Iniciada en el año 2003 por WWF conjuntamente con socios empresariales --un grupo de productores de soja, compradores y empresas de venta al público, e instituciones financieras-- la iniciativa llamada Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sustentable (RSPO, por su sigla en inglés) realizó su tercera reunión en Singapur este mes, en ocasión de la cual adoptó 8 Principios y 39 Criterios.
La Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y Agrícolas (UITA) y la Declaración de Berna habían reclamado cambios fundamentales a los “Principios y Criterios para la Producción Sustentable del Aceite de Palma” propuestos, que finalmente fueron adoptados sin cambio alguno. Los Principios y Criterios permiten el uso de plaguicidas muy tóxicos, que son extremadamente perjudiciales para la salud humana y ambiental. En su forma actual, los criterios sirven a los intereses de la industria de los plaguicidas --co-auspiciantes de la iniciativa-- y no a la salud de los trabajadores de las plantaciones de palma aceitera.
Los Principios, si bien exigen que los productores busquen alternativas a los plaguicidas designados como tóxicos clase 1, en definitiva no prohíben el uso de estas sustancias. También permiten el uso continuado de paraquat, un potente herbicida utilizado ampliamente en las plantaciones de palma aceitera y que se sabe envenena cada año a miles de trabajadores/as de plantaciones y pequeños agricultores/as. El paraquat es responsable de una proporción importante de las decenas de miles de muertes anuales relacionadas con los plaguicidas. Una vez absorbido a través de la piel o los pulmones o ingerido oralmente, sus efectos son irreversibles. Varios países ya han prohibido la sustancia, siendo la última prohibición la que entrará en vigor en Malasia en el año 2007.
La Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y Agrícolas (UITA) y organizaciones sindicales de trabajadores agrícolas de todo el mundo han reclamado durante años la prohibición del paraquat. “No hay espacio para el paraquat en una agricultura social y ambientalmente sustentable”, declaró el Secretario General de la UITA, Ron Oswald. Hay una tendencia en los sistemas de certificación de la producción sustentable del sector agrícola a negar explícitamente el uso de los plaguicidas más tóxicos, entre los que figura el paraquat.
Como expresan la UITA y la Declaración de Berna: “No obstante, los criterios para el aceite de palma sustentable no reflejan en forma alguna estas preocupaciones acerca del paraquat. Ningún rótulo es tan complaciente respecto a los criterios sobre los plaguicidas como los nuevos Principios y Criterios para el Aceite de Palma. Una razón para esto podría ser el vínculo de la reunión de la RSPO con la industria agroquímica. Después de todo, la cena oficial de la reunión de la RSPO en Singapur es auspiciada nada menos que por la empresa Syngenta, principal fabricante de paraquat del mundo”.
Son diversas las consideraciones que se están discutiendo en torno a si es posible o no producir aceite de palma de manera sustentable. Por cierto, no con paraquat.
Artículo basado en información de: Comunicado de prensa del 17 de noviembre del 2005, de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA), correo electrónico: iuf@iuf.org, www.iuf.org; y la Declaración de Berna, correo electrónico: info@evb.ch; www.evb.ch