En la mayoría de los países africanos, las reivindicaciones concernientes al manejo comunitario de bosques y de los recursos naturales surgen como reacción a la naturaleza represiva de las leyes sobre recursos naturales heredadas de la época colonial. Las leyes forestales vigentes en el período post-colonial comprometieron los derechos comunitarios locales a la propiedad forestal. Se impusieron licencias y otras formas de impuestos, desconocidos hasta ahora por las poblaciones locales, para controlar la explotación de productos forestales a los cuales los habitantes locales tenían antes libre acceso, para su consumo interno o su comercialización.
Con el aumento de la población, aumentó la demanda de tierra cultivable. En la región de Igbodja, cuatro poblados ocupaban el bosque, compuestos esencialmente por pueblos Tchabê. Estos acogieron otros pueblos venidos del sur y del norte (los Fon, Ahoussa, Peulh) que conformaban a su vez veinte poblados más. La lucha por la supervivencia se volvió entonces más y más difícil. La destrucción del bosque se agravó estos últimos años en función de esta numerosa población a la búsqueda de medios de vida sin respeto por las reglas mínimas de conservación.
Para paliar esta situación, los responsables de ACTION Plus ONG, luego de obtener ayuda económica del Comité holandés para la UICN con el fin de realizar un estudio sobre dicho bosque, alentaron a los habitantes de la zona a iniciar gestiones tendientes a aplicar un manejo comunitario del bosque.
Para iniciar a la población en el manejo comunitario del bosque y demás recursos naturales, se identificaron las necesidades y se planificó la participación, se trabajó en la toma de conciencia al respecto, se realizaron visitas a los actores y se establecieron acuerdos y protocolos con el objetivo de obtener la mayor participación local posible en dicho proceso. La identificación de los verdaderos propietarios de las tierras constituye una etapa importante. Las poblaciones locales van a efectuar relevamientos para elaborar un plano de la zona comprendida por el manejo comunitario del bosque. En el marco de un estudio de flora y fauna endógenas, los habitantes participaron en la plantación de 15.000 árboles de Khaya senegalenses. El poblado de Igbodja, que lleva el mismo nombre que el bosque, pondría a disposición de la población un espacio comunitario de 5.000 hectáreas para iniciar un verdadero manejo comunitario del bosque. Los otros cuatro poblados están aún en la etapa de discusión pero pensamos que próximamente cada poblado dispondrá de su propio espacio integrado al manejo comunitario. Todos disponen, además, de su propio vivero.
También comenzó a realizarse la cría de aulacodes (Thryonomys swinderianus, llamado también "erizo") y se introdujo la apicultura en dos poblados para frenar los incendios de la vegetación, frecuentes en la región.
Para llevar adelante este proyecto es necesario poder leer los textos de las leyes para lo cual se instauró un programa de alfabetización en lengua local que integra 60 personas por poblado, 300 en total, dirigido por maestros locales.
Los conflictos latentes en la actualidad están relacionados con la degradación de la biodiversidad agrícola. Cultivadores itinerantes no nativos siembran todos los años nuevas áreas destruyendo así más y más superficie de bosque. Los habitantes nativos se quejan de dicha situación y amenazan con echarlos. Estos cultivadores itinerantes no pueden plantar árboles ya que son considerados como locatarios y de acuerdo a la tradición, los locatarios no pueden plantar árboles en tierras de otros. En el marco de nuestro trabajo, cada uno debe tener su propio rol y nadie debe estar de más. Es necesaria la contribución de todos al manejo comunitario del bosque.
De nuestro trabajo se desprende que nuestra legislación en materia forestal es inapropiada. Nos hemos acercado a los responsables de la Dirección forestal y de recursos naturales para que elaboren leyes adecuadas en la materia, teniendo en cuenta los talleres realizados en Gambia en 1999. Está previsto realizar un taller nacional, con participación de todos los actores, incluidas las ONG. Así podremos generalizar la técnica del manejo comunitario que dejará de ser entonces un mero proyecto piloto. La población participará plenamente en el desarrollo sustentable de los recursos forestales. Esta carencia será entonces cubierta cuando los alcaldes asuman la gestión de sus respectivas localidades como lo estipula la ley, interrumpiendo así la degradación del bosque. Es un deseo reiteradamente expresado por la población.
Extractado del trabajo de Stéphan OGOU, "Résumé de l'eétude de la biodiversité de la forêt Igbodja", enviado por el autor, ACTION Plus NGO, correo electrónico: s.ogou@caramail.com. La versión completa, en francés, está disponible en http://www.wrm.org.uy/countries/Benin/Igbodja.html