Artículos del boletín

A través de diversas vías, el Banco Mundial es uno de los mayores y más poderosos impulsores del modelo de monocultivos forestales que prevalece actualmente. La Corporación Financiera Internacional (CFI), que forma parte del Grupo Banco Mundial y tiene como cometido específico la promoción de inversiones del sector privado en países "pobres", ha estado invirtiendo directamente en proyectos vinculados a plantaciones forestales, como ser en Kenia y Brasil.
Los incendios intencionales, los monocultivos forestales y la minería constituyen causas directas de la deforestación en Indonesia. Además, los derechos tradicionales de los pueblos indígenas sobre sus territorios son ignorados. Como consecuencia, las otrora vastas y exuberantes selvas del país están desapareciendo y, de acuerdo con dos recientes estudios independientes, la tasa de deforestación es mayor que la que las autoridades están dispuestas a admitir.
Varias ONGs -entre las cuales el Borneo Resources Institute (BRIMAS), Sahabat Alam Malaysia (Amigos de la Tierra), SACCESS, Keruan Association Sarawak, Centre for Orang Asli Concerned (COAC) y EPSM/CETDEM- asistieron al primer encuentro consultivo del Consejo Nacional Malasio de Certificación de la Madera (NTCC) realizado del 18 al 21 de octubre pasados en Kuala Lumpur.
Durante años el proyecto de la represa de Bakun ha generado gran preocupación entre las ONGs ambientalistas y sociales y las organizaciones de pueblos indígenas en Sarawak y en todo el mundo. Las mismas se han opuesto desde siempre a este megaproyecto por resultar perjudicial para los bosques primarios remanentes de Sarawak que se encuentran en el área de inundación y para los pueblos indígenas que allí habitan (ver Boletines 2, 9 y 24 del WRM).
Tan sólo un 3% de la densa selva tropical que alguna vez existió en Filipinas está hoy todavía en pie y menos del 1% del bosque se encuentra en estado prístino (ver Boletín 27 del WRM). La Provincia de Aurora, que se localiza entre las montañas de la Sierra Madre y el Océano Pacífico constituye una excepción, puesto que a diferencia del resto del país, mantiene todavía más del 50% de la cobertura forestal original, incluyendo porciones de bosque primario. A lo largo de la costa se extienden 430 hectáreas de manglares.
Los bosques son árboles. Los bosques son biodiversidad. Los bosques son flora y fauna. Los bosques son tierra. Sin embargo, los bosques son también política. El desarrollo implica la tala de los bosques. La conservación significa más y más consultorías. La protección significa una brecha cada vez mayor entre el bosque y las comunidades. En relación con la temática forestal, el contexto imperante en Sri Lanka no es muy diferente de esta realidad.
En la Región Huétar Norte de Costa Rica, el bosque natural se ha reducido a las tierras bajas del río San Juan en la frontera con Nicaragua. Lo que antes fue un extenso bosque tropical de más de 200.000 hectáreas es ahora una superficie de apenas 30.000 hectáreas de bosques fragmentados y en su mayoría severamente cortados.
Organizaciones sociales, gremiales, indígenas y ambientalistas de Bolivia han condenado enérgicamente y encarado acciones para enfrentar dos recientes decretos promulgados por el gobierno, por los cuales se garantizan las actividades de corta ilegal que realizan ciertas empresas en detrimento de los bosques del país y de su gente.
Casi cincuenta años después que sus territorios tradicionales les fueran usurpados y la mayor parte de su población diezmada por fuerzas militares, en el pasado mes de agosto el pueblo indígena Pataxó decidió recuperar sus tierras y tomó el Parque Nacional Monte Pascoal (ver Boletín 28 del WRM).
Como es sabido, Brasil es uno de los países más ricos en del mundo en materia de bosques. Además de la Amazonia, cuya mayor superficie se encuentra en este país, en Brasil se encuentran otros valiosos ecosistemas forestales, como la mata atlántica y el cerrado, o con importante presencia de árboles, como el pantanal y la caatinga. Sin embargo, como también es sabido, la diversidad de bosques del Brasil está seriamente amenazada por un proceso aparentemente incontrolable de saqueo y destrucción.
En un nuevo capítulo de su aparentemente interminable lucha por defender sus derechos territoriales, un grupo de 200 indígenas U'wa -incluyendo mujeres, niños y ancianos- estableció el pasado 14 de noviembre un campamento permanente en el lugar donde se encuentra el pozo petrolero Gibraltar 1 de Occidental Petroleum. El propósito de esta acción es bloquear el anunciado inicio de la perforación prevista, evitando así que la Madre Tierra sea profanada. Se espera que en los próximos días se sumen al grupo cientos de U'wa y de otras personas que los apoyan.
El megaproyecto de la represa hidroeléctrica de Urrá en el Río Sinú, en el Departamento de Córdoba de la región atlántica de Colombia, ha provocado preocupación y generado resistencia desde su propio inicio en 1977. El pueblo indígena Embera Katio, ancestral morador del área afectada, que vive de la caza y la pesca y cuyos medios de vida y existencia se ven seriamente amenazados por este proyecto, está librando una desigual batalla contra la compañía Urrá y, a la vez, contra el gobierno colombiano que abiertamente la apoya.