Los defensores de las plantaciones industriales de árboles alegan que las plantaciones son “reforestación” que aumenta la superficie de bosque, brinda empleo a la población local o reduce la presión sobre los bosques naturales. La realidad de Camboya demuestra que estos argumentos son pura propaganda.
El primer ministro de Camboya, Hun Sen, ha otorgado en concesión grandes superficies de tierra, muchas veces a sus amistades y relaciones comerciales. Aunque la Ley de Tierras de 2001 de Camboya limita la superficie de las concesiones a 10.000 hectáreas, muchas de las concesiones superan por lejos esta extensión.
En noviembre de 2004, Peter Leuprecht, representante especial para los derechos humanos en Camboya del secretario general de Naciones Unidas, publicó un informe sobre las concesiones de tierras desde la perspectiva de los derechos humanos. En el prólogo, Leuprecht escribió: "Me encontré con una situación chocante. Los derechos sobre la tierra otorgados a las empresas se parecen mucho a la propiedad. Sin embargo [las empresas] tienen poca o ninguna consideración por el bienestar y contribuyen poco, si contribuyen, a las rentas generales del Estado. He concluido que las políticas son incorrectas. No están reduciendo la pobreza en Camboya y permiten la continuación del saqueo de sus recursos naturales".
Las recientes investigaciones encargadas por el WRM en las provincias de Koh Kong, Pursat y Kompong Chhnang confirmaron los problemas.
Las comunidades locales se enteraron del plan de establecer una plantación de acacias de 18.300 hectáreas en el parque nacional de Bokum Sakor cuando una caravana de camiones y excavadoras irrumpió en el parque en marzo de 2004. La empresa que tiene la concesión, Green Rich (actualmente conocida como Green Elite) es propiedad de Freeland Universal Limited, una empresa registrada en las Islas Vírgenes británicas con oficinas en Hong Kong. Las oficinas de Hong Kong de Asia Pulp and Paper figuran con la misma dirección que Freeland Universal Limited.
Green Rich estableció un campamento maderero dentro de Bokum Sakor, en una zona de bosque primario de melaleuca, en la margen sur del río Prek Khai. Los trabajadores empezaron a talar el bosque, construir oficinas y casas y establecer los cimientos de una planta para la producción de astillas (chips) de madera. Green Rich no contaba con las aprobaciones necesarias exigidas por la Ley Forestal, la Ley de Protección de los Recursos Naturales y el decreto relativo a las evaluaciones de impacto ambiental. La empresa taló varios cientos de hectáreas de bosque de melaleuca y mangle, dentro de un parque nacional.
Las condiciones de trabajo eran espantosas. Green Rich recurrió a subcontratistas madereros del noreste de Camboya para llevar trabajadores y equipo a Bokum Sakor. Los subcontratistas inflaron los precios del agua y los alimentos para los trabajadores, muchos de los cuales se encontraron con que permanentemente tenían que pedir dinero prestado a los subcontratistas para poder sobrevivir. Muchos trabajadores huyeron, cruzando a nado el río Prek Khai por la noche o caminando kilómetros y kilómetros por el manglar. Decenas de trabajadores pudieron escapar gracias a la ayuda de trabajadores por los derechos humanos y la policía local.
En mayo de 2004, Mok Mareth, ministro de Medio Ambiente, ordenó a la gerencia de Green Rich el cese de todas las actividades hasta no haber presentado la evaluación de impacto ambiental. Green Rich ignoró la orden y continuó las operaciones. Por fin en diciembre de 2004 el Ministerio de Medio Ambiente anunció que iniciaría un proceso contra Green Rich por US$ 1 millón en concepto de daños y compensaciones. El proceso fue abandonado cuando a fines de 2005 el ministro de Agricultura, Bosques y Pesca declaró al tribunal que había autorizado a la empresa a llevar a cabo sus operaciones.
En 2004 comenzaron también las operaciones de plantaciones de la empresa china Wuzhishan en las provincias de Pursat y Kompong Chhnang. En 1997, Pheapimex, la empresa camboyana socia de Wuzhishan, obtuvo una concesión de 300.000 hectáreas para una plantación de eucaliptos, en medio de un período de desorden poco después de un golpe mediante el cual Hun Sen desbancó a su compañero de coalición Norodom Ranariddh. También fue durante ese período que Green Rich firmó el acuerdo para su concesión. Wuzhishan, Pheapimex y Green Rich tienen vínculos estrechos con el primer ministro o su entorno.
Las concesiones de Pheapimex abarcan el 7% de Camboya; la empresa tiene los derechos de todos los yacimientos de oro (salvo uno) del país. En el historial de Pheapimex figuran actividades de madereo ilegal, evasión fiscal y de regalías y haber obligado a los residentes locales a entregar los bosques de los que dependen.
En 2000, cuando Pheapimex empezó a talar una zona de bosque comunitario de la Comuna Ansar Chambok, provincia de Pursat, los pobladores resistieron con éxito, presentando demandas para exigir al gobierno que hiciera valer la ley y cortando físicamente la carretera que lleva al bosque. Durante tres años Pheapimex no hizo más trabajos en el lugar.
Sin embargo, en noviembre de 2004 cientos de trabajadores de Wuzhishan llegaron a Ansar Chambok. Empezaron a cortar el bosque, construir carreteras dentro del bosque y montar un vivero de árboles. En la vecina provincia de Kompong Chhnang se vieron escenas similares.
"Tengo ocho hijos. Si el bosque se va y me quitan mi tierra, no tendré nada para ellos", dijo a los investigadores una persona de la aldea. Una vez más, los pobladores de Ansar Chambok intentaron detener la destrucción de su bosque comunitario. Organizaron la vigilancia de la maquinaria para impedir que las excavadoras entraran a la zona de la concesión. Una noche alguien tiró una granada en medio de un grupo de aldeanos que dormían, hiriendo a ocho de ellos.
La policía local acusó a los aldeanos de haber lanzado la granada contra sí mismos. El primer ministro restó importancia al incidente, calificándolo de golpe publicitario: "El propósito del ataque con la granada, que dejó algunos heridos y ningún muerto, apuntaba simplemente a amplificar su propaganda".
La recolección de resina es una de las fuentes de ingresos más importantes de los aldeanos. Wuzhishan les cortó sus árboles de resina. "Tengo miedo de perder todo. Tengo tres hectáreas de tierras, pero el jefe de la aldea me dijo que todas están en la concesión. Tenía 50 árboles de resina, pero ahora quedan solamente 20. La semana pasada me cortaron 30 árboles", dijo a los investigadores un recolector de resina.
Los trabajos han vuelto ha detenerse, al menos por el momento. En marzo de 2005, Wuzhishan despidió a sus trabajadores y retiró la maquinaria pesada de sus sitios en Pursat y Kompong Chhnang.
Por Chris Lang, correo-e: http://chrislang.org