La pérdida de cubierta forestal en Kenia ha provocado un deterioro de las formas de vida y sustento de muchos keniatas, causado por la reducción de la productividad de la tierra, el hambre y la sequía. La sequía experimentada en el país en 2005/2006 sirve de ejemplo. Los informes confirmaron la muerte de ganado a gran escala y, en muchos lugares, se comprobó la existencia de conflictos por el uso de los recursos, los cuales provocaron la pérdida de vidas humanas.
Si bien la mayor parte de los bosques de Kenia han sido diezmados entre otras cosas por la degradación, la cubierta forestal del Complejo Mau y, en particular, la del bosque Mau Maasai, ha sido la más afectada y se ha reducido drásticamente a lo largo del tiempo.
El Complejo Mau – el bosque más grande de Kenia – ocupa unas 400.000 hectáreas. Está ubicado en el flanco occidental de la escarpadura Mau, a 250 km aproximadamente de Nairobi, a una altura de 2.000 a 2.600 metros sobre el nivel del mar, rodeado por Kericho al oeste, Nakuru al norte y Narok al sur. Comprende siete bloques de bosque: Mau Sudoeste, Mau Este, Transmara, Mau Narok, Mau Maasai, Mau Oeste y Mau Sur, los cuales se unen para formar el Complejo forestal Mau. De estos bloques, sólo el Mau Maasai no está clasificado.
Tratándose de un bosque de montaña, el Complejo Mau es uno de los cinco principales “tanques de agua” de Kenia, junto con el Monte Kenia, la Cadena Aberdare, el Monte Elgon y los Cerros de Cherengani, que constituyen las cuencas superiores de todos los ríos principales (salvo uno) al Oeste del Valle del Rift. Alimenta importantes lagos, tres de los cuales cruzan las fronteras.
Los bosques ubicados al sur del Complejo Mau son ricos en diversidad biológica tanto vegetal como animal. Son el hogar de ungulados como el Bongo y el Duiker de lomo amarillo, de carnívoros como el gato dorado y el leopardo, y del elefante africano. El bosque Mau Maasai en particular, comprende grandes rodales de cedros y podocarpos, intercalados con claros naturales.
Una gran mayoría de la población de Kenia vive en la cuenca del Lago Victoria. Esta región es cruzada por ríos importantes del Complejo Mau. Los bosques Mau proveen agua a más de 4 millones de personas que habitan en 578 localidades de Kenia y en varias del norte de Tanzania. Además, el Complejo Mau mantiene el flujo continuo del río, favorece la existencia de microclimas indispensables para los cultivos y provee muchos productos, tales como plantas medicinales, leña y pasturas.
El bosque es el hogar de la Comunidad Ogiek, que desde tiempos inmemoriales ha habitado predominantemente el bosque Mau en la provincia del Valle del Rift, y que hasta los años 50 subsistió en base a la caza sustentable de animales salvajes y a la recolección de frutas silvestres. Como resultado de las leyes, las políticas y el rápido avance de la religión y la educación occidentales, los Ogiek han perdido su cultura, sus tradiciones y sus territorios. Ahora deben practicar la agricultura en pequeña escala y cuidar ganado. El bosque Mau es vital también para los pastores Maasai, que llevan a sus animales a pastar allí durante la estación seca.
Durante la última década, más de 46.000 hectáreas fueron adjudicadas por el gobierno a otros usos alternativos, como el establecimiento de colonos y la agricultura privada. El impacto negativo de la consiguiente deforestación masiva provocada por factores como la invasión del bosque a gran escala, la producción de carbón y la tala de árboles nativos ya está teniendo consecuencias tremendas sobre los recursos hídricos, secando pozos y ríos.
El bosque Mau Maasai, de 46.278 hectáreas, es un importante capital natural en términos de acopio de agua, regulación del micro-clima y diversidad biológica. Entre 1986 y 2003, sufrió la pérdida de 20.330 hectáreas. En un informe de situación del año 2005, el relevamiento aéreo muestra que aproximadamente 11.095 hectáreas en la parte oeste del bosque Mau Maasai (distrito de Narok Sur), fueron destruidas o duramente impactadas por la colonización. Al momento del estudio, el bosque estaba siendo talado, y varios penachos de humo se elevaban de la bóveda del bosque remanente.
La adjudicación del bosque para la colonización es un problema complejo. Los bosques son a menudo divididos, supuestamente para reubicar familias que fueron forzadas a abandonar los bosques vecinos. La mayoría de las veces, esta reubicación se lleva a cabo sin la participación de las comunidades locales y, como resultado, las familias son distribuidas en pequeñas parcelas mientras que las personas con poder (especuladores bien conectados, taladores y fabricantes de carbón) se quedan con la mayor parte de la tierra (ver Boletín del WRM N° 55).
Artículo basado en información obtenida de: “Mau Complex Under Siege. Continuous destruction of Kenya’s largest forest”, UNEP, Kenya Wildlife Service, KFWG, junio de 2005; “Maasai Mau Forest Status Report 2005”, UNEP, Kenya Wildlife Service, KFWG, y Ewaso Ngiro South Development Authority; “Article 2 of the African Charter and the Ogiek: challenges and way forward”, Kanyinke Sena, enviado por el autor, e-mail: kanyinke@yahoo.com; “Mau Forest Complex On The Spotlight”, Ogiek Welfare Council, forum for friends of Peoples close to Nature, http://build.blodeuwedd.org/?q=node/288