El Parque Nacional Los Haitises, ubicado entre las provincias Samaná, Monte Plata y Hato Mayor, ha sido área protegida desde 1976. Por sus características de bosque húmedo y muy húmedo subtropical no solo constituye un importante santuario para la flora y la fauna nativa del país sino que también es considerado como la muestra más importante de manglar caribeño.
Pero su importancia no solo se debe a sus cualidades como ecosistema que alberga una biodiversidad y recursos culturales extraordinarios y únicos – que lo convierten en hábitat de numerosas especies endémicas en peligro de extinción (como Plagiodontia aediu, Amazona ventralis, Solenodon paradoxu) – sino que tiene una condición muy especial por sus aguas subterráneas que se comunican entre sí, constituyendo una insustituible reserva de agua. En este lugar se encuentran los ríos Payabo, Los Cocos y Naranjo y es también donde desagua el Yuna.
Otro aspecto importante de Los Haitises es su sistema de cavernas donde se han hallado pictografías y petroglifos realizados por los remotos antepasados de la isla y que convierten a la zona en un patrimonio de la humanidad. Para mucha gente que la visita, la experiencia es la de un viaje a la prehistoria.
Pero en la actualidad todos esos valores están en riesgo ya que esa zona sería utilizada para la fabricación de cemento. En el lugar donde confluyen las principales fuentes acuíferas de la zona se está construyendo una cementera, patrocinada por el Consorcio Minero Dominicano.
El proyecto no solo arruinaría la zona de Los Haitises sino que afectaría la salud de los habitantes de los pueblos vecinos, contaminando los ríos Comate, Yabacao, Cambita, Brujuela (subterráneo), Almirante, Casuí, Boyá, Socoa y Sabita, que abastecen más del 50% del agua que se utiliza en el país.
Es por eso que los pobladores de la zona han manifestado su rechazo total al proyecto, cuyos impactos afectarían además la producción de alimentos agrícolas, principal fuente alimenticia de esos poblados. El Movimiento Campesino de la Comunidades Unidas (MCCU) inició una demanda judicial exigiendo que se revoque la licencia que permite la instalación de la cementera. Esto implicó la suspensión de las obras hasta tanto termine el conflicto judicial.
No obstante, por otro lado, el pasado 30 de junio la mayoría de los habitantes de Gonzalo que estuvieron dirigiendo y participando en la lucha por la preservación de Los Haitises y contra la instalación de la cementera, recibieron notificaciones de desalojo, con plazo de 10 días, de los solares que ocupan, alegando que son propiedad del Consejo Estatal del Azúcar (CEA). De acuerdo a las informaciones de las y los campesinos, estas tierras les fueron cedidas y muchos poseen los documentos de préstamo del CEA, mientras que otros iniciaron hace más de 8 años el proceso de solicitud con la institución para la obtención del titulo. Señalan que se trata de una clara actitud de represión por haber participado de manera activa en la lucha contra la cementera.
Además del movimiento campesino existe un movimiento de jóvenes que guitarras en mano acamparon el 16 de mayo en el Distrito Municipal Gonzalo, Provincia de Monte Plata. Desde entonces atraen la atención del país y del mundo cibernético. Desmienten el socorrido mito de que la juventud “no ta de na”. El próximo 19 de julio realizarán un concierto multitudinario con una veintena de los más importantes artistas del país.
El campamento de Gonzalo ha sido una campanada, una acción efervescente, un grito, una esperanza de mucho juego por jugar. Con guitarras y códigos cifrados, los movimientos juveniles contemporáneos practican nuevas formas de movilización social, otras estrategias para enfrentar los desmanes de quienes en nombre del progreso conducen el país al pasado.
El campamento de Gonzalo se convierte en lugar de resistencia, de encuentro y articulación libre para rechazar la cementera de quienes, creyéndose dueños del país, quieren instalarla a sangre y fuego en los Haitises.
Desde el Campamento en Solidaridad con Los Haitises, exigen la derogación de la concesión que permite al Consorcio Minero Dominicano la construcción de la cementera en las cercanías de Los Haitises y exigen que la tierra otorgada al Consorcio sea devuelta a l@s campesin@s que fueron desalojad@s.
Artículo elaborado en base al material enviado por Alexander Mundaray, integrante del movimiento campesino MCCU, e información disponible en la pagina web Ecolucha http://www.ecolucha.org/ y Clave Digital http://clavedigital.com.do/