Luchas contra los monocultivos de árboles
La búsqueda de lucro por parte de las empresas impulsa el acaparamiento de tierras para el establecimiento de monocultivos industriales de árboles, los cuales conllevan la invasión violenta de los territorios y las vidas de las comunidades, la destrucción de sus bosques y la contaminación de las aguas. Cuando las comunidades resisten, las empresas tienden a responder agresivamente. A pesar de la extrema violencia, en todo el mundo las comunidades se organizan, resisten y unen fuerzas en defensa de sus territorios. Cada 21 de Septiembre se celebra el Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles.
La compañía OLAM se ha asegurado el acceso a 500.000 hectáreas de tierra en Gabón, un país con 85% de cobertura forestal, para el establecimiento de plantaciones de palma aceitera a gran escala. ¿Cómo puede entonces OLAM afirmar que sigue un compromiso de “cero deforestación”?
La construcción de la fábrica de Suzano Papel y Celulosa, junto con las carreteras aledañas, el constante transporte de madera y la afluencia masiva de trabajadores trajeron devastación a las poblaciones. Este es el testimonio de una mujer que lucha por el territorio
La empresa UPM exigió al gobierno uruguayo, como una condición para instalar su segunda fábrica celulósica, la construcción de una nueva vía férrea desde el sitio donde UPM planea ubicar su fábrica hasta el puerto.
Millones de hectáreas de zonas boscosas en Malasia han sido elegidas para desarrollar plantaciones de monocultivos - incluyendo plantaciones forestales -, aunque muchas de ellas aún no se han establecido en su totalidad. Todavía es posible detener la destrucción
La expansión de la palma en Wimbí ya es un hecho. Así también la extracción de madera, cuyo protagonista es el mismo traficante de tierras que permitió la entrada de la palmicultora Energy&Palma. Este nuevo ciclo de despojo amenaza la cultura y sobrevivencia de los comuneros