Combustibles fósiles
La quema de petróleo, carbón y gas natural está causando un caos climático. La extracción de estos combustibles fósiles y, cada vez más, el uso de energía geotérmica y de biomasa, entre otras, también destruyen medios de subsistencia y bosques. Las empresas del sector energético exigen sistemáticamente a los Estados que repriman con violencia la resistencia de las comunidades. Los combustibles fósiles, en particular, han dejado un rastro de destrucción y opresión violenta, mientras que un pequeño número de empresas han embolsado ganancias astronómicas.
Las comunidades confrontan los desastres impuestos por las corporaciones y las élites desde hace tiempo. Para ellas, la “emergencia” ya era una realidad mucho antes del Covid-19. Sin embargo, aquellos que buscan lucrar abusan de la situación para acaparar más tierras.
Miembros del Comité Asesor del WRM fueron invitados a contribuir en este Boletín especial con reflexiones sobre la situación devastadora de profundización de injusticias que las comunidades del bosque y familias campesinas alrededor del mundo vienen confrontando con la pandemia.
Este editorial busca alertar sobre las agendas de las empresas que dominan los procesos internacionales relacionados con los bosques, los cuales parecen estar entrando en nuevas fases. Las decisiones adoptadas tienen impactos muy reales en las comunidades de los bosques.
La petrolera Shell afirma que es posible hacer que el carbono emitido al conducir un auto sea “neutro”; solo hay que "compensar" las emisiones plantando árboles o invirtiendo en zonas de bosque existentes en otros lugares. Pero, ¿qué está pasando en esos "otros lugares"? (Disponible en indonesio).
Este artículo destaca algunos conceptos que suelen presentarse como positivos pero que en realidad sirven intereses económicos que perjudican a los bosques y comunidades.
Este boletín destaca las amenazas involucradas en la llamada “transición energética” y expone el sucio secreto de expansión exponencial de la minería en el Sur global como consecuencia de la demanda masiva de energía “verde”.
El petróleo explica los cambios climáticos, el intercambio desigual globalizado y los nuevos escenarios de colonización, no obstante, las fronteras petroleras se multiplican y las economías siguen profundamente petrolizadas – incluso bajo su disfraz “verde”.
La Unión Europea persigue el crecimiento a cualquier. Las tecnologías “verdes” necesitan cada vez mayor cantidad y variedad de metales y minerales. Millones en fondos públicos fluyen a través del Banco Europeo de Inversiones a proyectos mineros bajo el velo del “desarrollo”.
La "conmoción" es una reacción común cuando surge una crisis ... o cuando esta sale a la luz. Pero también es una conveniente cortina de humo para los gobiernos, las instituciones financieras y las empresas, detrás de la cual han podido ocultar su responsabilidad en la actual crisis de los bosques.