Una vez más, el conflicto por los recursos naturales ha causado estragos entre la gente humilde. Esta vez la acción criminal tuvo lugar en el asentamiento de Suluk Bongkal, Beringin, en el distrito de Bengkali de la Provincia de Riau, Sumatra.
El 18 de diciembre de 2008, cientos de policías y paramilitares irrumpieron en el pueblo con armas y gases lacrimógenos. Un helicóptero, aparentemente perteneciente a PT Arara Abadi, lanzó una bomba incendiaria sobre el pueblo quemando cientos de casas, supuestamente con napalm. Se utilizaron gases lacrimógenos y armas de fuego. Dos niños murieron y numerosas personas resultaron heridas mientras que otras fueron arrestadas. Unos 400 aldeanos huyeron al bosque en las montañas y sólo 58 personas permanecieron en la aldea. Dos días después, un helicóptero sobrevoló a baja altura las carpas de los aldeanos sin hogar bombardeándolos con piedras. Están bajo una presión psicológica extrema.
El ataque buscaba desalojar a la población que sostiene desde hace largo tiempo un conflicto por los derechos territoriales con la empresa plantadora PT Arara Abadi, una filial del Grupo Sinar Mas, empresa perteneciente a Eka Tjipta Wijaya, al igual que Asia Pulp and Paper (APP). Arara Abadi explota la plantación industrial de árboles más grande de Indonesia para proveer de madera a la fábrica de papel y celulosa Indah Kiat. Sólo en Riau, Arara Abadi tiene concesiones sobre más de 350.000 hectáreas.
La organización ambientalista WALHI (Amigos de la Tierra Indonesia) denuncia que la mayor parte de esas plantaciones de árboles fueron establecidas contraviniendo las leyes indonesias: se ha ignorado la legislación forestal, los monocultivos fueron establecidos en pendientes empinadas que están a un ángulo de más de 30°, en cuencas hidrográficas de gran diversidad biológica y en tierras pertenecientes a las comunidades locales. Los lugareños están perdiendo el derecho a su tierra sin recibir una compensación justa y oportuna, y se vuelven cada vez más pobres al perder el acceso y el control de las riquezas naturales del país.
WALHI considera que la violencia en Suluk Bongkal, Bengkalis-Riau refleja la forma en que se manejan los recursos naturales en Indonesia, una forma que crea aún más conflictos y priva a la población indonesia de recursos esenciales.
El conflicto comenzó en 1984, cuando PT Arara Abadi reclamó la tierra y destruyó 200 tumbas de indígenas Sakai. Desde entonces, el conflicto y la violencia se han intensificado.
El pueblo debe recuperar su soberanía sobre los recursos de los que dependen sus medios de vida. El gobierno debe reestructurar la industria del papel y la celulosa así como revisar las licencias otorgadas para monocultivos de árboles a gran escala. “WALHI exige que el gobierno indonesio retire la licencia a PT Arara Abadi, termine con la violencia contra la gente y con todas las medidas para aislar la aldea, libere a quienes fueron detenidos y devuelva todas las propiedades que fueron robadas a la población”, dice Berry Nahdian Forquan. “WALHI exige también que se tomen fuertes medidas contra los responsables de la violencia.”
“WALHI se opone enérgicamente a toda violencia estatal contra la población con el propósito de defender los intereses de la industria” dice el Director de WALHI. “Esta acción policial y paramilitar constituye una violación de los derechos humanos”, declara.
Alentamos a l@s lector@s a apoyar las demandas de WALHI: que las autoridades estatales se obliguen a garantizar los derechos humanos de la población y a investigar y castigar a los responsables de este crimen; que se le retiren los permisos otorgados a la empresa de plantación en cuestión; y que no se sacrifiquen los derechos de la población por los intereses económicos de las empresas. Para ello, les invitamos a firmar una carta publicada en el sitio web de Rettet den Regenwald:http://www.regenwald.org/international/englisch/protestaktion.php?id=345, que será enviada a las autoridades de Indonesia.
El grupo de trabajo por la democracia, los derechos humanos y la protección del medio ambiente de Indonesia y Timor Oriental, Watch Indonesia!, reclama también “una investigación inmediata de esta nueva violación de los derechos humanos, la indemnización a población local y la garantía de su seguridad y sus derechos, así como el castigo de los responsables de la violencia. Exigimos que los gobiernos europeos examinen sus vínculos con empresas como Sinar Mas, responsables de violaciones de los derechos humanos. El consumo excesivo de Europa es en parte responsable del creciente recurso a la violencia en los conflictos territoriales por el papel, el aceite de palma, el oro y otras materias primas. Sumatra no es el único lugar donde los pueblos están siendo expulsados violentamente para la producción masiva de papel.”
Artículo basado en comunicados de prensa de WALHI, enviados por Ade Fadli,adefadli@walhi.or.id, y de Watch Indonesia!, http://lists.topica.com/lists/indonesia-act@igc.topica.com/read/message.html?sort=t&mid=813357752.