ingrid Washinawatek y Lahe'ena'e Gay- fueron asesinadas el pasado 4 de marzo en Colombia. Un comandante de la guerrilla de las FARC cometió este crimen atroz y sin sentido, que ha sido condenado a nivel mundial. Nosotros sumamos categóricamente nuestra voz a esa condena.
Las informaciones referidas a dichas muertes -que se suman a otros miles de víctimas inocentes en Colombia- fueron divulgadas por todas las principales cadenas noticiosas. Sin embargo éstas omitieron señalar porqué Terence, Ingrid y Lahe'ena'e se encontraban en ese momento en ese lugar. Ellos no se hallaban allí en una gira turística, ni tratando de robarles conocimiento o material vegetal a los pueblos indígenas con destino a la industria biotecnológica. Estaban allí para apoyar la lucha de los U'wa contra una gigantesca multinacional petrolera. Nada de esto fue mencionado por los medios de difusión internacionales.
Como una muestra de respeto a la memoria de estas tres personas, que dieron su vida por lo que ellos creían -así como nosotros- que era su deber, nos sentimos en la obligación de centrar nuestra atención en la situación subyacente que los llevó a viajar a una Colombia atormentada por la violencia.
La gente a quienes ellos estaban apoyando -los U'wa- se oponen firmemente a la explotación de petróleo en sus territorios ancestrales. Tal como sucede en muchos otros países, el gobierno de Colombia no ha reconocido legalmente los derechos de estos pueblos indígenas a su propio territorio y, en consecuencia, ha abierto el acceso al área para la explotación petrolera. La empresa Occidental Petroleum, con sede central en los EE.UU., solicitó un permiso de prospección que, aún estando pendiente de resolución en el Ministerio de Medio Ambiente, fue la chispa que encendió la resistencia de los U'wa. Tanto la compañía como el gobierno son concientes de esta oposición, que podría incluso desembocar en el suicidio colectivo de los U'wa. Sin embargo, para el primero la posiblidad de obtener beneficios económicoy, para el segundo, la de exportar el producto han sido más poderosas que el sentido de justica y la autodeterminación.
A efectos de contrarrestar la presión conjunta de un gobierno nacional y una multinacional petrolera los U'wa recibieron el apoyo de una serie de organizaciones colombianas e internacionales. Fue creado el Grupo de Trabajo en Defensa de los U'wa, donde Terence Freitas trabajaba como coordinador. Tanto él como Ingrid y Lahe'ena'e habían estado trabajando con los indígenas poco antes de dejar la zona para después perder sus vidas a manos de un despiadado comandante guerrillero.
Nuestra solidaridad para con las víctimas, sus familias y sus amigos y amigas debe por lo tanto expresarse a través de un continuo y creciente apoyo a la lucha de los U'wa contra la prospección petrolera en su territorio y para que puedan vivir en paz. Estamos seguros de que es eso lo que los tres hubieran querido.
Hacemos nuestras las palabras de la Declaración de Hawai: "Expresamos nuestra condolencia y nuestros saludos a las familias y los parientes de estos tres luchadores caídos, Lahe'ena'e Gay de Pacific Cultural Conservancy International, Ingrid Washinawatok de Menominee Nation, Indigenous Women's Network y otras organizaciones, y Terence Freitas, activista ambiental. Tomemos las antorchas caídas y continuemos la lucha. Esta lucha que es por nuestras tierras, nuestras valiosas cultura y fuentes de vida. No es más que esto lo que buscamos. El dinero y el poder generan muerte y destrucción . . . no deseamos dinero ni riquezas. Nuestro patrimonio reside en nuestras tierras, nuestras creencias y nuestros valores culturales. Por favor, déjennos vivir en la naturaleza, a nuestro modo, es ésta la única forma de preservar el futuro para nuestros hijos, nietos y las generaciones que todavía no han nacido. Acogemos el llamado de otras naciones indígenas para unirnos en un esfuerzo concertado en pos de proteger nuestra madre tierra y terminar con estas muertes y esta violencia innecesarias".