Semillas de esperanza
“¿Cuáles son las soluciones a la destrucción de los bosques?” “¿Qué alternativas propones?” Preguntas como estas son las que se suelen plantear para anular posibles debates que conduzcan hacia soluciones reales a la deforestación y el caos climático. Sin embargo, los caminos a hacia esas soluciones tendrían que comenzar por poner fin a la embestida contra los pueblos de los bosques y sus formas de vida, y por aprender sobre sus relaciones con sus territorios. Esas comunidades han vivido en y con los bosques y los han protegido por generaciones.
Disponible sólo en inglés e indonesio.
Los indígenas Ngäbe-Buglé soportaron criminalización, masacre y brutal represión para defender su territorio. Lograron que el gobierno de Panamá prohibiera la minería y las hidroeléctricas en su comarca. Sin embargo, otra embestida llegó desde las ONGs conservacionistas.
Una compilación de artículos del boletín del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM) con motivo de la 14va reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio de Diversidad Biológica (CDB) que se celebra del 17 al 29 de noviembre en Sharm El-Sheikh, Egipto
Las prácticas de uso, manejo y cuidado del fuego están siendo identificados por las políticas sobre cambio climático como las causas de la destrucción de los bosques. Sin embrago, el fuego es crucial para asegurar la soberanía alimentaria y cultural de los pueblos del bosque.
La prohibición al cultivo en barbecho de los indígenas Delang supone una amenaza a su soberanía alimentaria y entramado cultural. Esta se da a pesar del evidente rol de las empresas palmícolas en los incendios forestales en Indonesia. Pero los Delang han decidido resistir. (Disponible en indonesio).
En solidaridad con la Jornada Mundial de la Lucha Campesina. Un día para recordar, acentuar y movilizarnos contra la persecución y violencia que las campesinas y campesinos sufren a diario a nivel mundial.
Sistemas de organización comunitaria, enraizados en creencias y concepciones sagradas, orientan las relaciones en Bali, Indonesia, y hacen frente al agronegocio y al mega-turismo.