El 26 de marzo, el Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales envió una carta al nuevo Presidente de Venezuela Hugo Chávez. Nuestr@s amig@s venezolan@s solicitan su apoyo, agregando su firma a la carta, que será posteriormente reenviada al Presidente, seguida de todas las firmas de quienes están de acuerdo en apoyarla. Por favor incluyan nombre, organización y país y envíen los datos a WRM.
CARTA AL PRESIDENTE CHAVEZ
Los abajo firmantes deseamos expresarle nuestra preocupación en torno a un tema que consideramos de suma importancia, a la vez que solicitar su intervención personal para la solución de un conflicto en el Estado de Portuguesa.
Desde tiempo atrás, campesinos de ese estado y en particular los de Morador y Tierra Buena se encuentran en conflicto con Smurfit Cartón de Venezuela, empresa que forma parte de la transnacional Jefferson Smurfit con sede en Irlanda.
Entre los múltiples problemas que dicha empresa ha generado en esa región, se destacan los referentes al impacto de sus extensos monocultivos forestales sobre el agua, la flora y la fauna, que acarrean serios problemas para la subsistencia de los pobladores locales. Por otro lado, existen sobradas pruebas de que la empresa ha estado deforestando, directamente o a través de contratistas, los escasos bosques remanentes de ese estado del Occidente venezolano con el propósito de abastecer su planta de papel localizada en el Estado Yaracuy (MOCARPEL). Como último recurso para frenar esta actividad depredadora, un centenar de personas interrumpieron el tránsito automotor en una carretera nacional en enero de este año para denunciar este hecho y la Guardia Nacional detuvo entonces a una docena de camiones cargados con madera de bosque tropical, que se dirigían a la planta industrial de Smurfit.
Más grave aún, la empresa está forestando en clara violación a las disposiciones legales, ya que la autorización para ocupar el territorio otorgada a Smurfit por el Ministerio del Ambiente es ilegal, por permitir el uso forestal en tierras de marcada vocación agrícola, violando el llamado Plan de Ordenación del Territorio del Estado Portuguesa, además de haber sido emitida por funcionarios incompetentes en la materia. A esto se suma también la violación de la disposición constitucional que prohibe el latifundio, puesto que la empresa es actualmente propietaria de 34.000 hectáreas en los estados de Portuguesa, Lara y Cojedes. La compra de la finca "La Productora" (2.700 hectáreas) por parte de la empresa llevó a que el 14 de julio de 1997, los campesinos locales ocuparan pacíficamente dicha finca con el objetivo de que el gobierno les asignara las tierras que necesitaban para su supervivencia. Sin embargo, la respuesta fue una brutal represión por parte de la Guardia Nacional, muchas de cuyas secuelas aún perduran entre quienes participaron en la toma.
Todo lo anterior y mucho más fue debidamente investigado y documentado por la Comisión de Medio Ambiente del Senado de Venezuela. Sin embargo, la situación no parece tener solución, ya que se está ante una situación de enfrentamiento entre la empresa y los pobladores locales, en tanto que el Gobierno Estadual y la Guardia Nacional en Portuguesa hasta ahora parecen haber tomado partido en favor de la empresa, sin tomar en cuenta las necesidades y derechos de los campesinos, ni las consecuencias ambientales de las actividades de la empresa. Por consiguiente, para lograr una solución parece ser fundamental que sea atendida la aspiración de los campesinos de ser dotados de tierra en la Finca la Productora, lo cual creemos procedente de acuerdo con el avanzado derecho agrario venezolano y que a la vez sean detenidas las agresiones al medio ambiente resultantes de la actividad de esta empresa.
Por otro lado, creemos importante destacar que este problema es una consecuencia (recurrente en numerosos países del Sur), del modelo de plantaciones forestales a gran escala, que en todos lados está generando problemas similares a los surgidos en Portuguesa, así como similares situaciones de enfrentamiento.
Por todo lo anterior, confiamos que el gobierno que usted encabeza tome cartas en el asunto y pueda revertir una situación que, de seguir el curso actual, sólo puede llevar a enfrentamientos que a nadie beneficiarán.
En espera de una solución favorable, le saludan muy atentamente,
(siguen firmas).