Desde hace aproximadamente una década, todos los años hay escasez de papel en Vietnam. Este año no es la excepción: en mayo
de 2008, los periódicos vietnamitas informaron que las editoriales e imprentas estaban teniendo problemas de abastecimiento, a pesar de que las dos principales fábricas de celulosa y papel del país, Bai Bang y Tan Mai, estaban funcionando al máximo de su capacidad y la importación de papel había aumentado abruptamente durante los primeros meses del año.
Una explicación posible es que los importadores estuvieran acumulando el papel en vez de venderlo, en espera de que subieran los precios del papel importado. En marzo se podía importar una tonelada de papel de Indonesia por US$ 650. En mayo, el precio llegó a US$ 800. Mientras tanto, las importaciones de papel de China habían disminuido, aumentando así la demanda por el papel importado de Indonesia.
En junio de 2008, las editoriales subieron los precios de los libros. Algunos ‘bestsellers’, como “El campo eterno” de Nguyen Ngoc Tu, aumentaron un 20 por ciento.
En setiembre de 2008, el Ministerio de Finanzas rebajó el impuesto a la importación de papel entre un 7 y un 12 por ciento, según el tipo de papel. La posición de la Asociación Vietnamita de Papel y Celulosa a este respecto no queda clara. Varios diarios anunciaron que la rebaja era el resultado de ciertas propuestas de la Asociación, pero el secretario general de ésta, Vu Ngoc Bao, dijo a la Agencia de Noticias de Vietnam que “la rebaja afectaría gravemente a los productores locales de papel, que están teniendo dificultades para disminuir los costos de producción frente al aumento del costo de los materiales. Los gigantes extranjeros como Japón, China, Estados Unidos y Corea del Sur, están poniendo en jaque la capacidad competitiva de los productores locales”.
Por otro lado, la Asociación está presionando para que el gobierno otorgue subsidios que alienten la inversión en la industria papelera. Esta industria puede cubrir hoy unos dos tercios de la demanda, y se supone que el país importará este año cerca de un millón de toneladas de papel, o sea 200.000 toneladas más que en 2007.
Vietnam tiene una serie de nuevas fábricas de celulosa y papel planeadas o en construcción. En setiembre de 2008, Pöyry ganó el contrato para construir una cadena de producción de celulosa de 250.000 toneladas por año en la fábrica de celulosa y papel de Bai Bang, en el norte de Vietnam. Está previsto que empiece a funcionar en 2010.
También en setiembre de 2008, la compañía papelera Tan Mai obtuvo permiso para construir cuatro nuevas fábricas: una papelera en la provincia de Dong Nai, una fábrica de celulosa y papel en la provincia de Quang Ngai, una fábrica de celulosa en la provincia de Lam Dong, y una fábrica de celulosa y papel en la Meseta Central de Vietnam. Estas instalaciones producirán un total de 550.000 toneladas de papel y 460.000 toneladas de celulosa por año.
La empresa papelera Tan Mai ha establecido 10.000 hectáreas de plantaciones en la provincia de Lam Dong para alimentar sus
fábricas de celulosa y papel. También está realizando un proyecto de plantación de 30 millones de dólares en el distrito de Di Linh de la provincia de Lam Dong. En mayo de 2008, la Lam Dong Paper Materials Enterprise, que forma parte de la compañía Tan Mai, obtuvo permiso para construir una “estación de ecoturismo” de 54 millones de dólares en el distrito de Di Linh. Según la Administración Nacional de Turismo de Vietnam, este centro denominado Kala Lake Resort incluirá un “complejo submarino, una zona de entretenimientos, un parque, un campo de golf, un hotel, un restaurante de alta categoría y una aldea comercial de la minoría étnica local”.
En marzo de 2008, la provincia de Kontum autorizó la realización de un proyecto de 67 millones de dólares para la plantación de 65.000 hectáreas. La compañía que está detrás de este plan, InnovGreen, tiene proyectos similares en cinco provincias vietnamitas y apunta a abarcar un total de 300.000 hectáreas con “plantaciones de alta calidad de acacia y eucalipto”, en lo que describe como “tierras desocupadas e improductivas”.
La compañía está utilizando al FSC (sigla en inglés del Consejo de Manejo Forestal) para dar un barniz ecológico a sus actividades. “Se aplicarán los criterios internacionales para plantaciones forestales del Consejo de Manejo Forestal, un sistema destinado a promover el manejo responsable de los bosques del mundo”, dijo el director general de InnovGreen, Wu Dean, refiriéndose a las plantaciones de la empresa en la provincia de Nghe An. Sin embargo, ninguna de las plantaciones de InnovGreen ha sido certificada por el sistema FSC.
La plantación de eucaliptos es objeto de controversia desde hace mucho tiempo en Vietnam. El profesor Vo Quy, de la Universidad Nacional de Vietnam, a menudo considerado como el padre del movimiento ecologista vietnamita, dijo en 1991, durante un seminario sobre los impactos de las plantaciones de eucaliptos realizado en Hanoi: “Se ha vuelto ahora urgente realizar mayores investigaciones para reemplazar gradualmente la ‘canasta actual de eucaliptos’ por otra mezcla de especies de árboles más adaptada a las localidades en las que resulta indispensable efectuar plantaciones”.
Diecisiete años más tarde, la declaración de Vo Quy tiene un carácter aún más urgente, pero ya no se trata sólo de eucaliptos. Mientras Vietnam importa productos de papel, la exportación de astillas de madera desde una serie de aserraderos situados a lo largo de la costa ha aumentado rápidamente estos últimos años. La industria de la celulosa y el papel es una de las causas principales de la expansión del monocultivo de árboles en Vietnam. Quienes ganan son las empresas de celulosa y papel, pero las comunidades locales pierden su tierra y ven cómo sus ríos y pozos se secan.
Por Chris Lang, http://chrislang.org