Artículos del boletín

La destrucción de la Amazonia está íntimamente ligada a la violencia que los pueblos indígenas y las comunidades locales han sufrido a lo largo de la historia a manos de los grandes terratenientes y con la conformidad de las autoridades. El 22 de febrero ppdo. la oficina europea del WRM envió sendas cartas a autoridades brasileñas expresando su preocupación por los asaltos y asesinatos que ocurrieron recientemente contra integrantes del pueblos indígena Macuxi en el estado de Roraima. La carta dice:
El pasado enero la Prof. Wangari Maathai, una de las más notorias ecofeministas y luchadoras por la democracia en Africa, y otros activistas keniatas fueron atacados por matones mientras manifestaban pacíficamente en las afueras de Nairobi contra la privatización del Bosque de Karura. El día 2 de febrero James Orengo, David Mwenje y John Makanga fueron arrestados por la policía. En la víspera el Presidente Moi se había pronunciado a favor de la privatización de dicha zona.
El 12 de enero de este año los Penans de Long Sayan y Long Belok construyeron barricadas en puntos estratégicos de la carretera para evitar que la empresa Lajung Lumber S.Bhd siguiera con la tala de sus bosques comunales, luego de que la misma se rehusara a escuchar sus demandas. En octubre de 1997 Lajung Lumber había firmado un acuerdo con los Penans para hacer cortas en áreas preestablecidas de sus bosques comunales.
Indonesia está sufriendo un acelerado proceso de plantación de palma aceitera. Se espera que la actual superficie de 3.200.000 hectáreas aumente a una tasa de 300.000 hectáreas anuales. Dado que estos monocultivos invaden territorios originalmente ocupados por bosques y generalmente habitados por pueblos indígenas y comunidades locales, su expansión consituye un significativo problema ambiental y social. Ya se han denunciado muchos casos de conflictos en relación con el uso del territorio y los recursos naturales (ver Boletines nros. 14 y 15 del WRM).
Las selvas de Indonesia sufren periódicamente incendios pavorosos. Entre 1982 y 1983 severos incendios destruyeron 3,5 millones de hectáreas de bosque en Kalimantan. Están todavía frescos en nuestra memoria los enormes fuegos que a fines de 1997 devastaron millones de hectáreas de bosques en ese país, con consecuencias que afectaron a la totalidad del Sudeste asiático.
Un grupo de redes de organizaciones de pueblos indígenas y ONGs de Indonesia está organizando el “Congreso de los Pueblos Indígenas del Archipiélago – Un desafió para las posiciones de los Pueblos Indígenas y del Estado”, que tendrá lugar entre el 15 y el 22 de marzo próximos en Jakarta, Indonesia.
Durante años organizaciones ambientalistas y de Derechos Humanos han criticado duramente a Freeport –una gigantesca compañía minera, con base en EE.UU.- debido a sus actividades contaminantes durante la extracción de cobre y oro en Irian Jaya (Indonesia) y en Bougainville y Ok Tedi (Papua Nueva Guinea). La empresa se vio también envuelta en casos de violencia en perjuicio de campesinos Ekari, con la complicidad de las autoridades (ver Boletines del WRM nros. 7 y 8).
En varios países del mundo se han generado conflictos entre la protección de los parques nacionales y la conservación de la vida silvestre por un lado, y la defensa de los derechos de los pueblos que viven en esas áreas por otro. El modelo hegemónico oficial de conservación tiene una visión de la naturaleza como compuesta por hermosos espacios, pero vacíos. Ignora que el uso sustentable que la mayoría de las comunidades locales hacen en estas zonas es la mejor garantía para la conservación. El problema es especialmente importante en países con una alta densidad de población rural.
Los manglares son humedades ricos en biodiversidad, que están sufriendo una depredación severa en todo el mundo. En Sri Lanka los manglares están asociados a 22 cuerpos de agua salobre, conocidas a nivel local como lagunas. Si bien la superficie ocupada por los manglares en todo el país no supera las 12.000 hectáreas, la misma es de un gran valor dado que alberga especies y asociaciones vegetales muy poco comunes, en diferentes zonas climáticas. Además la pesca en estas lagunas constituye el medio de vida para más de 120.000 habitantes de la costa.
En tiempos del Imperio, Japón invadió China para expandir su poder en el Lejano Oriente. Hoy en día, cuando los tiempos de guerra en esa región ya han pasado, un nuevo tipo de invasión amenaza al territorio chino: el de las plantaciones forestales asociadas a los Mecanismos de Desarrollo Limpio (CDM, por su sigla en inglés) bajo el Protocolo de Kyoto.
Al tiempo que forestadores japoneses están ocupando el territorio chino con plantaciones, China está haciendo negocios en el extranejro en el sector papelero. Kunming Electro-Chemical Plant (KECP), empresa con sede en la provincia china de Yunnan, en diciembre pasado firmó un contrato con el Ministerio de Industria de Myanmar para renovar la planta de soda cáustica y cloro de la fábrica de papel Sittoung Paper Mill No.1, ubicada en el estado de Mon. La fábrica fue instalada en 1992 y entró en actividad en 1994.
De acuerdo con información recibida del Frente Nacional por los Bosques de Costa Rica –una coalición de ONGs sociales y ambientalistas- una manifestación pacífica que se realizó el pasado 19 de febrero en el cruce de la carretera Puerto Jiménez con la Interamericana para llamar la atención al público y a la prensa sobre la grave situación de los bosques de la Península de Osa, fue violentamente reprimida por la guardia rural de la zona.