La mina Ambatovy, una masiva operación de ocho mil millones de dólares (en valor actual), está destinada a extraer níquel y cobalto del rico suelo de Madagascar. Se ha afectado directamente un bosque de 2.500 hectáreas y algunos hogares fueron desplazados como consecuencia de los controvertidos acuerdos de compensación que dividieron a la comunidad. Además de numerosas quejas sobre los impactos en el ambiente local, en 2012, el mal funcionamiento de una válvula provocó una fuga de dióxido de azufre, y 50 personas en la instalación resultaron envenenadas. Desde entonces han ocurrido tres incidentes similares. Las preocupaciones ambientales en torno al proyecto Ambatovy continuaron creciendo. El Banco Europeo de Inversiones, propiedad de los Estados miembros de la Unión y con participación en varias minas en África, proporcionó el ocho por ciento de la inversión de este proyecto, con un préstamo de 305 millones de dólares. Puede leerse (en inglés) el artículo que forma parte de una serie especial sobre este Banco en el siguiente enlace:
https://www.eibinafrica.eu/a-tale-of-reverse-development/#footer