Artículos del boletín

  El árbol de caucho, también conocido como hule, pertenece al género Hevea y es originario de América del Sur. Dentro de las especies de este género la Hevea brasilensis es la que comúnmente se explota de manera industrial.
(Photo: Greenpeace International) El manglar, en su condición de bosque, podría ser considerado como el bosque tropical más olvidado o invisible del planeta. Y sus habitantes, los más olvidados e invisibles entre las poblaciones que dependen directamente de los bosques para su supervivencia.
En junio de 2013, en Monterrico, Guatemala, delegados de Brasil, Cuba, México, El Salvador, Honduras, Perú, Venezuela y Guatemala celebraron la VI Reunión del Consejo Directivo de la Redmanglar Internacional para la Defensa de los Territorios Marinos Costeros y la Vida Comunitaria.
La comunidad de Isla Chicales, ubicada en Nueva Concepción Escuintla, se compone de unas 140 familias que directa e indirectamente se benefician de la pesca y otros bienes del ecosistema manglar. Desde hace varios años, cuando se percataron de la degradación del ecosistema, implementaron acciones y medidas para su conservación, como la auto-regulación comunitaria de la pesca y de la cacería, y la reforestación de mangle en áreas alteradas.
Las costas de Brasil se encuentran gravemente amenazadas por una serie de mega emprendimientos. Privatización de los cuerpos de agua, concesión de las aguas públicas gratuitamente a grandes consumidores, instalación de piscinas para la implementación de criaderos de peces, son algunas de las acciones que ponen en peligro los manglares y la vida de los pueblos.
(Photo: C-Condem) Durante muchos años las “décimas” han sido herramienta de protesta de los pueblos negros del Ecuador, que aún mantienen viva la tradición de los poetas “decimeros” cuando denuncian el atropello sufrido por su pueblo frente a los sistemas ambiciosos de poder, como el de la industria camaronera y otros emprendimientos industriales que destruyen el manglar. Linver Nazareno dedica esta “décima” a las mujeres que habitan el manglar, en homenaje al trabajo que enfrentan a diario.
Hace más de 20 años que la industria camaronera alcanzó su auge a partir de la cría de camarón en granjas camaroneras, causando graves impactos en los manglares así como innumerables violaciones a los derechos humanos de los pueblos del manglar. La Sociedad Sueca para la Conservación de la Naturaleza (SSNC, por su sigla en inglés) lanzó en 2011 la campaña ANTISCAMPI), con el objetivo de incidir en un cambio de comportamiento en el consumo de langostinos, camarones y gambas en Suecia.
Según Los manglares del mundo 1980-2005 (FAO 2007), Indonesia posee la mayor superficie de manglares del mundo con relación a la extensión de la región. Sin embargo, el estado de esos manglares se ha deteriorado año a año, tanto en calidad como en cantidad. En 1982, los bosques de mangles de Indonesia cubrían una superficie de 4,25 millones de hectáreas, mientras que en 2009 se estimaba que no llegaban a 1,99 millones de hectáreas (KIARA, 2010).
(Photo: SSNC) Los patrones negativos de acaparamiento de tierra e intimidación registrados por un equipo de investigadores de, la Sociedad Sueca por la Conservación de la Naturaleza (SSNC) en las áreas de cría de camarón en los alrededores de Khulna, afectan claramente a familias enteras cuyas tierras y medios de subsistencia han quedado destruidos.
El efecto del acaparamiento de tierras por parte de los proyectos de conservación es raramente contemplado en el debate actual sobre “acaparamiento de tierras” global. En Tanzania, donde alrededor del 40% de la superficie terrestre del país se encuentra bajo alguna forma de protección ambiental, las zonas de conservación han aumentado en forma sostenida desde tiempos coloniales, llevando a la pérdida de tierras y de acceso para los pequeños agricultores, pastores y pescadores.
Las noticias que llegan de Europa o de Estados Unidos describen un escenario de crisis económico-financiera grave, con escaso o nulo crecimiento de la economía, con falta de inversiones y altas tasas de desempleo. Pero desde que comenzó esta crisis - hace aproximadamente cinco años - también vemos un intenso proceso cada vez mayor de inversiones en tierras y plantaciones de monocultivos de árboles y otros cultivos en Latinoamérica, África y Asia, mediante varios fondos de inversiones, provenientes, en su mayoría, de los países industrializados del Norte en crisis.