El 23 de julio de 2024, el presidente indonesio Jokowi plantó la primera caña de azúcar de otro megaproyecto en la regencia de Merauke, en la provincia de Papúa del Sur. Según afirma, el proyecto ayudará a abordar las crisis alimentaria y climática mundiales. Pero lo que parece ser es otro desastroso proyecto a gran escala que se ha puesto en marcha en Indonesia y Papúa –como el fallido proyecto MIFEE– y que pone en peligro los medios de vida de los pueblos que dependen de los bosques.
Las organizaciones Pusaka y LBH Papúa denuncian el último megaproyecto propuesto, entre otras cosas, por el acaparamiento fraudulento de tierras en el que participan 38 empresas privadas; la militarización de la región; el desprecio por los derechos de los pueblos indígenas y la presión sobre ellos para que acepten el proyecto, y la ausencia de estudios sociales y ambientales sobre el impacto del proyecto. Por más información, pueden consultar en inglés aquí y en indonesio aquí.