Tailandia: un año de luchas contra el gasoducto de Yadana

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A fines de 1995 la Autoridad Petrolera de Tailandia (PTT) comenzó un peritaje sobre el trazado de un gasoducto entre la provincia de Kanchanabuti, ubicada al oeste del país, y Myanmar (ex-Birmania). Recién ocho meses después admitieron que el gasoducto sería construido. Desde el comienzo este proyecto encontró la fuerte resistencia de los pobladores locales, que habitan próximo a la ruta prevista para el gasoducto. Ellos temen la eventualidad de explosiones, puesto que la obra no ha alcanzado los estandares requeridos de seguridad. Actualmente la oposición ya es de carácter nacional y muchas organizaciones de la sociedad civil se han unido para objetar su viabilidad económica, a la vez protestar por el impacto ambiental que ha de producir.

El 7 de marzo ppdo. se realizó un seminario en Bangkok con el fin de discutir acerca del polémico gasoducto. Más de 300 personas -entre las cuales miembros de varias organizaciones ambientalistas y de base, representantes de grupos pertenecientes a las minorías étnicas y asociaciones estudiantiles- participaron del evento. PTT y el gobierno fueron acusados de falta de transparencia en el proyecto, debido al acuerdo alcanzado con la cruel dictadura que gobierna Myanmar, y por su incumplimiento de las promesas realizadas en relación con la restauración ambiental de los territorios afectados. Vastas áreas de selvas fueron taladas para hacer lugar para el gasoducto, por lo que las autoridades prometieron que se llevaría adelante un plan de reforestación.

Entre quienes hicieron uso de la palabra se encontraba Sulak Sivaraksa, el crítico social que lanzó una protesta con una sentada solitaria mientras se construía el gasoducto. Fue detenido y enviado a prisión bajo el cargo de haber cometido invasión de propiedad. Su caso está todavía pendiente de sentencia. Sulak sostuvo que la lucha pacífica contra el proyecto de gasoducto no ha culminado, y que PTT debe ser forzada a revelar por completo lo que él denominó el "vergonzoso contrato" para la compra de gas decampo de Yadana, en Birmania. Sin embargo, agregó que el "verdadero enemigo" no es PTT, ni el gobierno tailandés, sino las corporaciones transnacionales que tienen intención de explotar los recursos naturales de la región, sin considerar los intereses de los pueblos.

Hablando en nombre de la coalición anti-gasoducto -formada por más de 500 organizaciones de diferente carácter- el líder opositor Pibhop Dhongchai sostuvo que el problema se originó debido a la falta de participación popular en la planificación e implementación de la política energética del país, y reclamó que la gente asuma el papel que le corresponde. Asimismo la coalición pidió que PTT y la Autoridad de Generación de Energía de Tailandia pospongan todos sus proyectos -incluido el proyecto conjunto tailandés-malayo en el Golfo de Tailandia- puesto que es evidente que hay una superproducción de gas y electricidad en el país. Los participantes también reclamaron la cancelación de sendos proyectos de tres plantas productoras de energía en Prachuap Khiri Khan.

Fuentes: Secretariado de Oilwatch, 19/3/99, basado en: Bangkok Post, March 8, 1999; "Yadana pipeline: PTT is telling us lies", Watershed Vol 3 Nr 1 July - October 1997.