El gigante minero anglo-australiano Rio Tinto ha sido denunciado repetidamente por sus actividades depredatorias contra los bosques y los pobladores locales en Indonesia (ver Boletín 8 del WRM), Nueva Guinea (ver Boletín 7 del WRM) y Sudáfrica. Ahora Rio Tinto tiene en la mira los bosques tropicales de Madagascar, uno de los países megadiversos del globo debido a su situación en la zona tropical y a que su territorio es una enorme isla. Las comunidades locales de la costa sudeste del país se oponen completamente a los planes de extracción de titanio que está intentando llevar adelante dicha empresa, a pesar de los esfuerzos que ésta viene realizando por seducirlas. El titanio es un mineral utilizado para fabricar acero endurecido
En 1986 Qit-Fer Madagascar Minerals, subsidiaria de Rio Tinto, propuso primeramente explotar los 40 kilómetros de dunas costeras donde se encuentran los poblados de Petricky, Mandena y St. Luce. Desde entonces el proyecto ha enfrentado una gran resistencia por parte de las comunidades y los ambientalistas, dado que las actividades de minería provocarían la deforestación de la zona. El propio Banco Mundial, al que se solicitó financiamiento para el proyecto, se retiró del mismo en 1992 como consecuencia de los resultados arrojados por una evaluación de impacto ambiental llevado a cabo por una firma consultora a pedido de Qit-Fer.
Con el fin de enfrentar una fuerte campaña de carácter internacional contra la minería, liderada por Amigos de la Tierra, Qit-Fer pasó cinco meses llevando adelante un proceso "consultivo" en 120 comunidades que habitan el área de la mina. Sin embargo la mentada consulta nunca se dio en la realidad. Lo que hizo la compañía fue organizar grandes banquetes en ocasión de los encuentros con los pobladores locales, y mostrarles modelos de maquinaria de dragado. Los devastadores impactos de similares obras de minería de Rio Tinto en otros países no fueron mostrados o siquiera mencionados.
La gente reaccionó frente a esta maniobra: "Hemos visto fotografías de máquinas para el dragado, pero ustedes no podrán reconstruir Petricky durante mucho tiempo después de eso. ¿Qué utilizaremos nosotros en los próximos 47 años?" dijo un aldeano de Lovarhano. "Petricky existía antes de que la gente estuviera allí; es una tierra sagrada. La selva de Petricky es nuestra madre. Si la cortan, nos quedaremos sin nada" señaló un hombre de Amboyo. Dado que parte del proyecto de minería consiste en la construcción de un enorme puerto industrial en Evatra, localidad ubicada sobre la desembocadura de un río de aguas puras, Ludovic, líder de Evatra, ha denunciado que si el puerto es construido "las aguas del mar no podrán ingresar al río y nosotros no podremos pescar".
En lo relativo al empleo, los miembros de la comunidad también están preocupados, puesto que la empresa ha recientemente manifestado que durante los 40 años de duración prevista del proyecto todos los puestos de trabajo -a excepción de 350- serán llenados con ingenieros y técnicos provenientes de otros lugares. Los 3.000 puestos adicionales requeridos al inicio de las obras no serán necesariamente destinados a la población local. La compañía no se ha planteado discutir sobre otras actividades económicamente sustentables, basadas en el manejo de los recursos naturales a nivel local, comprendiendo también a los bosques.
Fuente: Drillbits & Tailings, Volume 4, Number 5, 31/3/1999, basado en: "Forest People Tell Mining Giant Never!" por Anna Weekes, Gemini News Service, February 3, 1999. "Habitat faces destruction sooner or later" por Colin Barraclough, Miami Herald, November 21, 1997. Pers. comm. Friends of the Earth UK. Comentarios a cargo del Secretariado Internacional del WRM.