Artículos del boletín

El contexto pacífico y la estratégica ubicación geográfica de Zambia, combinados con una desesperada avidez por recibir inversión extranjera directa, posicionan al país en la primera línea de la embestida mundial por el acaparamiento de recursos, la crisis del capital mundial y la capitalización del cambio climático.
El Programa de Desarrollo de Infraestructura para África (PIDA, por sus siglas en inglés) fue adoptado en 2012 con el objetivo de conectar la infraestructura de los sistemas de energía, transporte, agua y comunicación del continente. Pero ¿qué tipo de infraestructura necesita realmente “África” ​​y quién llega a tener más acceso con esa iniciativa? Este artículo analiza las represas hidroeléctricas propuestas en PIDA.
Los proyectos de monocultivos industriales de árboles en Mozambique están ganando cada vez más espacio en el proceso de adquisición y disputa de tierras. La empresa portuguesa Portucel tiene un plan de "reforestación" hasta 2026 que pretende cubrir 356 mil hectáreas.
En los últimos años, la población de orugas del árbol de mopane - que se encuentran en las franjas aisladas de densos bosques en las partes más secas de Zimbabue, como la aldea de Mazwi - ha ido disminuyendo, lo que supone una amenaza para los medios de subsistencia locales y la soberanía alimentaria.
Este artículo brinda un panorama general de la amenaza que plantea la expansión de las plantaciones industriales de árboles en los países del este y sur de África, sus causas externas así como los problemas que provoca esta expansión a las comunidades locales afectadas que luchan por defender sus tierras y formas de vida y sustento.
De una forma u otra, los derechos - derechos sobre la tierra y el territorio, derechos humanos, derechos de las mujeres, derechos de los pueblos, derechos de la naturaleza, etc.- han cumplido un papel importante desde hace ya un largo tiempo en las luchas locales de resistencia, los movimientos sociales y los grupos y organizaciones de apoyo. Entonces, ¿por qué sentimos ahora que es importante enfocar un boletín del WRM en este tema?
En agosto de 1838, un joven llamado Frederick Bailey escapó de la esclavitud en Baltimore, en la costa este de los Estados Unidos. Menos de tres semanas después, caminando por la que sería su nueva ciudad natal, New Bedford, Massachusetts, vio una pila de carbón que habían dejado tirada en la calle frente a una casa. Bailey ofreció sus servicios para cargarla y guardarla de manera segura. Una vez terminado el trabajo, la señora de la casa puso en su mano dos monedas de plata de cincuenta centavos de dólar.
“El fundamento del pensamiento crítico, entonces, está en la disconformidad con el estado de cosas existentes y en la búsqueda de alternativas, a partir de caracterizaciones de la situación presente, cuyas causas pueden, evidentemente, ser buscadas en el pasado” (1) in memorian Hector Alimonda
Desde la ratificación del Convenio 169 de la OIT en 1995, los pueblos indígenas en Honduras hemos exigido la creación de un mecanismo de consulta para la obtención del Consentimiento, Previo, Libre e Informado (CPLI), ante la avalancha de planes, programas y proyectos de “desarrollo” que colocan en peligro la sobrevivencia de nuestros pueblos como culturas diferenciadas.
Entrevista a Roberto Liebgott, coordinador de la Regional Sur del Consejo Indigenista Misionero (CIMI) de Brasil. WRM: La forma en que Brasil reconoce los derechos indígenas en la ley ha sido un ejemplo para otros países del mundo y ha servido de inspiración para los pueblos indígenas y sus luchas en otros países. ¿Qué destacarías de esto?
En África Occidental y Central existen diversas formas radicalmente diferentes en términos de tiempo y espacio de cómo las personas se organizan y relacionan con la tierra. Esto es un reflejo de las numerosas formas de tenencia consuetudinaria que interactúan y se superponen entre sí y con la ley estatal. Este artículo destaca las reflexiones de cuatro activistas de África Occidental y Central.