Artículos del boletín

El mes pasado estuve en Bangkok, en una reunión sobre los mercados de carbono en el sudeste asiático. Resultaba irónico estar discutiendo sobre una falsa solución al cambio climático mientras grandes extensiones de Tailandia estaban bajo agua y la inundación amenazaba la capital.
La semana próxima tendrá lugar en Mali una conferencia internacional campesina para detener el acaparamiento de tierras. Organizada por La Vía Campesina, su objetivo es escuchar y aprender lo que opinan campesinos y campesinas locales, principalmente de los países africanos, sobre el acaparamiento de tierras, así como aunar esfuerzos para oponerse a ese proceso y elaborar las estrategias futuras.
El Estado de Acre, en la Amazonía brasileña, se hizo conocido en todo el mundo a finales de los años 1980 por la lucha por justicia social y ambiental de Chico Mendes. Estos últimos años, el Estado ganó destaque nuevamente en Brasil y en el ámbito internacional, pero de una forma bastante diferente. Se trata de la propaganda en torno a un modelo ‘verde' de desarrollo, impulsado por un ‘gobierno del bosque' y basado en el llamado ‘manejo sustentable' del bosque y en la venta de servicios ambientales. Hoy se cuenta una historia positiva y ‘verde' de este Estado.
Los nuevos mecanismos de REDD y REDD+ creados en el debate sobre el cambio climático han contribuido a aumentar la mercantilización de los bosques, dado que esos sistemas asociados a la mitigación del clima y a sistemas de manejo forestal permiten mayor movilidad e intercambios a través de países y continentes, dicen Kanchi Kohli y Manju Menon, de la organización india Kalpavriksh, en la reciente publicación “Banking on Forests: Assets for a Climate Cure?”
Hace miles de años que en especial las mujeres, pero también los hombres, de diferentes pueblos en las más diversas partes del mundo, han garantizado la soberanía alimentaria, basándose en la biodiversidad de las regiones donde viven. Con sabiduría, supieron distinguir y utilizar semillas, raíces, frutas, hojas, árboles, arbustos, plantas medicinales, animales, peces y mucho más.
La soberanía alimentaria, que pone su centro en la autonomía local, los mercados locales y la acción comunitaria e incorpora aspectos como la reforma agraria, el control territorial, la biodiversidad, la cooperación, la salud y muchos otros temas vinculados a la producción de alimentos, se convierte en un proceso de resistencia popular. Y, como ya dijéramos en el Boletín 115, la conceptualización de la soberanía alimentaria no solamente está inmersa en los movimientos sociales que impulsan esas luchas sino que les permite aglutinarse en torno a un acuerdo común de objetivos y acciones.
Desde el año 1997 publicamos mensualmente el boletín electrónico del WRM. En la actualidad el boletín es enviado en cuatro idiomas a más de 15000 suscriptor@s. Este mes damos inicio a una encuesta para evaluarlo, con el objetivo de mejorarlo y lograr que cumpla de la mejor manera su cometido de ser una plataforma de información de ida y vuelta y una herramienta para las luchas de las comunidades.
El 21 de septiembre pasado, en ocasión del Día Internacional de Lucha Contra los Monocultivos de Árboles, 21 de septiembre, organizaciones socioambientales de África, América Latina, Asia y Europa se reunieron en Montevideo, Uruguay, para intercambiar conocimientos y experiencias de resistencia a los impactos de las plantaciones de árboles. Como resultado de la reunión se divulgó una Declaración que puede ser leída en http://www.wrm.org.uy/plantaciones/21_set/2011/Declaracion.html
Les recordamos que estamos en facebook enhttps://www.facebook.com/WorldRainforestMovement Entre otras cosas, allí podrán ver fotos de la última reunión internacional del WRM así como de la salida de campo y todas las novedades que irán alimentando el sitio.
Los monocultivos en gran escala para la producción de alimentos han sido introducidos, junto a "paquetes tecnológicos" de la "revolución verde" que, a lo largo de los años, han envenenado y empobrecido la biodiversidad, afectando en especial a las mujeres, porque ellas son, en muchas comunidades alrededor del mundo, las principales responsables de velar por la salud, el abastecimiento de agua y la producción de alimentos- actividades muy vinculadas a la conservación de la biodiversidad.
En África hay una historia que ha perdurado a lo largo de los años sobre una mujer de Malí de nombre Nyéléni, quien desafió el poder patriarcal desde la agricultura, considerada una tarea de hombres. Además de superar a los hombres en numerosas competencias agrícolas, Nyéléni venció también la aridez del territorio y logró domesticar cultivos como el fonio y el samio, que permitieron alimentar a toda la población de Malí.
“Vengo de una familia que tiene a la semilla como una cosa sagrada. En el tiempo de mi padre, los vecinos dormían tranquilos, porque sabían que mi padre tenía semilla segura para plantar”. (Agricultor familiar - Paraíba)