La Marcha Mundial de Mujeres durante las negociaciones de la ONU sobre clima en Perú mostró su solidaridad activa con Máxima Acuña, quien enfrenta un proceso judicial por su resistencia a la empresa transnacional minera Yanacocha, en Cajamarca (norte de Perú). La empresa ha presentado cargos por usurpación agravada, y el juez decretó en primera instancia una pena de 2 años y 8 meses, una multa y el despojo del terreno del cual es poseedora y propietaria. Máxima Acuña es una campesina que hoy simboliza la lucha de una gran diversidad de mujeres que resisten al avance del extractivismo sobre sus territorios. En ella vemos a las campesinas, mujeres, luchadoras que están siendo criminalizadas por defender sus vidas y sus formas de vida. Desde sus luchas en países como Colombia, El Salvador, Ecuador, Perú, Mozambique, las mujeres expresaron su solidaridad al mismo tiempo que la coincidencia en la mirada de que la lógica de ocupación de los territorios es la misma en todas las partes. Lea el artículo completo en:
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