REDD: una colección de conflictos, contradicciones y mentiras presenta un resumen de los informes de 24 proyectos o programas REDD con una característica en común: todos ellos presentan una serie de características estructurales que socavan los derechos de los pueblos de los bosques o no abordan verdaderamente la deforestación. Como proyectos de compensación, ninguno se ocupa de la crisis climática, porque, por definición, los proyectos de compensación no reducen el total de emisiones: la reducción de emisiones reivindicada en un lugar justifica que se emita más en otros lugares. Lo que se necesita, entonces, son reducciones generales y drásticas, en particular en los países industrializados. Las compensaciones, por definición, no pueden ayudar a lograr ese objetivo; son tan solo una distracción.
En esta publicación, los términos compensación de carbono forestal y proyecto REDD se utilizan indistintamente porque todos los proyectos referidos fueron diseñados para generar créditos de compensación de carbono. Los proyectos que anteceden a la introducción del término “REDD” (Reducción de emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques), si bien no utilizan el término en sus descripciones originales del proyecto, en otras etapas de la aplicación hicieron referencia al concepto “REDD”. Por lo tanto ambos términos son utilizados para referirse a proyectos que aspiran a restaurar o mantener el bosque a través de la generación de créditos de carbono que pueden ser vendidos para recaudar fondos para la aplicación del proyecto.