Un policía fue internado de urgencia en el hospital de Medan con graves lesiones en la cabeza tras ser golpeado durante un enfrentamiento acaecido el lunes 23 de noviembre pasado entre fuerzas de seguridad y la población local de Porsea, al norte de Tapanuli, en Sumatra del Norte. Otro policía sufrió heridas en la espalda y la pierna. Un vehículo patrullero de la policía y el automóvil de un representante del gobierno fueron destruídos por la multitud, en tanto otros tres vehículos, junto a 23 viviendas y negocios fueron destrozados y quemados. Un portavoz de la ONG local KSPPM dijo que cuatro de los pobladores quedaron con heridas en la pierna, producidas por balas de caucho.
La violencia se suscitó luego de que el domingo 22 otro habitante de Porsea fuera alcanzado por un disparo. Miles de pobladores se lanzaron a la calle y quemaron quince vehículos usados en operaciones forestales. Otros vehículos, así como casas y negocios, también resultaron dañados. Esa noche las fuerzas de seguridad impedieron a la multitud acercarse a la fábrica de papel y rayón de Indorayon en Sosor Ladang, en las afueras de Porsea. Pero al día siguiente, cuando el número de los manifestante ya había alcanzado unos 5.000, intentaron nuevamente aproximarse y ahí fue cuando los disparos policiales alcanzaron a cuatro personas. A consecuencia de la violencia desplegada por las fuerzas de seguridad la multitud se dispersó.
Este incidente se enmarca en la prolongada disputa que enfrenta a la comunidad local y la empresa Indorayon. Los pobladores han reclamado reiteradamente desde 1989, frente a los gobiernos local y central, de que la fábrica sea clausurada debido a los efectos ambientales negativos que provoca, vale decir contaminación y deforestación. Los trabajadores de Indorayon realizaron hace poco una contra-demostración de cinco días de duración en Medan, pidiendo que la fábrica permanezca abierta, para salvar sus puestos de trabajo. El gobierno ordenó la realización de una auditoría independiente para dirimir la disputa. Como parte del proceso, se autorizó a la fábrica a reanudar sus operaciones luego de tres meses de haber estado cerrada. Esta medida, junto a la presencia de grandes contingentesde fuerzas de seguridad, provocó la ira de la población local.
El profesor. Daud Silalahi , ex-asistente del Ministro de Medio Ambiente y docente de leyes en Bandung acusó a Indorayon de haber violado seriamente las leyes de control de contaminación del aire y del agua desde 1990. Afirmó también que los intentos de los sucesivos ministros de Medio Ambiente para sancionar legalmente a la compañía no tuvieron éxito debido a las manipulaciones imperantes a nivel tanto del gobierno local como del central.
Fuente: Kompas 24/11/98 (Resumen y traducción a cargo de Down to Earth).