Jaakko Poyry es uno de los actores implicados en la creación de condiciones favorables para el establecimiento de plantaciones. Esta compañía consultora fue fundada hace 40 años en Finlandia. Creció paralelamente al boom del sector forestal en Escandinavia con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, circunstancia en la cual Finlandia, Suecia y Noruega se convirtieron en superpoderes de la industria forestal. Jaakko Poyry estaba allí, prestando su ayuda. Su papel consistió en proveer su especial competencia en la planificación de fábricas de pulpa y de papel, plantaciones, operaciones de madereo e industriales. Al principio sus clientes eran Suecia, Finlandia, Noruega y el resto de Europa. Pero en las dos últimas décadas comenzó a expandirse en todo el mundo, siguiendo las presiones por expandir las plantaciones en el Sur y por explotar los bosques del Sur. Este fenómeno es el resultado de tales presiones, pero también constituye uno de los factores que facilitaron ese movimiento hacia el Sur. Porque como firma consultora, Jaakko Poyry juega un importante rol en juntar la tierra con la maquinaria, los funcionarios gubernamentales con los ejecutivos, los consultores con los Departamentos Forestales, de manera que la tierra se convierta en un insumo útil para la industria forestal de la pulpa y el papel.
Su papel principalmente en el Sur -aunque obviamente también en el Norte- es antes que nada de carácter político. Si bien se propagandean como "técnicos", su función principal es, por lejos, la de establecer contactos, vincular a la gente, relacionar a la industria con los gobiernos, vender maquinaria para la industria de la pulpa y el papel, vender maquinaria de origen escandinavo a otros países, vincular a la tecnología con la infraestructura política en cada país. Esto es básicamente lo que hace la compañía, que cuenta con oficinas en 25 países del mundo y emplea alrededor de 5.000 personas.
Indonesia constituye un claro ejemplo de cómo se mueve Jaakko Poyry. Primero fue contratada por el Banco Mundial para realizar informes, evaluaciones y planificación de todo el sector forestal del país. Ello derivó en la consecusión de contratos para apoyar a determinadas compañías dedicadas a las plantaciones y a la industria forestal en dicho país, donde actualmente se están construyendo muchas fábricas de pulpa.
En 1988 la consultora hizo un estudio de los recursos madereros de Indonesia para el Banco Asiático de Desarrollo (ADB), con el fin de identificar sitios aptos para el desarrollo de la industria de la pulpa en ese país. Como resultado de ese estudio hoy en día hay en Indonesia 65 fábricas de pulpa cuya instalación está planeada, además de otras 15 ya con permiso de operar. Desde entonces, las agencias gubernamentales finlandesas han suministrado garantías, préstamos bancarios, asesores técnicos y equipos para el desarrollo del sector pulpa y papel en Indonesia, lo que incluye la instalación de plantaciones, así como de fábricas de pulpa que de ellas obtienen su materia prima. Posteriormente otras agencias y compañías finlandesas se beneficiaron de ello.
Jaakko Poyry se encargó del estudio de factibilidad de Indorayon en el norte de Sumatra. Asimismo asesoró y supervisó las plantaciones, la instalación del vivero y del equipo que siguió a dicho estudio. Participó también en el proyecto de Indah Kiat, un enorme complejo ubicado en Riau, que comprende fábricas de pulpa y papel. Lo mismo para la instalación de la planta de Riau Andalan, iniciativa de la que forma parte UPM/Kymmene, compañía también finlandesa. Jaakko Poyry ha participado también en la instalación de la controvertida fábrica de pulpa PT TEL, así como en el proyecto de Finantara Intiga en Kalimantan Occidental, que es una joint venture entre ENSO -la agencia estatal forestal de Finlandia- y la compañía indonesia de cigarrillos Gutam Garang. Para dicho proyecto se estableció una extensa plantación y se planea construir una fábrica en Kalimantan Oriental.
Los anteriores son apenas algunos ejemplos de proyectos para la industria de pulpa y de las plantaciones de la que ésta depende, que fueron posibles por la actividad desplegada por Jaakko Poyry. Actualmente estas fábricas están utilizando madera proveniente de las selvas, ya que las plantaciones todavían no han alcanzado su turno de corta. En el caso de Indorayon, las plantaciones sí ya están maduras, pero antes de instalarlas se destruyó la selva. Solamente en el caso de Finantara Indiga las plantaciones fueron realizadas previo a la construcción de la fábrica. Pero lo más común es que recorran el camino inverso: primero construir la fábrica, luego obtener la concesión para la explotación de madera, cortar la selva a talarrasa y finalmente establecer la plantación.
A pesar de los hechos mencionados -que, como se señaló, son apenas una muestra en un sólo país- Jaakko Poyry está intentando promoverse ahora como una consultora "verde". Sin embargo, sus actividades están siendo cuestionadas no sólo por la gente directamente afectada, sino también por ONGs en su propio país de origen, las cuales han organizado una serie de seminarios con el propósito de mostrar la realidad a la opinión pública finlandesa, de cuyo apoyo la compañía depende en gran medida.