“Haga lewun keton, petak danom, ela sampai tempun petak nana sare” (idioma Dayak) – “Cuiden su hogar. No permitan que los obliguen a cultivar en el borde del bosque, porque ustedes son los dueños de la tierra” (1).
Tambun Bungai es el nombre de un guerrero del antiguo reino de la tribu Ngaju Dayak, el Reino Tanjung Pematang Sawang. El pueblo Dayak solía denominar Tambun Bungai a Kalimantan Central. Antes de que llegaran los inversores y comenzaran a dominar la tierra de Tambun Bungai con su maquinaria pesada, el pueblo Dayak de Kalimantan Central, especialmente las comunidades de Mantangai Hulu, Kalumpang y Sei Ahas, eran autosuficientes y vivían en prosperidad. Las cosechas de sus campos y huertas eran abundantes, más que suficientes para satisfacer sus necesidades alimentarias de una temporada a otra. Esto incluía varios tipos de excelentes variedades locales de arroz, como: Garagai, Siyam, Indu Sangumang, Red Boras, Bariwit, Kawung, Baputi, Manyahi, Jambu Bahandang, Tampurihat, Luwaw kantor, Hamuntai Bahenda y Nampui. También abundaban los vegetales en sus bosques. Además de eso solía haber muchos peces en los ríos. El caucho, el ratán y otros productos forestales contribuían a su prosperidad y bienestar.
Los problemas de estas comunidades Dayak comenzaron en 1995 con dos decisiones presidenciales: una fue una regulación relacionada con la situación de la seguridad alimentaria de Indonesia y la otra, un decreto que habilitaba la plantación de cultivos alimentarios en turberas, en Kalimantan Central (Decreto Nº 82/1995). Esta última decisión fue iniciada por el entonces Ministro de Asuntos de Transmigración, Siswono Yudo Husodo. En ese momento Indonesia vivía bajo el llamado régimen del Nuevo Orden del Presidente Suharto. La ambición del gobierno de lograr la autosuficiencia arrocera en el país motivó una transmigración de personas con el fin de utilizar las turberas para la producción de alimentos. Como resultado del Proyecto de Desbroce de Turberas (PLG, por sus siglas en inglés), se afectaron no menos de un millón de hectáreas de turberas y pantanos, que fueron habilitadas para la plantación de arroz. Con el objetivo de crear las condiciones para este proyecto se construyeron canales a lo largo de los bosques de turberas de Kalimantan Central. Finalmente, el proyecto fue un gran fracaso porque las turberas no son adecuadas para el cultivo de variedades híbridas de arroz.
La actual administración del presidente Jokowi ha reiterado el mismo error al lanzar otro proyecto similar (Food Estate) en la zona. Este proyecto es uno de los casi 200 Proyectos Estratégicos Nacionales (PSN) del gobierno indonesio para el período 2020-2024, y su objetivo es mantener la seguridad alimentaria nacional. El gobierno ha invertido hasta 1,5 billones de rupias en este proyecto, pero este segundo intento también fracasó.
El desbroce de turberas por parte del gobierno permitió que poderosos inversores se hicieran con el control de los bosques del pueblo Dayak en Kalimantan Central, que son sistemáticamente explotados por empresas privadas y estatales. A lo largo de los años, y en particular durante la temporada de lluvias, han surgido plantaciones a gran escala como hongos en la región. Según datos de la Dirección General de Plantaciones, Kalimantan Central tiene la tercera superficie más grande de plantaciones de palma aceitera en Indonesia. En 2022 había casi 1,9 millones de hectáreas de plantaciones de palma aceitera en Kalimantan Central, de las cuales 330.000 corresponden a plantaciones de pequeños agricultores y las 1,5 millones de hectáreas restantes las gestionan empresas privadas nacionales.
Las empresas mineras también han contaminado el bello y saludable entorno de las comunidades Dayak, cuyos bosques, que son la fuente de sustento, han disminuido continuamente. Debido a las actividades de estas empresas, los ríos se han contaminado con productos químicos tóxicos, lo que amenaza con la extinción de los peces y de otras especies fluviales. Además, al pueblo Dayak –especialmente a las mujeres– ahora le resulta difícil encontrar en el bosque sus medicinas tradicionales. (2)
Las plantaciones de palma aceitera a gran escala y la minería no han sido las únicas amenazas. En 2009 se estableció un proyecto REDD+ (Reducción de emisiones derivadas de la deforestación y la degradación forestal), llamado proyecto de Asociación Forestal y Climática de Kalimantan (KFCP). Este proyecto fue una colaboración entre los gobiernos de Indonesia y Australia, y se inició con una financiación de 30 millones de dólares y una zona de concesión de 120.000 hectáreas en el subdistrito de Mantangai, distrito de Kapuas, en Kalimantan Central. El proyecto creó problemas y conflictos horizontales dentro de las comunidades, porque restringió el acceso y el control de las comunidades sobre el bosque, del que dependen para su sustento.
Herlina, una mujer de la aldea de Sei Ahas, dijo que el proyecto KFCP no se implementó de manera transparente. La información sobre el proyecto no se compartió adecuadamente con la comunidad; solo ciertas personas o grupos lo sabían: las mismas personas que se beneficiaron de él. En cambio, quien ha sufrido es la comunidad porque sus integrantes perdieron sus derechos sobre el bosque, así como el acceso y el control sobre él. Ya no pueden beneficiarse del bosque, que hasta la llegada del proyecto KFCP los había sustentado. REDD+ y KFCP destruyeron el bosque y sus medios de vida, lo que ha provocado un empobrecimiento que afecta desproporcionadamente a las mujeres.
La deforestación causada por estos proyectos de inversión ha contribuido al cambio climático. Las estaciones ya no son predecibles. Durante la temporada de siembra, las comunidades Dayak –en especial las mujeres– ya no pueden confiar en el conocimiento local basado en las constelaciones: las estrellas, que tradicionalmente usaban para guiarse, ya no se ven iguales en el cielo. Esto se debe a que los cielos de Kalimantan Central se han contaminado por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta contaminación ha provocado un aumento de las plagas y las inundaciones, lo que ha provocado la pérdida de cosechas en las comunidades. En resumen, los Pueblos Indígenas de las aldeas de Mantangai Hulu, Kalumpang y Sei Ahas han experimentado varios niveles de empobrecimiento sistémico, y las mujeres han sido las más afectadas.
Las mujeres Dayak de las aldeas de Mantangai, Kalumpang y Sei Ahas se resistieron a perder la esperanza así que comenzaron a construir un movimiento de resistencia colectiva, empezando por organizar debates para generar entendimiento, crear conciencia y adquirir mayor conocimiento. Han iniciado esfuerzos para recuperar y defender sus bosques, al tomar conciencia de que el bosque es una fuente de alimentos para sus familias, así como una “farmacia” y un espacio culturalmente significativo. Por encima de todo, el bosque sustenta sus vidas y las de las generaciones futuras. También han realizado capacitaciones para poder hablar con solvencia sobre la situación y los problemas que enfrentan desde que su bosque comenzó a ser controlado por empresas. Una de las estrategias que han estado utilizando para defender su tierra de los poderosos inversores es cultivar colectivamente una variedad de vegetales y plantas aromáticas. También han estado tejiendo con ratán, que es una planta que se encuentra en su bosque. A través de sus tejidos, las mujeres han registrado la historia de la civilización Dayak, que está muy relacionada con la naturaleza y el bosque. Para las mujeres indígenas, seguir tejiendo es una forma de resistencia a las diversas injusticias que han sufrido.
Las mujeres Dayak han recorrido diversas instituciones gubernamentales exigiendo justicia y reclamando la recuperación de su bosque. Cuentan con el apoyo de Solidaritas Perempuan, una organización que ha acompañado constantemente la lucha de los pueblos de Sei Ahas, Kalimpang y Mantagai Hulu. Solidaritas Perempuan ofrece un espacio para que las mujeres expresen sus luchas, no solo en la región sino también a escala nacional e incluso internacional.
Hasta ahora, sus luchas dieron como resultado tres victorias importantes. Una de ellas es que se canceló el proyecto KFCP (aunque una normativa local sigue restringiendo a las comunidades su uso tradicional del fuego). Una segunda victoria es que se revocó la licencia comercial de la empresa de aceite de palma que opera en el pueblo de Sei Ahas. Y una tercera victoria es que las mujeres, junto con los habitantes del pueblo de Kalumpang, tomaron la decisión de rechazar el proyecto Food Estate en su pueblo. Según las mujeres y sus comunidades, estos proyectos no les traerán bienestar sino que se apropiarán de sus tierras y las controlarán. Al final, esto solo conduciría a una mayor marginación de la comunidad, y en particular de las mujeres, ya que quedarían separadas de los espacios en los que han construido sus vidas y medios de vida.
Yuni Warlif dan Rima Bilaut (Solidaritas Perempuan)
(1) Maneser Panatau Tatu Hiang: Diving into the wealth of our ancestors, book by Tjilik Riwut.
(2) Dijah, Dayak woman from Mantangai Hulu village, Kapuas district, Central Kalimantan. 28 June 2024