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La mayoría de los bosques de la Cuenca del Congo han sido divididos en concesiones, áreas de conservación y uso de la comunidad, pero la gran parte de los bosques de África central está bajo concesiones forestales industriales. Las comunidades que dependen de los bosques han sido excluidas totalmente de los procesos de toma de decisiones.
En 2013, la República Centroafricana se vio inmersa en un conflicto que ha costado más de 5.000 vidas y ha desplazado a más de un millón de personas. Cuando el grupo insurgente Seleka tomó el poder en un sangriento golpe de Estado, los rebeldes Seleka fueron enviados a los bosques tropicales del país. Allí establecieron lucrativos acuerdos con las empresas madereras, que ayudaron a financiar una encarnizada campaña de violencia contra la población del país.
Un video de la ONG Global Witness, la cual visitó numerosas comunidades de la República Democrática del Congo directamente afectadas por la industria maderera, muestra la realidad de estas concesiones. En gran medida la historia es la misma en todos lados. Desde que las compañías madereras comenzaron a funcionar, las comunidades no han visto efectos positivos, los recursos de los que dependen se han vuelto escasos y los ríos se están secando.
Cientos de personas están detenidas en Indonesia por haber reclamado sus derechos sobre sus tierras, bosques y otros recursos, mientras resisten el desalojo y el acaparamiento de tierras. La realidad es que la Ley Forestal de Indonesia para la Prevención y Erradicación de la Destrucción del Bosque, aparentemente destinada a proteger los bosques de la delincuencia organizada y el maderero ilegal, se utiliza, en cambio, para criminalizar a Pueblos Indígenas y comunidades locales.
Amigos, En Durban, Sudafrica, tendrá lugar el próximo 10 de setiembre una marcha en protesta por la expansión de los monocultivos industriales de árboles, que destruyen ecosistemas y biodiversidad, se apropian de territorios y  recursos de las comunidades e impactan en la salud de la población al contaminar tierras, ríos, humedales, lago, océanos y aire a través de las industrias globales de madera, pellets, pulpa y papel.
Aunque existe un creciente reconocimiento internacional del papel que cumplen los bosques en la soberanía alimentaria de las poblaciones que dependen de los bosques, la deforestación está haciendo desaparecer grandes cantidades de plantas medicinales y altamente nutritivas. Es el caso de Benin, donde el 12% de los hogares han perdido la soberanía alimentaria, el 38% de las plantas medicinales han desaparecido y predomina la desnutrición.
Desde el 2004, a través de la RedManglar Internacional - que aglutina a comunidades, organizaciones, académicos, científicos y activistas preocupados en la defensa de los bosques de mangle – cada 26 de Julio se celebra a los manglares, recordando su importancia como fuente de vida, de protección y de sustento para los pueblos y comunidades costeras, así como su identidad como territorio, tradición y cultura.
La construcción de tres mega represas en Malasia ha desplazado a decenas de miles de personas que fueron forzadas a trasladarse a zonas de reasentamiento. Un impresionante vídeo de la organización The Borneo Projectrevela la terrible realidad del plan de construir doce represas más en la región de Sarawak, que desplazará a muchos miles de personas.
A lo largo de la costa atlántica de Honduras, las comunidades afro caribeñas garífunas se ven amenazadas por propuestas de creación de proyectos mega-turísticos y ciudades gestionadas por corporaciones, a menudo conocidas como “ciudades modelo”, además del creciente interés de los narcotraficantes y las plantaciones de palma africana en invadir y hacer uso de sus territorios. Como consecuencia de ello, las comunidades garífunas están siendo forzadas a abandonar sus tierras.
¿Qué significa “netas” para el Banco Mundial? Un artículo del diario “La Jornada” de México advierte sobre la problemática de las llamadas “emisiones netas cero”, un concepto fuertemente promulgado en un reciente informe del Banco Mundial.
El pasado mes de abril se aprobó en Brasil el uso comercial de eucaliptos transgénicos, a pesar de la fuerte resistencia local y la evidencia de que los eucaliptos transgénicos aumentan los impactos de las plantaciones industriales. Ésta es la primera aprobación de árboles transgénicos en América Latina. La solicitud provino de FuturaGene, una subsidiaria de la empresa de papel y celulosa Suzano. FuturaGene afirma que debido a que sus árboles transgénicos crecen más rápido, también absorben más dióxido de carbono.