La historia de los últimos 500 años de este continente es una historia de saqueo de sus recursos y de explotación violenta de sus pueblos por parte de potencias extranjeras (en particular europeas) que se enriquecieron a costa del sufrimiento (y muerte) de millones de africanos y de la destrucción de sus recursos.
En ese proceso, las riquezas descubiertas por los primeros navegantes que llegaron a las costas africanas fueron el aliciente para que las distintas potencias europeas (Portugal, España, Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica) fueran invadiendo el continente y sometiendo a sus pueblos por las armas hasta llegar al robo completo de otorgarse el derecho de propiedad sobre esas tierras, e incluso sobre su gente, traficada como esclavos.
Los límites geográficos actuales de la mayoría de los países son el resultado de un proceso de lucha entre las propias potencias europeas, que nada tienen que ver con los territorios de las culturas nativas que poblaban el continente, que fueron desmembradas y amalgamadas de acuerdo con los intereses y posibilidades de los poderes coloniales. Las propias colonias de los invasores alemanes fueron fagocitadas por los poderes que los derrotaron en las dos grandes guerras desencadenadas para el reparto del mundo.
Entre las muchas formas que los invasores encontraron para apropiarse de los recursos del continente, una de las más típicas consistió en el establecimiento de grandes plantaciones (caña de azúcar, cacao, café, maní, tabaco, palma aceitera, caucho) basadas inicialmente en el trabajo esclavo y posteriormente en la semi-esclavitud.
Los monocultivos de árboles a gran escala no son sino una continuación de ese modelo de plantaciones que se inició con la colonización, que se continuó a través del neo-colonialismo post-independencia y que se profundiza hoy con la globalización.
Los monocultivos de árboles no aparecen por casualidad
La enorme diversidad geográfica de África, las diferentes situaciones post-coloniales, la guerra fría, las guerras civiles, los regímenes represivos o democráticos y los intereses de los poderes foráneos han sido todos factores determinantes en el establecimiento de distintos tipos de plantaciones en los distintos países. Para ilustrar lo anterior, cabe mencionar que:
- lo geográfico posibilitó o imposibilitó el desarrollo de ciertas especies en determinados ambientes, ya sea porque los suelos, o la radiación solar, o la temperatura, o la disponibilidad de agua fueran o no los adecuados para la especie en cuestión.
- La situación post-colonial implicó en algunos casos la ruptura con la antigua metrópoli, en tanto que en otros la situación permaneció casi incambiada, con implicancias en cuanto a la presencia o ausencia de empresas y mercados vinculados a las distintas plantaciones
- La llamada guerra fría en algunos casos resultó en el rompimiento con las antiguas metrópolis y en el establecimiento de regímenes vinculados a la ex Unión Soviética, a China o a Cuba, lo cual también implicó cambios productivos vinculados a los nuevos mercados
- Las guerras civiles (en muchos casos vinculadas a luchas entre las grandes potencias) desincentivaron inversiones a largo plazo
- Los regímenes represivos facilitaron (a través de la represión) la apropiación de tierras de las comunidades locales para destinarlas a plantaciones, en tanto que los más abiertos dejaron espacios para la resistencia frente al despojo.
- Las necesidades de materias primas de los poderes centrales vinculados a los distintos países determinaron su apoyo al establecimiento de determinados tipos de plantaciones en desmedro de otras.
Igualmente importante en cuanto a la expansión de ciertos tipos de plantaciones en determinados países ha sido el papel jugado por instituciones como el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional, que a través de sus créditos e imposiciones en materia de política económica promovieron la privatización de las empresas estatales y un modelo de plantaciones a gran escala orientado a la exportación.
En todos los casos, la FAO ha cumplido un papel esencial a través de la imposición de la mal llamada “Revolución Verde”, que validó a los monocultivos y al paquete acompañante de agrotóxicos como la única alternativa para el desarrollo del sector agrícola y forestal. Los monocultivos de árboles son parte integrante de ese modelo y la FAO ha también jugado un papel esencial en su promoción al definirlos (en realidad, disfrazarlos) como “bosques”.
También merece ser destacado el rol de organismos bilaterales de “cooperación” (en particular de Europa y Estados Unidos), en la promoción de determinados tipos de plantaciones en diferentes países del continente.
La combinación de todos esos factores (ambientales, políticos, ideológicos y económicos) dio lugar al actual mapa de monocultivos en África, entre los que vamos a centrarnos exclusivamente en las plantaciones de eucaliptos, pinos, palma aceitera y caucho.
Eucaliptos y pinos en África
En África del sur se concentran plantaciones a gran escala de eucaliptos y pinos, especialmente en Sudáfrica, Swazilandia y Zimbabwe, si bien también se están expandiendo en Mozambique. Hay superficies más pequeñas en Angola, Zambia, Malawi y Tanzania, así como una gran plantación de eucaliptos en República del Congo, establecida por Shell Petroleum en la década de 1990 y ahora de propiedad de la empresa canadiense MagForestry.
En Sudáfrica, las mayores superficies se encuentran en las provincias de Mpumalanga, KwaZulu-Natal y Eastern Cape, abarcando 1,5 millones de hectáreas de tierra. Además, se estima que 1,6 millones de hectáreas han sido invadidas por especies de las plantaciones industriales, como acacias, eucaliptos y pinos.
Si bien el área plantada en Swazilandia es mucho menor (100.000 hectáreas), ocupa un gran porcentaje de la superficie territorial del país (9%) y esto se agrava por el hecho de que esas plantaciones ocupan las mejores tierras agrícolas. En el caso de Mozambique hay grandes plantaciones que aún están en su etapa inicial, pero existen planes de establecer grandes superficies de plantaciones para celulosa, madera aserrada y agrocombustibles.
La industria está dominada en la región por dos grandes empresas sudafricanas de celulosa y papel: Mondi y Sappi, con plantaciones y fábricas de celulosa en Sudáfrica y Swazilandia, así como actividades de fabricación de papel en todo el mundo. Las especies seleccionadas para las plantaciones han cambiado de principalmente de acacias (plantadas para la extracción de tanino y chips de madera) y pinos (para aserradero), a eucaliptos para la producción de celulosa y papel.
Es interesante señalar que, a pesar de sus graves impactos sociales y ambientales, la inmensa mayoría de tales monocultivos (en Sudáfrica y Swazilandia) han sido certificados como “ambientalmente adecuados y socialmente beneficiosos” por el FSC.
Palma aceitera: de especie natural y uso tradicional a monocultivos para agrodiesel
En África central y occidental, una región donde la palma aceitera crece de forma natural, existe una larga tradición de uso de este árbol. Hasta ahora, gran parte del aceite de palma utilizado por las comunidades locales se obtiene a partir de la recolección de los frutos de los árboles de palma existentes y su procesamiento se basa en técnicas artesanales tradicionales. Lo mismo es aplicable al jabón y al vino de palma. Es común que las mujeres desempeñen un papel central tanto en el procesamiento como en la comercialización del aceite de palma, mientras que en todos los casos la tarea de recolectar la fruta la realizan los hombres.
Tanto durante el periodo colonial como después de la independencia, en muchos países de la región se establecieron grandes plantaciones y fábricas para el procesamiento de sus frutos. Si bien en épocas coloniales el destino fue principalmente la exportación del fruto y del aceite de palma, más tarde se orientaron a abastecer el mercado interno con aceite de palma y jabón.
El reciente auge de los agrocombustibles basados en el aceite de palma ha generado fuertes incentivos a la inversión extranjera en más de una docena de países, con el objetivo de producir grandes cantidades de aceite para su conversión a biodiesel. Lo que sigue es un breve resumen de los principales proyectos de inversión identificados en un estudio llevado a cabo recientemente por el WRM, (1) el cual muestra un proceso generalizado de apropiación de enormes extensiones de tierras por parte de empresas extranjeras, cuyo interés central es la producción de agrocombustibles para su consumo en el norte.
Angola
- El Grupo Atlântica (Portugal), a través de la empresa AfriAgro ha logrado acceso a unas 5.000 hectáreas de tierra (con posibilidad de acceder a 20.000) para producir biodiesel.
- El Consorcio italiano ENI (en alianza con la brasilera Petrobras) ha logrado un acuerdo con el gobierno para que éste promueva la plantación de palma para abastecerse de materia prima para la producción de biodiesel.
Camerún
- El principal actor en este país es desde hace muchos años el grupo francés Bolloré, que produce el 80% de la producción nacional de aceite de palma y tiene unas 40.000 hectáreas de plantaciones en manos de sus empresas SOCAPALM, SAFACAM y Ferme Suisse. El grupo también tiene plantas industriales y recientemente ha declarado su interés en la producción de biodiesel.
República del Congo
- La empresa española Aurantia anunció su intención de invertir en plantaciones de palma para biodiesel.
- La empresa italiana de energía ENI logró acceso a unas 70.000 hectáreas de tierra para plantar palma aceitera.
- La empresa de energía Fri-El Green, también italiana, firmó un acuerdo para la plantación de 40.000 hectáreas con palma aceitera.
República Democrática del Congo
- La empresa GAP (Groupe agro-pastoral), perteneciente al Grupo Blattner, posee 10.000 hás de plantaciones.
- La compañía canadiense TriNorth Capital anunció que su filial Feronia había comprado la empresa Plantations et Huileries du Congo a UNILEVER. De las 100.000 hectáreas en su poder plantaría unas 70.000 con palma.
- ZTE Agribusiness Company Ltd, una empresa china, anunció su intención de establecer una plantación de 1 millón de hectáreas de palma.
Costa de Marfil
- PALMCI, propiedad conjunta del grupo francés SIFCA y de los grupos con sede en Singapur Wilmar International y Olam Internacional, posee 35.000 hectáreas de plantaciones industriales.
- La empresa belga SIPEF-CI adquirió 12.700 hectáreas de plantaciones industriales.
- PALMAFRIQUE, empresa perteneciente al holding financiero “Groupe L'Aiglon” dispone de 7.500 hectáreas de plantaciones.
Gabón
- La antigua empresa estatal Agrogabon fue privatizada y ahora está en manos de la empresa belga SIAT. Dispone de 6.500 hectáreas de plantaciones.
- Olam International, multinational con sede en Singapur, dispondría de 140.000 hectáreas de tierras para la plantación de palma. En el marco del mismo proyecto, otras 60.000 hectáreas serían plantadas por 3.000 empresarios locales
Gambia
- Hasta ahora solo se presentó un solo proyecto de plantación por parte de la empresa española Mercatalonia, pero no está claro si se va a llevar a cabo.
Ghana
- La empresa belga SIAT es hoy la principal accionista de Ghana Oil Palm Development Co., privatizada en 1995.
- Unilever es accionista principal de Oil Palm Plantation Limited, uno de los principales productores de aceite de palma de Ghana.
- Wilmar International (Singapur) pasó recientemente a ser la propietaria de Benso Oil Palm Plantation Limited
- La empresa noruega NORPALM (Norwegian Palm Ghana Limited), adquirió en 2000 las plantaciones de National Oil Palm Limited.
Liberia
- La empresa malaya Sime Darby firmó en 2009 un acuerdo de concesión sobre 220.000 hectáreas de tierra por 63 años. Unas 180.000 hectáreas serían plantadas con palma.
- Equatorial Palm Oil Company, empresa con sede en el Reino Unido, posee 169.000 hectáreas de tierra, de las que unas 10.000 ya han sido plantadas con palma.
- Golden Agri-Veroleum, una empresa indonesia, está culminando una negociación con el gobierno para el establecimiento de 240.000 hectáreas de plantaciones de palma.
Madagascar
Luego de un gran escándalo por un proyecto de asignación de más de 1 millón de hectáreas de tierras a la empresa sudcoreana Daewoo (de las que 300.000 iban a ser destinadas a la plantación de palma), dicho proyecto parece haber sido abandonado. Sin embargo, hay otros dos proyectos en proceso de aprobación:
- Sithe Global (empresa de energía de los Estados Unidos), que accedería a 60.000 hectáreas para la producción de biodiesel a partir de plantaciones de palma.
- Cultures du Cap Est, empresa financiada por un grupo de la India, contaría con un total de de 9.100 hectáreas para la plantación de palma.
Nigeria
- La empresa belga SIAT, a través de su subsidiaria Presco tiene unas 10.000 hectáreas de plantaciones, aparentemente para abastecer el mercado interno de aceite comestible.
- La empresa italiana Fri-El Green Power tiene una concesión de 11.300 hectáreas, con la posibilidad de extenderla a 100.000 hectáreas.
Sao Tome y Principe
- La empresa belgo-francesa Socfinco (parte del grupo Bolloré), a través de su subsidiaria Agripalma tiene una concesión de 5.000 hectáreas para la platación de palma aceitera. El objetivo es la producción de aceite d epalma para su ulterior procesamiento a biodiesel en Bélgica.
Sierra Leona
- La empresa Sierra Leone Agriculture, con sede en el Reino Unido, tiene una concesión de 41.000 hectáreas de tierra, 30.000 de las cuales serían plantadas con palma aceitera.
- El grupo portugués Quifel firmó acuerdos con comunidades locales para la plantación de palma aceitera, caña de azúcar y arroz. Se dedicaría un total de 40.000 hectáreas para la producción de agrocombustibles para exportación.
- La empresa Gold Tree, del Reino Unido, planea procesar los frutos de palma aceitera tanto de sus plantaciones como de las comunidades locales para la producción de biodiesel. El proyecto involucaría unas 40.000 hectáreas de tierra.
Tanzania
- La empresa belga FELISA tiene un proyecto que abarca 10.000 hectáreas de plantaciones, la mitad de las cuales son de su propiedad y el resto serían establecidas por pequeños agricultores locales.
- African Green Oil Limited tiene un proyecto de plantación de 20.000 hectáreas para la producción de aceite de palma.
- Tanzania Biodiesel Plant Ltd. tiene 16.000 hectáreas para ser plantadas con palma aceitera.
- InfEnergy Co. Ltd. tiene 5.800 hectáreas.
- La empresa malaya TM Plantations Ltd. Planea establecer plantaciones en Kigoma.
- Sithe Global Power, empresa estadounidense, planea establecer 50.000 hectáreas de plantaciones y refinar el aceite en el país.
- InfEnergy, del Reino Unido, tiene 10.000 hectáreas de tierra para plantar palma aceitera.
- Un grupo malayo aún no identificado planea plantar 40.000 hectáreas con palma aceitera.
Uganda
- Oil Palm Uganda Limited, propiedad de la empresa de Singapur Wilmar, en asociación con BIDCO, tiene una concesión de 10.000 hectáreas, pero el gobierno aceptó proporcionar 30.000 hectáreas más de plantaciones de palma aceitera conformadas por 20.000 hectáreas en régimen de fincas núcleo en torno a la empresa madre, y 10.000 hectáreas para pequeños propietarios subcontratados.
Plantaciones de caucho: otro monocultivo que se apropia de la tierra
En el caso de las plantaciones de caucho, África produce aproximadamente el 5% de la producción mundial de caucho natural, siendo los principales productores Nigeria (300.000 hectáreas), Liberia (100.000 hectáreas) y Côte d'Ivoire (70.000). Actualmente en muchos otros países africanos se están presentando y promoviendo nuevos proyectos de plantaciones de caucho.
Un actor muy importante en África parece ser la empresa francesa Michelin, con plantaciones de caucho en Nigeria, Côte d'Ivoire, Ghana y Benin. El Grupo Singaporian Golden Millennium posee 18.000 hectáreas de plantaciones en Camerún. En el caso de la compañía Bridgestone/Firestone, aparentemente tendría plantaciones solamente en Liberia.
Las plantaciones de Bridgestone/Firestone en Liberia sirven para ilustrar las condiciones de trabajo de las plantaciones de caucho en África. Lo que sigue son citas de un informe elaborado en 2008 por la ONG liberiana SAMFU. (2)
“Los caucheros trabajan unas 12 horas por día sin equipo de protección (guantes, lentes, botas de lluvia, impermeables y otros elementos de seguridad), a menos que lo compren ellos mismos. Deben cargar sobre los hombros desnudos el látex que producen, en dos baldes colgados de un palo, que pesan cada uno 70 libras [31,7 kg].
Esta forma primitiva de transportar el látex no ha cambiado desde 1926. Los trabajadores caminan hasta los puestos de pesaje, que pueden estar a tres millas de distancia [4,8 km] de los árboles, cargando 140 libras [63,4 kg] sobre sus hombros. Firestone no provee ningún otro medio de transporte. Los caucheros que se desloman realizando esta tarea corren el riesgo de sufrir daños y deformaciones con el paso del tiempo.
El cauchero se despierta cada mañana a las cuatro de la madrugada para empezar a sangrar los árboles, que pueden sumar hasta 750 en una jornada normal. Sin embargo, si no completa la cuota diaria sólo cobrará la mitad de los $ 3,38 que le pagan por día. La alta cuota fijada no le deja otro remedio que permitir que lo ayuden los miembros de su familia, o subcontratar a alguien.
Los caucheros trabajan todos los días del año, incluso los feriados nacionales con la sola excepción de la Navidad, y producen un gran volumen de látex. En promedio, la producción mensual de un cauchero equivale a US$ 2.296,80 en Liberia y US$ 3.915,00 en el mercado mundial, mientras que el cauchero recibe US$ 125. De ese sueldo mensual puede tener que pagar a uno o dos subcontratados para que lo ayuden.
“Esta gente nos trata como esclavos porque no tenemos a nadie que hable por nosotros y no tenemos dónde conseguir otro trabajo. Uno produce más de 5 toneladas de látex por mes para la compañía, y no le pagan ni lo que vale una tonelada”, dijo un cauchero con amargura.
Además de extraer látex, los caucheros deben aplicar productos químicos (tanto fungicidas como estimulantes) a los árboles, para protección y para aumentar la producción. También deben quitar la maleza bajo los árboles. Esta carga de trabajo hace que muchos de ellos deban contratar ayudantes para terminar con todo. Si el cauchero tiene una familia numerosa y no le alcanza su salario o su provisión de arroz para pagar a un ayudante, su esposa se ve obligada a abandonar a los niños para ayudarlo a cumplir con su cuota de producción.
A fines de abril de 2007, los trabajadores iniciaron una huelga para protestar contra los intentos de la dirección de Firestone de postergar las elecciones. Según se informó, durante la huelga, el 27 de abril de 2007, la policía golpeó brutalmente, con palos y bastones, a huelguistas pacíficos, persiguió a trabajadores inofensivos por toda la ciudad de Harbel (donde está ubicada la planta de procesamiento de Firestone), irrumpió en varias casas y golpeó a muchas personas inocentes, dejando decenas de heridos. Dos docenas de trabajadores recibieron heridas tan graves que debieron faltar a su trabajo mientras recibían tratamiento. Uno de ellos murió más tarde a causa de las heridas sufridas durante el ataque. Además, se disparó gas lacrimógeno contra la población de Harbel, a pesar de que había niños, mujeres y ancianos. Parece que muchos trabajadores inocentes fueron no sólo arrestados innecesariamente, sino detenidos sin justificación”.
La apropiación de tierras por los sumideros de carbono
En varios países africanos – Kenia, Uganda y Tanzania aparecen como los preferidos – se promueve el establecimiento de plantaciones de árboles para que sirvan como lo que se ha dado en llamar “sumideros de carbono”. Los proyectos se basan en la venta de “créditos de carbono” (el carbono que supuestamente absorben los árboles plantados al crecer) a los contaminadores (compañías o gobiernos), quienes pueden aducir que con la compra de esos créditos “reducen” o incluso “neutralizan” sus emisiones de carbono.
Uno de esos casos es el de la empresa Carbon Neutral Company, con sede en el Reino Unido, que ha establecido plantaciones en las montañas del sur de Tanzania. Con este fin, la empresa ocupó más de 10.000 hectáreas de tierra, donde ha plantado especies exóticas de eucaliptos y pinos. (3)
Otros caso es el de la empresa noruega Green Resources, con actividades comerciales en Mozambique, Sudán, Tanzania y Uganda. En el año 2000 la compañía fue muy criticada por la ONG noruega Norwatch. (4) La empresa ya plantó 14.000 hectáreas de pinos y eucaliptos, principalmente. Según su página web, “la empresa tiene más de 200.000 hectáreas de tierra para futuras plantaciones y para conservación”. (5)
Uno de los casos que ha recibido más amplia cobertura – por sus graves impactos sociales – fue el de la fundación holandesa FACE, que en 1994 firmó un acuerdo con las autoridades ugandesas para plantar árboles en 25.000 hectáreas dentro del Parque Nacional Mount Elgon, en Uganda. La Fundación FACE trabaja con Uganda Wildlife Authority (UWA), la agencia responsable de la gestión de los parques nacionales del país. El proyecto UWA-FACE implica la plantación de una faja de árboles de entre dos y tres kilómetros de ancho, dentro mismo de los 211 kilómetros que delimitan al Parque Nacional.
Sin embargo, el proyecto optó por ignorar los derechos y necesidades de los pueblos locales que viven en la zona. Como resultado de ello, y para mantener a los aldeanos fuera del parque nacional, los guardias forestales de UWA han mantenido un régimen brutal en Mount Elgon. En 1993 y 2002, los aldeanos fueron violentamente expulsados del parque nacional y desde entonces los guardias los han golpeado, torturado, humillado, disparado, amenazado y les han destruido sus cultivos. (6)
En resumen, las plantaciones de árboles para sumideros de carbono constituyen otra forma de monocultivo que se traduce en la apropiación de vastas extensiones de tierra, la violación de los derechos territoriales de las poblaciones locales y el despojo de sus medios y formas de vida.
Apoyar las resistencias locales
Con escasas excepciones, el tema de los monocultivos de árboles en África ha recibido escasa atención, tanto a nivel de los países afectados por los mismos, como a nivel regional e internacional. Ello ha hecho que las luchas locales hayan tenido muy poca visibilidad y que hayan recibido escaso apoyo. Los casos de la resistencia en Sudáfrica contra las plantaciones de eucaliptos y pinos, en Camerún contra la palma aceitera, en Uganda contra los “sumideros de carbono” y las luchas en Liberia contra las plantaciones de caucho son algunas de las excepciones que han logrado ser conocidas internacionalmente.
Sin embargo, a poco que se empieza a investigar van surgiendo numerosos casos de resistencia contra estos monocultivos, debido a sus graves impactos sociales y ambientales. En muchas ocasiones la resistencia es imposible debido a situaciones de grave violación de los derechos humanos existentes en ese momento. Sin embargo, la resistencia invisible se vuelve visible una vez que las condiciones cambian y la hacen posible. A modo de ejemplo, luego de décadas de haber perdido sus tierras para la plantación de palma aceitera, comunidades en Togo demandaron el retorno de sus tierras. No conformes con las soluciones aportadas desde el gobierno, decidieron cortar e incendiar las plantaciones. Como resultado, la empresa perdió casi 2.000 hás de plantaciones.
En el marco del proceso actual de proyectos que implican la apropiación de enormes áreas de tierra para la producción de todo menos alimentos (agrocombustibles, celulosa, caucho, madera, carbono), es dable esperar el inevitable surgimiento de numerosos movimientos de resistencia, algunos de los cuales se verán enfrentados a situaciones de grave riesgo. En tales circunstancias, el apoyo externo y la visibilización de las luchas serán cuestión de vida o muerte para las comunidades involucradas.
(1) http://oilpalminafrica.wordpress.com/
(2) ver informe completo enhttp://www.samfu.org/do%20files/The%20Heavy%20Load_2008.pdf
(3) http://www.carbonneutral.com/project-portfolio/uchindile-mapanda-reforestation/
(4) Carbon Upsets. Norwegian "Carbon Plantations" in Tanzania, por Jorn Stave, NorWatch)
(5) http://www.greenresources.no/
(6) ver informe completo enhttp://www.wrm.org.uy/countries/Uganda/Place_Store_Carbon.pdf