La imaginación de los tecnócratas parece no tener límites. Su sentido común, en cambio, da la impresión de estar extremada y crecientemente debilitado. Nosotros, como personas atrasadas, nos vemos sorprendidos constantemente por sus brillantes ideas, y hasta llegamos a dudar, de forma nada científica, de su salud mental.
Tal el caso del Dr. Klaus Lackner, físico de la Universidad de Columbia que ha inventado un árbol artificial el cual, según él, es mucho mejor que el obviamente limitado árbol real.
Su pensamiento puede parecer un tanto simplista, pero está indudablemente adaptado al pensamiento monocultural prevaleciente de muchos de sus colegas así como de los negociadores del clima que inventaron el mentado "Mecanismo de Desarrollo Limpio", en el que se incluye a las plantaciones de árboles para actuar de "sumideros de carbono" como solución al cambio climático.
Según este enfoque reduccionista, un árbol es simplemente un dispositivo que absorbe dióxido de carbono de la atmósfera. No tiene nada que ver con la belleza o la biodiversidad, la cultura o el medio ambiente. Un árbol es fotosíntesis y captación de carbono. Sin embargo, los árboles no hacen el trabajo tan bien: no absorben tanto carbono, y con el paso del tiempo tienden a morir y a liberar el carbono que almacenaban. Un mecanismo muy imperfecto desde el punto de vista tecnocrático.
¡Pero la ciencia y el Dr. Lackner están aquí para mejorar los árboles! El doctor ha inventado un árbol artificial que hace el trabajo de forma más eficiente. Aunque el árbol artificial no es particularmente atractivo --su inventor lo describe como un arco de fútbol con cortinas venecianas-- Lackner dice con orgullo que "haría el trabajo de un árbol real. Extraería el dióxido de carbono del aire, tal como lo hacen las plantas durante la fotosíntesis, pero reteniendo el carbono sin liberar oxígeno". Es perfecto. ¿A quién le importan esos antiguos e imperfectos organismos con follaje?.
Por consiguiente las buenas noticias son que las personas podrían incrementar el uso de los automóviles, cuyas emisiones de dióxido de carbono serían absorbidas por el árbol artificial. Se podría colocar uno pequeño como un aparato de televisión en el jardín y así compensar el dióxido de carbono emitido por una persona o familia. Nadie se sentiría culpable por contaminar la atmósfera o contribuir al cambio climático. Las grandes compañías podrían plantar bosques enteros. Y aún más importante, las compañías petroleras podrían seguir haciendo sus negocios -y las guerras asociadas- como siempre. Este logro merece claramente el reconocimiento de la humanidad
Además, el Dr. Lackner también crearía rocas como un sub-producto: y ¡rocas es lo que este mundo realmente necesita!. Esto tiene que ver con el almacenamiento del carbono secuestrado por los "árboles". Mientras trabajaba en el Laboratorio Nacional Los Álamos del Departamento de Energía de los Estados Unidos, su equipo trabajó en un método de almacenamiento basado en un proceso químico natural conocido como "rock weathering". Cuando el CO2 se combina con el magnesio crea rocas de carbonato las cuales, según el Dr. Lackner, retienen el carbono en forma permanente y segura.
¡Imagínense! ¡Un mundo cubierto de árboles artificiales "creciendo" en medio de jardines de "rocas"! Ciertamente, esperemos que la capacidad inventiva del Dr. Lackner abarque también otras áreas. Por ejemplo, podría crear mariposas y aves artificiales que también podrían absorber CO2 al posarse sobre los árboles. Las posibilidades son ilimitadas. El absurdo crece exponencialmente.
Artículo basado en información obtenida de : "Synthetic trees could purify air", por Molly Bentley, BBC News 21 February 2003 (http://news.bbc.co.uk/1/hi/sci/tech/2784227.stm, enviado por Daily Grist Magazine, http://www.gristmagazine.com/