ONGs conservacionsitas
El modelo de conservación que promueven ONGs conservacionistas como WWF, Conservation International y The Nature Conservancy, excluye a las comunidades que han vivido en el territorio, a menudo desde mucho antes de que fuera declarado “área protegida”. Este concepto de parques sin gente ha llevado a que existan zonas de conservación cada vez más militarizadas y a que haya mayor violencia contra las comunidades dentro y alrededor de los bosques que han sido declarados áreas protegidas. Las ONGs conservacionistas se han asociado con empresas, incluso con las petroleras y mineras más grandes del mundo, transformándose en una industria de la conservación que ha servido oportunamente para maquillar de verde las imágenes de numerosas empresas.
El pueblo indígena Karen de Bang Kloi regresó a sus bosques ancestrales de Kaeng Krachan, después de años de despojo por la creación del Parque Nacional Kaeng Krachan. Las comunidades Karen de todo el país se movilizan en solidaridad.
Fondos del sistema de Forestación Compensatoria han sido asignados para medidas de apoyo frente al Covid-19. Este Fondo ha financiado plantaciones que invaden tierras comunitarias y ha provocado desalojos en “Áreas Protegidas”. Nada de esto cesó durante la cuarentena.
El dinero que el Gobierno de la India recauda de compañías que destruyen los bosques - como las mineras - se está utilizando para hostigar, perseguir y desalojar a las comunidades de las llamadas Áreas Protegidas.
Si antes las organizaciones conservacionistas se dedicaban a recaudar dinero para crear áreas protegidas en bosques supuestamente amenazados de destrucción, hoy éstas forman una verdadera "industria" trasnacional que administra y controla áreas que van mucho más allá de los bosques.