Las montañas entre los ríos Yenisei y Lena son una de las últimas regiones no devastadas de bosque boreal ("taiga") en Eurasia. Esta región es el hábitat de aborígenes cazadores y pastores como los Evenki, Ket, Sel'kup, Sakha y Dolgan. A pesar de que los colonizadores cosacos utilizaron los ríos Yenisei, Lena y el tramo inferior del río Tunguska como ruta principal para dominar e integrar el este siberiano al Imperio Ruso en el siglo XVII, el altiplano siberiano central se salvó de la mayoría de las trastornos del industrialismo ruso y soviético de los siglos XIX y XX. La "taiga" siberiana central sigue estando escasamente poblada y es uno de los principales nichos ecológicos de aves acuáticas, renos migratorios y domésticos, y alberga a varias especies de animales, desde el zorro ártico a la codiciada marta del Yenisei. A pesar de que los rusos son mayoría en las pocas ciudades y aldeas urbanas de la región, los aborígenes cazadores y pastores de renos continúan siendo los amos de los vastos espacios rurales, al igual que durante el siglo XVII.
Esa situación relativamente estable fue interrumpida recientemente con el pasaje de la ex Unión Soviética al mercado capitalista monopólico. El altiplano siberiano central es hoy en día considerado como una vasta "reserva" de petróleo, gas, carbón, metales pesados y productos forestales. Las compañías petroleras rusas nacionales y extranjeras compiten por acceder a los recursos del subsuelo de la región, así como también a los derechos para construir los caminos, oleoductos y gasoductos necesarios para transportar combustibles y madera a los mercados extranjeros. Los aborígenes de la región, alguna vez llamados la vanguardia socialista de pastores y cazadores, buscan ahora un nuevo marco legal para recuperar su derecho a expresarse en el clima de cambios políticos y económicos que los rodea.
La organización Forest Peoples Programme, en colaboración con la Asociación Rusa de Pueblos Indígenas del Norte (RAIPON, por sus iniciales en inglés), ha comenzado a capacitar a los pastores y cazadores evenki para que elaboren sus propios mapas de sus tierras tradicionales, usando dispositivos portátiles de los Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por su sigla en inglés) y el software Sistema de Información Geográfica (GIS). Se espera que con estas herramientas, la asociación de defensa de los derechos de los aborígenes locales pueda hacer mejor uso de la legislación rusa que controla el acceso de las compañías a la taiga.
El mapeo del uso de la tierra es un tema que tiene connotaciones políticas en la Federación Rusa. La legislación soviética existente y las nuevas leyes rusas regulan el acceso a mapas topográficos y a la tecnología GPS en ciertas escalas. De todas maneras, la legislación federal aprobada recientemente carga a los cazadores aborígenes y no aborígenes con la responsabilidad de presentar al gobierno federal los mapas y descripciones de sus tierras tradicionales, si pretenden ser protegidos de la explotación industrial. La Ley Federal que protege los "territorios de uso tradicional de la tierra" permite a las comunidades locales de pueblos aborígenes y no aborígenes quitar sus tierras del registro federal de reservas de territorios, y así destinarlas a usos tradicionales, no industriales. El desafío de este proyecto en colaboración ha sido encontrar una forma de utilizar las herramientas de mapeo modernas de modo tal que se respeten las leyes vigentes, y también se obtenga información tan exacta como sea posible sobre la ubicación de sitios tradicionales para su protección. Hoy por hoy, los principales consorcios petroleros de la región están dispuestos a escuchar propuestas razonables para la protección de determinados lugares que se destinarían a actividades tradicionales y existe gran optimismo en la región para alcanzar una solución negociada.
El proyecto conjunto FPP/RAIPON comenzó su trabajo en la zona más al norte del distrito autónomo evenki, en los espacios de la taiga bañados por el tramo inferior del río Tunguska y el río Vilui. De todas formas la región es vasta y se enfrenta a diversos problemas. En el distrito norteño de Ilimpei, el desarrollo industrial todavía no amenaza en forma inmediata a cazadores y pastores de renos. Sin embargo ya comenzó la destrucción de asentamientos tradicionales y espacios para la caza en los condados más sureños del distrito alrededor del pueblo de Osharavo. Más allá de las fronteras del distrito autónomo evenki, en el condado de Turukhansk, provincia de Irkutsk, y en el distrito autónomo de Taimyr, la explotación industrial avanzó a pasos agigantados sobre las tierras aborígenes ya ocupadas por gasoductos, minas a cielo abierto y bloques de bosques talados. Aún resta mucho trabajo por hacer en Siberia y el FPP está más que abierto a la colaboración con otras organizaciones de derechos humanos que quieran compartir esta experiencia de mapeo de uso de la tierra.
Por: David G. Anderson, Forest Peoples Programme, correo electrónico: david.anderson@abdn.ac.uk