Robo legal de tierras
En la mayoría de los países con bosques tropicales, los gobiernos mantienen el legado colonial que declaraba al Estado como propietario de las tierras. Esto ha permitido a los gobiernos conceder legalmente tierras a inversores privados, a menudo violando la propiedad consuetudinaria de la tierra de las comunidades. El resultado es la continua expansión de las actividades empresariales que destruyen los bosques.
El Pueblo Balik sufrirá los impactos del megaproyecto pensado para construir una Nueva Ciudad Capital en Borneo, Indonesia. Sin duda, los funcionarios gubernamentales y las élites empresariales del país se encuentran entre quienes se beneficiarán. (Disponible en indonesio).
La falsa idea de que las plantaciones industriales son una solución a la crisis climática es una oportunidad excelente para fondos de inversión como Arbaro, que acceden al escaso financiamiento climático para expandir destructivos monocultivos.
La Cumbre de la ONU sobre Usurpación de Tierras, celebrada en Glasgow, dejó en claro una vez más que estos espacios nunca promoverán las existentes soluciones a la crisis climática.
La región Sangha está bajo el control absoluto de tres concesiones con orígenes en la época colonial, que hacen uso de guardias armados para impedir que las poblaciones del bosque utilicen sus tierras.
Los autos eléctricos se han convertido en el símbolo de la economía ‘baja en carbono’. Con frecuencia se minimizan los impactos negativos de la extracción de minerales y metales que requieren, a pesar que son miles de lugares de extracción y una infraestructura muy dañina.
Si bien el concepto de las “Soluciones basadas en la naturaleza” fue acogido con entusiasmo por industrias contaminantes, instituciones financieras y gobiernos, su origen está en otro lado.