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El 3 de noviembre únase a la conversación sobre "15 años de REDD: Un mecanismo intrínsecamente corrupto".
Este artículo forma parte de la publicación "15 años de REDD: Un mecanismo intrínsecamente corrupto".
La compensación es una peligrosa distracción de las causas de la crisis climática. Esta falsa solución es la otra cara de la reacción inicial de la industria petrolera a la ciencia del clima: la negación. Los Grandes Contaminadores no inventaron el comercio de carbono. Pero lo han apoyado, presionado y promovido.
En la conferencia climática de la ONU de 2021, el gobierno de Gabón se presentó como campeón de la lucha contra el cambio climático. ¿Llegaría a su fin la extracción de combustibles fósiles en ese país? No. En su base se encuentra un acuerdo firmado con Noruega, productor de combustibles fósiles, el proyecto Grande Mayumba.
La configuración del mecanismo de denuncia ha fracasado sistemáticamente en resolver los reclamos de las comunidades. Pero entonces, ¿por qué existe este mecanismo?
La empresa británica Envirotrade inició un proyecto REDD+ en 2003 que involucró a comunidades de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Gorongosa. En 2018, la empresa abandonó la región, dejando atrás obligaciones incumplidas, deudas con los pobladores y cientos de familias perplejas.
Las ‘concesiones de carbono’ creadas para generar y vender créditos de carbono también están erosionando profundamente las estructuras de las comunidades así como su organización y reproducción comunitaria.
La expansión de los impuestos al carbono con REDD acentúa el fracaso de ponerle precio al carbono.
Letícia Yawanawa, líder indígena de Acre, y Dercy Teles de Carvalho, expresidenta del Sindicato de Trabajadores Rurales de Xapuri y defensora de las "extractivistas", cuentan cómo REDD+ ha afectado la vida de las mujeres en las comunidades que dependen de los bosques.
Entrevista a Tom Goldtooth, de la Red Ambiental Indígena (IEN – Indigenous Environmental Network)
Para que REDD+ funcione tiene que dividir a las personas en clases. Una es la que supuestamente salva a los bosques. Una segunda que supuestamente deja que los bosques mueran cuando no se paga dinero de REDD+. Y una tercera que aplaude los esfuerzos de la primera. Esto es lo que colonialistas y racistas han inventado durante siglos.
El supuesto que subyace detrás de REDD es una mentira peligrosa: que el impacto climático del carbono liberado de la vegetación y el que se libera de la combustión de petróleo, gas o carbón es el mismo.