.Un punto que no está siendo suficientemente considerado en el debate de las plantaciones como sumideros de carbono es el del final de la cadena productiva de la que forman parte. Vale decir, la mayoría de estos monocultivos forestales con exóticas son instalados para la obtención de dos productos: papel o tableros de fibra. En ambos casos, los árboles terminarán convertidos en pequeñas astillas (chips) y luego transformados en otro producto.
¿Cuánto de la fibra de madera presente en las plantaciones es realmente secuestrado? Muy poco, en especial en el caso del papel.
Veamos: los árboles crecen, absorben una cierta cantidad de carbono como fibra de madera. La mayor parte del suelo alrededor de los árboles resulta compactado durante las operaciones de madereo. Ello provoca dos consecuencias: la extracción de gran parte del carbono presente en el horizonte orgánico y el aumento de la susceptibilidad del suelo a la erosión, lo que determinará la liberación posterior del carbono en él retenido.
La mayor parte del carbono, obviamente, está presente en las hojas, que caen al suelo a medida que el árbol crece. Estas hojas se incorporan paulatinamente al suelo, formando parte del horizonte orgánico mencionado. Los árboles son cortados y chipeados y eventualmente transformados en pulpa y luego en papel o cartón. Estos productos son generalmente utilizados y luego desechados. En el caso del cartón corrugado, son muy pocos los países en los que se ha alcanzado un porcentaje de reciclado del 50%. A nivel mundial, la mayor parte del cartón corrugado es utilizado una vez y es luego descartado, terminando como relleno sanitario.
Aún en los EE.UU., un país con una tasa de reciclado relativamente alta (comparada con el resto del mundo, no así con otros países industrializados) sólo alrededor de un 14% del papel blanco de oficina es reciclado. La mayor parte de la producción de las plantaciones forestales de Brasil e Indonesia, dos de los mayores productores mundiales de pulpa y papel, se convierte en papel de oficina.
De manera que este papel -que puede decirse contiene la mayor parte del carbono secuestrado por las plantaciones- termina siendo enterrado como relleno sanitario. En estas condiciones, el grueso del mismo con el tiempo habrá de descomponerse en un medio anaeróbico -vale decir, en ausencia de oxígeno- liberando metano a la atmósfera. El metano es 25 veces más efectivo que el carbono como gas de efecto invernadero.
De manera que la mayor porción del carbono secuestrado terminará al final siendo emitido a la atmósfera como metano o sencillamente liberado nuevamente como carbono durante el proceso de cosecha, chipeado, fabricación de pulpa, generación de residuos, producción de papel y, por último, descomposición.
Una porción pequeña -aquella contenida en los tableros de fibra- será convertida en materiales madereros no durables, que pronto habrán de ser enterrados en rellenos sanitarios. O sea, que también los tableros de fibra son desechables tras un lapso relativamente breve (por lo menos en los EE.UU., donde este tipo de muebles dura sólo unos pocos años). Y cuando, al final de su corta vida, un tablero es enterrado, acabará generando metano.
Una ínfima fracción de la fibra producida por las plantaciones permanecerá secuestrada a largo plazo como productos madereros durables, pero esa cifra es superada largamente por el metano generado cuando la economía mundial cada vez más consumista desecha el papel y los tableros de fibra.
La ciencia del secuestro del carbono en las plantaciones no es tal. Son sólo espejitos de colores usados para promover más y más plantaciones, que beneficiarán a las grandes compañías productoras de pulpa, papel y productos de madera, a expensas de las poblaciones locales y del planeta en su conjunto.
Quienes promueven las plantaciones como sumideros de carbono parecen haber olvidado que, para actuar como depósitos de carbono, los árboles deben:
- seguir creciendo, o
- ser transformados en productos durables, capaces de retener el carbono durante cientos de años, además de
- nunca permitirse la descomposición de la madera en ambientes anaeróbicos.
Nada de esto es lo que está sucediendo de modo significativo en lo que se refiere a las plantaciones con exóticas de rápido crecimiento.
Fuente: Tim Keating, Rainforest Relief.