El pueblo indígena Kolla, que vive en las provincias norteñas argentinas de Jujuy y Salta, ha venido defendiendo las yungas –uno de los últimos bosques montanos en pie en la Argentina- contra un proyecto de construcción de un gasoducto para el transporte de gas natural desde la región este de Salta a las empresas chilenas de minería de cobre ubicadas al norte de ese país. En abril de 1998 ENARGAS –el ente regulatorio de Argentina- aprobó el proyecto presentado por Consorcio Norandino S.A., según el cual la tubería cruzaría la Finca San Andrés, habitada por 350 familias Kolla, las que se oponen al mismo.
En junio pasado un Juez Federal ordenó la suspensión de la construcción del gasoducto, considerando que el proyecto carecía de una adecuada evaluación de impacto ambiental, así como de toda evaluación de impacto social y cultural, ignorando la existencia de los Kollas en el área.
Pero los que apoyan el gasoducto son poderosos e influyentes: el Gobierno Provincial de Salta se ganó la adhesión de los habitantes del vecino pueblo de Orán, aduciendo que Techint –la compañía a cargo de la construcción de la obra- crearía nuevos puestos de trabajo; Radio Güemes llegó a instigar a la violencia contra los Kollas; muchos jueces en la Argentina tienen fuertes vínculos con el Gobierno y se encuentran bajo sospecha de corrupción. En julio la Corte Federal de Apelaciones revocó la anterior decisión judicial y autorizó el proyecto. Una semana después, la maquinaria pesada de Techint estaba abriendo un camino de 12 metros de ancho en la Finca San Andrés, destruyendo la yunga y amenazando cementerios y sitios arqueológicos Kollas. Los indígenas afectados hicieron sentir su protesta frente al proyecto original, cuya ruta fue desviada algunos metros, para evitar una destrucción peor. No obstante, se teme también que la remoción de sectores de la montaña provoque derrumbes. Durante las inundaciones, los materiales rocosos transportados por el río San Andrés podrían dañar la tubería, provocando escapes de gas.
Durante la inauguración del recientemente celebrado XI Foro Global de Biodiversidad (ver artículo sobre este tema en el Boletín 17), la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Julia Alsogaray, afirmó que durante la actual administración el área protegida de las yungas se había incrementado a 300.000 hectáreas. Sus declaraciones se contradicen completamente con lo que realmente sucede en el terreno.
La batalla contra el gasoducto San Andrés parece estar perdida. Sin embargo, la lucha continúa. “El gobierno tiene todo de su parte: jueces, políticos, medios de comunicación. Pero ellos se olvidan que nosotros hemos luchado durante 500 años para recuperar nuestras tierras y nuestros recursos naturales. Por la no contaminación del agua, del aire, del suelo. Por nuestros valores culturales y nuestra cosmovisión. En suma, por nuestra existencia como seres humanos en armonía con la naturaleza que nos rodea”, ha afirmado Festo Chausque, uno de los líderes Kollas.
Fuentes: Glenn Switkes, Latin America Program, International Rivers Network, Diciembre de 1998; Festo Chausque, Centro Indígena Kolla de Salta, 14/12/1998.