Semillas de esperanza
“¿Cuáles son las soluciones a la destrucción de los bosques?” “¿Qué alternativas propones?” Preguntas como estas son las que se suelen plantear para anular posibles debates que conduzcan hacia soluciones reales a la deforestación y el caos climático. Sin embargo, los caminos a hacia esas soluciones tendrían que comenzar por poner fin a la embestida contra los pueblos de los bosques y sus formas de vida, y por aprender sobre sus relaciones con sus territorios. Esas comunidades han vivido en y con los bosques y los han protegido por generaciones.
Al declarar la región de Chure como Área Protegida, los derechos de miles de Grupos de Bosques Comunitarios se vieron perjudicados. Siguen resistiendo a pesar de la violencia y del proyecto del Fondo Verde para el Clima, que aumentará las existentes tensiones.
Ribereños Batwa, exasperados por la pobreza generada por su desalojo para establecer el Parque Nacional de Kahuzi Biega, decidieron regresar a sus bosques ancestrales. Desde entonces se enfrentan con los "eco guardias", lo que en ocasiones resulta fatal.
Las interdependencias entre y dentro de las comunidades del bosque con sus espacios vitales y sus prácticas revelan sus formas de conservación. Y en estas interdependencias están las historias de las mujeres.
Los indígenas Ngäbe-Buglé soportaron criminalización, masacre y brutal represión para defender su territorio. Lograron que el gobierno de Panamá prohibiera la minería y las hidroeléctricas en su comarca. Sin embargo, otra embestida llegó desde las ONGs conservacionistas.
Una voz desde Tanzania: la promoción de plantaciones de monocultivos para leña es un argumento falso
Empresas de plantaciones afirman que las poblaciones locales destruyen los bosques, particularmente donde estas dependen de la leña y/o el carbón. Por tanto argumentan que las plantaciones pueden proporcionarles esta madera de manera “sostenible”. Pero esto no es verdad.
La lucha de las mujeres por el reconocimiento pleno y digno sobre sus vidas y territorios comienza con no permitir el avance del modelo extractivista. Pero necesita, asimismo, que las mujeres puedan además tomar decisiones para fortalecer el control político colectivo.
Una visión feminista sobre los Bienes Comunes revela que la acumulación se opone a los principios básicos de compartir y sustentar: para recibir la abundancia de la naturaleza hay que asegurar que las necesidades (y no los deseos o la codicia) definan la extracción.
La Red de Organizaciones de mujeres de Tirúa, en el centro sur de Chile, está desplegando estrategias para que prevalezca la vida en un territorio que se ve fragilizado por la masiva invasión de plantaciones de árboles, que siguen siendo fomentadas por las políticas de estado.
Después de la cancelación de la mega represa de Baram en 2016, los habitantes de Long Liam, quienes estaban entre los miles que se opusieron a la construcción de la mega represa, unieron fuerzas para instalar la tan ansiada fuente de energía para su comunidad
El WRM dialogó con Kum’tum, un indígena del pueblo Akorá-Gamela de Brasil. Estas son sus reflexiones acerca de su historia y del actual proceso colectivo que aspira a reencontrar y recuperar sus raíces tras haber sido desposeídos de su territorio y su comunidad. (Disponible en suajili).
Las asambleas de pueblo en Korchi, junto con la resistencia a la minería, participan activamente en la reinvención y reconstrucción de la gobernanza local. Los colectivos de mujeres también han comenzado a hacerse oír en estos espacios de toma de decisiones. (Disponible en suajili).
En América Latina, las mujeres siempre han hecho parte de las luchas históricas por la defensa del territorio. A través de la movilización y con prácticas cotidianas, resisten los extractivismos y toda forma de violencia. (Disponible en suajili).