La "ayuda internacional para el desarrollo" es en muchos países una de las principales causas de la destrucción de los bosques. Un ejemplo de ello es el caso de Camerún y la Unión Europea. La UE planea conceder al gobierno camerunés un subsidio por 55 millones de ECU para proyectos viales en la región meridional del país. Camerún no ha dado explicaciones acerca de qué carreteras planea construir o rehabilitar, ni se han realizado estudios de impacto ambiental para evaluar esos proyectos.
Esto no es nuevo, puesto que en el pasado la UE ya ha financiado proyectos viales de este tipo. Por ejemplo, concedió 600.000 ECU para la rehabilitación de la carretera Abong Mbang a Lomé en plena selva. Como consecuencia de ello, la explotación ilegal de madera y la caza furtiva se expandieron rápidamente, utilizando las nuevas carreteras como vías de acceso a la selva. La población pigmea está perdiendo sus recursos vitales, que se encuentran en la selva, en tanto su organización social se está desarraigando. Al mismo tiempo, la caza furtiva ha provocado enormes daños en las poblaciones de gorilas y chimpancés, animales típicos de esta zona del globo.
Un grupo de ONGs ambientalistas europeas está haciendo lobby contra la concesión de este dinero, considerando que las carreteras proyectadas habrán de allanar el camino para que las compañías madereras lleguen a áreas de bosque todavía no explotadas. La concesión será discutida a nivel del Comité Europeo de Financiamiento del Desarrollo a mediados de junio. Estas ONGs invitan a los individuos y las organizaciones del continente europeo a protestar frente a sus respectivos gobiernos y a exigirles que los detalles de los mencionados proyectos viales sean discutidos públicamente, que se realicen exhaustivas evaluaciones de impacto ambiental previamente a la aprobación del subsidio y que las autoridades de Camerún controlen efectivamente la caza furtiva y la tala ilegal de madera.
Fuentes: Rettet den Regenwald e. V. y The Rainforest Foundation, Reino Unido.