El 7 de diciembre de 2007, el ministro indio de Asuntos Tribales prometió al Parlamento indio que la Ley de Reconocimiento de los Derechos sobre los Bosques (de Tribus Registradas) de 2006, aprobada hace un año por el Parlamento, sería notificada e instrumentada a partir del 1º de enero de 2008.
India tiene cerca de 90 millones de indígenas, en su mayoría Adivasi, que han vivido más que nada una vida sustentable al estilo indígena en el bosque y cuyos derechos podrían garantizarse con esta ley. En los últimos 60 años cerca de 30 millones de indígenas fueron desplazados de sus hogares y perdieron sus medios de vida debido a proyectos de “desarrollo”.
La nueva ley reconoce por primera vez que los Adivasi y otras comunidades tradicionales de los bosques que no tienen documentos de propiedad anteriores de sus hogares o cultivos tienen derecho a vivir en el bosque al estilo indígena.
Pero la instrumentación de la Ley se ha retrasado meses. En su contra ha habido hasta avisos televisivos con niños que muestran pancartas que exigen el desplazamiento de los Adivasi, para proteger los bosques.
El primer ministro Manmohan Singh y la dirigente del partido con mayoría parlamentaria, Sonia Gandhi, están considerando ahora qué hará el país, si decidir que una enorme cantidad de habitantes indígenas de los bosques sean desplazados de sus hogares (en 600 reservas en los bosques) sin que quede claro cuáles son sus derechos o aclarar primero, en cumplimiento de la nueva ley, cuáles son sus derechos antes de definir si y cómo podrán desplazarse. Demarcar en 15 días los “hábitats críticos de vida silvestre” de 600 zonas de reserva sería violar los requisitos de cualquier debido proceso y podría llegar a significar el desplazamiento de millones de personas.
La Ley estipula el debido procedimiento legal para establecer cuáles son los hábitats críticos de vida silvestre de modo que el realojamiento fuera de los mismos pueda ocurrir solamente a través del consentimiento previo informado de las comunidades, con compensaciones acordadas mutuamente, basándose en sus derechos debidamente establecidos. También los compromisos internacionales de protección de la biodiversidad exigen un papel igualmente crucial para los indígenas y las comunidades locales y su participación en el uso sustentable y la conservación de la biodiversidad.
Todavía no está claro qué es lo que el gobierno indio decidirá ahora con relación a los posibles nuevos desalojos de las comunidades indígenas de los bosques. Por lo tanto, el programa de bosques y biodiversidad de Amigos de la Tierra Internacional, el WRM y muchas otras organizaciones ambientales apelaron el 13 de diciembre al primer ministro indio y a Sonia Gandhi, presidenta de la Coalición UPA, que está en el gobierno, para que garanticen la debida instrumentación de la Ley de derechos sobre los bosques.
El proceso para legalizar los derechos tradicionales y consuetudinarios de los Adivasi a la vida en el bosque, a tener su hogar en el bosque, a la recolección de productos del bosque y a la agricultura de subsistencia estará en todo caso lleno de luchas, pues la burocracia, varios grupos de elite y los grupos que ganan con las visitas turísticas a las reservas querrían mantener su control sobre el bosque. En varios estados de la India los movimientos y grupos por los derechos al bosque, unidos mediante la Campaña por la Supervivencia y la Dignidad, continúan las protestas contra los desalojos forzados y para que la Ley se instrumente debidamente.
Como dice la Ley, es necesario que se reconozcan los derechos de los habitantes indígenas del bosque para corregir la injusticia histórica que se les ha hecho. Esto es verdad no solamente en India sino en el mundo entero.
Por Ville-Veikko Hirvelä, correo-e: villeveikkoh@gmail.com