En el medio de la mayor área continua de Mata Atlántica del país, en el sudoeste de San Pablo, investigadores de la Universidad de San Pablo y de la Universidad Estatal de Campinas acompañan los cambios en las comunidades quilombolas de la región desde 2003. Estudios recientes de este grupo fortalecieron la idea de que el método de plantación adoptado por las comunidades quilombolas – generalmente visto como agresivo por implicar la tala y la quema de áreas de vegetación nativa -, tiene bajo impacto sobre los bosques y los animales, tal como lo habían venido afirmando los propios agricultores. Por medio de sensores enterrados en el suelo, se confirmó que el fuego utilizado para abrir un área de agricultura quema principalmente las hojas y ramas finas. Es decir, el 85% de la vegetación resiste y los nutrientes permanecen en el suelo. Las rozas, criticadas por ser supuestamente perjudiciales a la biodiversidad de los bosques, pueden incluso servir de fuente de alimento para algunos animales del bosque.
Vea el artículo del Operamundi en portugués en:
http://operamundi.uol.com.br/conteudo/samuel/40910
/sem+abandonar+tradicoes+comunidades+quilombolas+
transformam+relacao+com+territorio+no+vale+do+
ribeira.shtml