Luchas contra los monocultivos de árboles
La búsqueda de lucro por parte de las empresas impulsa el acaparamiento de tierras para el establecimiento de monocultivos industriales de árboles, los cuales conllevan la invasión violenta de los territorios y las vidas de las comunidades, la destrucción de sus bosques y la contaminación de las aguas. Cuando las comunidades resisten, las empresas tienden a responder agresivamente. A pesar de la extrema violencia, en todo el mundo las comunidades se organizan, resisten y unen fuerzas en defensa de sus territorios. Cada 21 de Septiembre se celebra el Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles.
La expansión de las plantaciones industriales de palma aceitera gestionadas por la empresa OLAM perjudicó de manera especial a la aldea de Sanga, en el sur de Gabón.
El 28 de setiembre la justicia chilena falló a favor de la comunidad Ignacio Huilipán, ubicada en la Comuna de Contulmo, región del Bio Bio.
Amigos de la Tierra Internacional y el Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM) lanzaron una declaración internacional de denuncia de la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible.
Con la adhesión de organizaciones en los cinco continentes, se difunde una declaración abierta que denuncia el fracaso de la RSPO en eliminar la violencia y la destrucción que generan los monocultivos de palma aceitera.
El sistema de certificación de la RSPO permite la expansión de la industria de la palma aceitera a la vez que maquilla de verde la destrucción y las violaciones a los derechos humanos cometidas por estas empresas.
La comunidad indígena guaraní Ysyry, en Misiones, Argentina, sufre graves hechos de violencia que le impiden hacer uso pleno de su territorio, lo que pone en riesgo su supervivencia. Organizaciones exigen a las autoridades locales que cese la hostilidad sobre la comunidad y se respeten sus derechos
En este 21 de septiembre, un mensaje de solidaridad y homenaje a las comunidades, organizaciones de base y activistas que luchan para detener las plantaciones de monocultivos de arboles.
En los últimos 10 años, mediante la organización y la lucha, familias del noreste argentino lograron recuperar tierra acaparada por la multinacional Arauco. Ahora, cultivan allí alimentos.