Aún cuando la condición de la Cuenca del Congo ha sido menos publicitada que la Amazonía, la deforestación en los seis países que la conforman (Camerún, República Centroafricana, Congo, República del Congo, Guinea Ecuatorial y Gabón) es alarmante. El 11 de setiembre de 2001, Amigos de la Tierra y la ONG Forests Monitor presentaron a la prensa varios estudios de caso sobre los impactos sociales, ambientales y económicos de las empresas forestales europeas que realizan actividades en África Central (el estudio completo en inglés "The need to control transnational forestry corporations: a European case study" "La foret prise en otage".
La ONG Forest Monitor se ha dedicado a estudiar el caso de la Cuenca del Congo, para lo cual realizá un estudio del impacto de las industrias europeas sobre los bosques. El estudio revela que más de 11 millones de hectáreas son explotadas actualmente por empresas de capitales europeos, de las cuales la mayoría son francesas. Además, Francia es el principal importador europeo de madera proveniente de la Cuenca del Congo, con 19% de las importaciones.
Las prácticas de las empresas de los grupos franceses (Bollorí, Rougier, Thanry, Interwood, Pasquet) son particularmente inquietantes. Dichas empresas generalmente operan sin ningún plan de manejo forestal y rara vez respetan la legislación vigente. La explotación fuera de los límites de la concesión, la corta sin respetar los diámetros mínimos de explotación establecidos, la explotación de especies amenazadas, son prácticas corrientes para este conjunto de empresas.
Con relación a los retornos económicos y sociales de la explotación industrial, las conclusiones son igualmente preocupantes. Los promotores de la industria forestal la presentan como la mejor opción de desarrollo para los bosques de África Central, poniendo el acento en los beneficios directos que representa la generación de empleo y por la construcción de infraestructura en la forma de escuelas, centros de atención médica e iglesias. El informe revela una realidad más compleja y mucho menos positiva. En 1999, aún cuando el valor de la madera importada por la Unión Europea proveniente de los países de África Central fue de 609 millones de dólares, las comunidades locales muy poco o nada recibieron de ese dinero. Es así como las grandes empresas europeas continúan apropiándose de los recursos forestales africanos.
Hoy en día, la Unión Europea es el principal importador de madera tropical proveniente de la Cuenca del Congo, con el 63 por ciento de las importaciones (datos de 1999). "Los países europeos consumidores deben reconocer su responsabilidad y adoptar medidas concretas para erradicar la producción y el comercio ilegal de madera, entre otras cosas prohibiendo la importación de esa madera e imponiendo sanciones pecuniarias gravosas a aquellas empresas europeas involucradas en ese tipo de comercio", declaró Samuel Nguiffo, de Amigos de la Tierra Camerún.
Artículo enviado por: Frederic Castell, Amigos de la Tierra-Francia.