A continuación se presenta la exposición de Mia Siscawati -punto focal para Asia- durante la sesión plenaria final del Taller Global, el día 22 de enero:
Artículos del boletín
Dado que el Taller arrojo como resultado un largo documento, que incluye un importante número de recomendaciones, no le hemos incluido en el boletín. Los interesados pueden encontrarlo en la pagina web del WRM, en la sección Causas subyacentes de la deforestación (Taller Global/Informe del Taller Global). En la pagina web esta también disponible la mayor parte de la documentación preparatoria y la producida durante los talleres regionales y el taller de pueblos indígenas.
Lo que a continuación se presenta es el informe síntesis preparado como documento de base para el Taller Global sobre Causas Subyacentes de la Deforestación y la Degradación de los Bosques, realizado en Costa Rica entre el 18 y el 22 de enero, bajo el lema “Una visión de las causas subyacentes identificadas, las similitudes, las diferencias y posibles caminos hacia adelante”.
Una de las principales razones que explican por qué las plantaciones forestales a gran escala son promovidas a nivel global, en tanto enfrentan una gran oposición a nivel local, es la manipulación de los conceptos y de la información dirigidos al público desinformado. Los árboles -cualquiera sea- son presentados como sinónimos de bosques y la mayoría de la gente percibe, con razón, a los bosques como algo bueno y necesario para la Humanidad.
De acuerdo con los investigadores británicos James Fairhead y Melissa Leach, la respuesta a la pregunta del título es negativa. En su reciente libro en inglés “Reframing Deforestation, Global Analysis and Local Realities: Studies in West Africa” (“Reformulando la deforestación. Análisis global y realidades locales.
El IIED (Instituto Internacional para el Ambiente y el Desarrollo, por su sigla en inglés) acaba de publicar un informe acerca de los bosques y la política forestal en Ghana, titulado "Falling into Place" (Encajando en su lugar) producido en colaboración con el Ministerio de Tierras y Bosques de ese país. Entre sus autores se encuentran Nii Ashie Kotey, Johnny Francois, JGK Owusu, Raphael Yeboah, Kojo S. Amanor y Lawrence Antwi.
Tal como sucede en muchos otros países, Gambia está sufriendo un proceso de degradación de sus bosques, el cual implica la sustitución del bosque nativo por especies introducidas. Sin embargo, no se trata aquí de la situación usual, en la cual las compañías plantadoras sustituyen bosques naturales por monocultivos de eucalipto, pino o palma aceitera. En este caso, el villano es un árbol “bueno”, introducido al país por inmigrantes provenientes de la India: el “neem” (Azadirachta indica).
Forest-Americas es una lista para activistas de los bosques en América Central, del Norte y del Sur, que desean trabajar conjuntamente para la protección de los bosques, enfrentando las crecientes amenazas planteadas por la liberalización del comercio y la globalización del mercado de la madera. El propósito de la lista es de ayudar a los activistas a crear redes más amplias con el fin de compartir información y desarrollar estrategias en conjunto.
En ediciones anteriores del Boletín hemos informado sobre la expansión de monocultivos forestales y de la industria de la pulpa y el papel en Vietnam, siguiendo un esquema que no contempla las necesidades de los agricultores y los aldeanos, ni tampoco de la economía nacional en el largo plazo (Boletín 7, diciembre de 1997; Boletín 15, setiembre de 1998).
Tal vez por primera vez desde la independencia de Indonesia, las autoridades de Sumatra Occidental convocaron a 120 personas de Mentawai a negociar con el gobierno local en Padang. Se trata de líderes comunales, figuras religiosas y jefes de aldea provenientes de la entera cadena de islas de Mentawai, ubicada al oeste de Sumatra.
En octubre de este año Sahabat Alam Malaysia (Amigos de la Tierra/Malasia) realizó una salida de campo en Sarawak con la finalidad de entrevistar a Dayak Ibans afectados por la represa hidroeléctrica de Batang Ai, que motivó su relocalización en distritos vecinos a lo largo de la década pasada.
La industria de la pulpa y el papel, que perdió una serie de batallas con campesinos que se oponían tanto a las plantaciones como a las fábricas de pulpa en Tailandia, ahora está presionando al gobierno para que dé su aprobación a la expansión de las plantaciones de eucaliptos. La Asociación Tailandesa de Celulosa está sugiriendo al Ministerio de Agricultura enmendar la actual ley forestal, que pone un freno a la plantación de eucaliptos. Su razonamiento es sencillo: “la ley debería reconocer que el eucalipto es una planta económica”.