Madereo industrial
La tala industrial abre bosques para extraer los árboles económicamente más valiosos, dejando tras de sí un rastro de caminos y destrucción. La industria maderera está asociada a menudo con la violencia, la corrupción y la ilegalidad. Los “planes de manejo sostenible”, la tala de “bajo impacto” o “selectiva” y los mecanismos de certificación solo consiguen ocultar y perpetuar esa destrucción.
Desde su primer día en el poder, el gobierno de Bolsonaro intenta desmantelar los derechos constitucionales de los Pueblos Indígenas y quilombolas en Brasil. La pandemia sirve de cobertura para intensificar aún más estos ataques.
Este artículo destaca algunos conceptos que suelen presentarse como positivos pero que en realidad sirven intereses económicos que perjudican a los bosques y comunidades.
La "conmoción" es una reacción común cuando surge una crisis ... o cuando esta sale a la luz. Pero también es una conveniente cortina de humo para los gobiernos, las instituciones financieras y las empresas, detrás de la cual han podido ocultar su responsabilidad en la actual crisis de los bosques.
Es imposible pensar en extracción, sin pensar en una vasta red de infraestructura complementaria y, por tanto, en una deforestación y destrucción incluso más amplia.
La construcción de carreteras, líneas ferroviarias y otra infraestructura que vincula los centros de producción y extracción de recursos con las zonas de consumo, tiene estrecha relación con una planificación elitista, profundamente antidemocrática.
Mientras la destrucción de territorios de bosques continúa, más promesas y programas se llevan a cabo en nombre de “enfrentar la deforestación y el cambio climático”.
Millones de hectáreas de zonas boscosas en Malasia han sido elegidas para desarrollar plantaciones de monocultivos - incluyendo plantaciones forestales -, aunque muchas de ellas aún no se han establecido en su totalidad. Todavía es posible detener la destrucción
La prohibición al cultivo en barbecho de los indígenas Delang supone una amenaza a su soberanía alimentaria y entramado cultural. Esta se da a pesar del evidente rol de las empresas palmícolas en los incendios forestales en Indonesia. Pero los Delang han decidido resistir. (Disponible en indonesio).
De cómo el secretismo y la conspiración en la industria de la palma aceitera son una catástrofe para los bosques de la cuenca del Congo.