Con fecha 6 de marzo el Ministerio de Justicia de Brasil finalmente decidió demarcar sólo 2.571 hectáreas adicionales para los Tupinikim y Guaraníes. Los argumentos manejados por el Ministerio desconocen todos los estudios realizados hasta el momento por FUNAI, que reconocen la necesidad de la extensión territorial en 13.579 hectáreas, tal como lo solicitan los pueblos indígenas. La decisión del Ministerio coincide totalmente con la propuesta presentada el 18 de febrero ppdo. por Aracruz Celulosa a los indígenas. Ello demuestra claramente que las autoridades actúan defendiendo los intereses de la compañía. La Comisión de los Tupinikim y Guaraníes declaró que rechazaba esta decisión y anunció inmediatas acciones de resistencia.
En efecto, temprano en la mañana del 11 de marzo aproximadamente 300 Tupinikim y Guaraníes ingresaron en las plantaciones de eucaliptos de Aracruz Celulosa y comenzaron la demarcación de las 13.579 hectáreas reclamadas a lo largo de los últimos cuatro años. En esta accción fueron acompañados por varios cientos de personas que les brindaron apoyo, entre ellas alrededor de 160 miembros del “Movimento dos Sem Terra” (MST - organización de campesinos brasileños sin tierra), representantes de varios sindicatos encabezados por el Presidente de la “Central Unica de Trabalhadores” (CUT), tres miembros del Parlamento del Estado de Espirito Santo, líderes del “Partido dos Trabalhadores”, representantes de la Iglesia, de organizaciones de Derechos Humanos, etc. También estaban presentes enviados de medios de comunicación nacionales y de Noruega.
A medida que cortaban los eucaliptos, los Tupinikim y Guaraníes tomaban coraje entonando cantos y realizando danzas tradicionales. Al principio no hubo acción policial contraria a la demarcación. Llegaron al lugar representantes de la FUNAI, quienes procuraron detener la acción, ofreciendo que los indígenas negociaran con Aracruz, lo cual fue rechazado con firmeza.
La propia empresa tampoco aceptó la decisión del Ministerio y apeló a la Justicia. Ellos discrepan con el criterio ministerial de que los indígenas tienen derechos tradicionales que los amparan para recibir de nuevo sus tierras. Aracruz Celulosa logró una decisión judicial favorable a sus intereses. En primer lugar las áreas de su propiedad han de ser defendidas de los “invasores”. Por otra parte el MST, así como las otras personas y organizaciones que están apoyando la lucha de los indígenas deben abandonar el lugar.
La compañía propuso también a las autoridades indígenas que, en caso de que ambas partes aceptaran la decisión del Ministerio y se detuviera la demarcación de las tierras, Aracruz financiaría un "programa de asistencia" por un lapso de diez años, con lo que se evitarían futuros problemas. Naturalemente los indígenas desconfían de esta propuesta, a la que respondieron que si bien tenían el propósito de sentarse a discutir con Aracruz, querían simultáneamente continuar la demarcación.
Luego de algunos días, como forma de intimidar a los indígenas y recuperar el territorio demarcado, la Policía Federal detuvo y sometió a largos interrogatorios a varias personas de las que están apoyando la lucha. El caso más grave registrado hasta el momento es la decisión de expulsar del país al misionero de CIMI Winfried Overbeek, careciéndose de una acusación seria que fundamente tal resolución.
Fuente: CIMI, Marzo de 1998.