Tal como sucede en muchos otros países, Gambia está sufriendo un proceso de degradación de sus bosques, el cual implica la sustitución del bosque nativo por especies introducidas. Sin embargo, no se trata aquí de la situación usual, en la cual las compañías plantadoras sustituyen bosques naturales por monocultivos de eucalipto, pino o palma aceitera. En este caso, el villano es un árbol “bueno”, introducido al país por inmigrantes provenientes de la India: el “neem” (Azadirachta indica). En dicho país este árbol presenta una serie de características apreciadas, entre ellas la producción de un pesticida natural muy útil. En cambio, en Gambia se ha convertido en una plaga. Pero no porque las selvas estén siendo taladas para plantar neem, sino porque esta especie va progresivamente invadiendo el bosque nativo, en un proceso cada vez más fuera de control.
Esta situación no es exclusiva de Gambia. Muchas especies de árboles y arbustos no-autóctonos se están volviendo invasoras en numerosos bosques del mundo, produciendo drásticos cambios en la composición florística de los mismos y, como consecuencia, en la fauna y flora locales, así como en los medios de vida de sus pobladores. Para una descripción más detallada de este proceso a nivel mundial, recomendamos leer el capítulo correspondiente a bosques del libro de Chris Bright "Life out of Bounds: bioinvasion in a borderless world" (“Vida fuera de los límites: bio-invasión en un mundo sin fronteras), publicado este año por Norton, New York.
Fuente: Jato S. Sillah (com. pers.)