Artículos del boletín

El noventa y siete por ciento del territorio de Papua Nueva Guinea (PNG) continúa siendo tierra tradicional de propiedad de los pueblos que la habitan, que voluntariamente entregan el 3% al gobierno para la construcción de escuelas y otros edificios públicos. Esta tierra exuberante, donde viven más de 700 pueblos cultural y físicamente diferentes, cada uno con su propio idioma y cultura tradicional, solía tener propietarios de tierras tradicionales que efectuaban un manejo sustentable del bosque con poca interferencia externa.
Durante años los activistas de los bosques han centrado su atención (y con razón) en el papel que juega el Banco Mundial en la destrucción de los bosques. Esos esfuerzos han servido en cierta medida para que se introdujeran una serie de cambios positivos en las políticas del Banco, que al menos han significado una mejora en su préstamos.
Los bosques densos y húmedos de la República Centroafricana cubren aproximadamente cuatro millones de hectáreas. Si bien el país ha mantenido acuerdos de préstamo con el FMI que se remontan a la década de los 80, la presión aumentó cuando la República Centroafricana firmó un préstamo a tres años por US$ 66 millones con el FMI en 1998. El FMI ha promovido que el país aumente la explotación de sus recursos forestales y minerales.
Desde 1983, Ghana ha estado instrumentando programas de ajustes estructurales del FMI centrados en el crecimiento orientado a las exportaciones, lo que ha incluido medidas para devaluar la moneda y eliminar distintas barreras al comercio. Si bien esto ha determinado ganancias econ�micas importantes, tambi�n ha significado graves consecuencias perjudiciales para los bosques tropicales y para los pueblos que habitan en los bosques de esta naci�n del occidente de �frica.
Llamada la "tierra prometida de los naturalistas" por el explorador francés Phillippe de Commerson en 1771, Madagascar es uno de los países con mayor riqueza ecológica del mundo. Esta isla del tamaño de Texas alberga doce mil especies, el 80 por ciento de las cuales son endémicas, y no existen en otro lugar. Recientemente se descubrieron nueve especies nuevas de lémur en Madagascar, colocando al país en segundo lugar después de Brasil por la cantidad de primates que tiene allá su hogar.
Existe un proyecto en curso para la construcción de varias carreteras en el estado de Kachin a cambio de grandes concesiones de madereo. Si bien la mejora y ampliación de la infraestructura del estado de Kachin es muy necesaria, el impacto de este acuerdo sobre el medio ambiente podría resultar desastroso.
La extracción de resina de los árboles tiene una larga historia en el sudeste asiático. La práctica tradicional implica hacer un orificio en la base del tronco y usar fuego para estimular un flujo continuo. La resina de Camboya se comercia en toda Indochina y hacia otras partes del sudeste de Asia y China.
Como informáramos en nuestro último boletín (diciembre de 2001), la posibilidad de una moratoria del madereo se perfilaba sobre el horizonte de la industria maderera camboyana, que previamente había intentado un "proceso de reestructura voluntario" que demostró ser un fracaso.
El año pasado la Vietnam Paper Corporation (Vinapimex) anunció un plan ambicioso para ampliar la industria de la celulosa y el papel en Vietnam. Con un costo total de más de US$ 1.000 millones, el plan involucra 15 nuevos proyectos de producción de pulpa y papel. Si se construyeran todos estos proyectos, la capacidad de producción anual de papel de Vinapimex se elevaría de las 171.000 toneladas actuales a 419.000 toneladas.
Las operaciones mineras en Papua Nueva Guinea (PNG) forman parte de la política respaldada por el FMI que abre el país a las inversiones extranjeras para la explotación no sustentable de recursos naturales orientada a la exportación. Los antecedentes graves de actividades mineras incluyen inundaciones de bosques y hogares causadas por el vertido de rocas de desecho y niveles de mercurio en el río Ajkwa cuatro veces superiores al máximo permitido de 0,001 mg/l (Boletín 7 del WRM, diciembre de 1997).
El madereo industrial es la causa principal de la pérdida de bosques en todo el trópico. Es el punto de partida de un proceso que lleva a la destrucción final de los bosques y a su sustitución por cultivos agrícolas, cría de ganado o plantaciones de monocultivos de árboles. Estos son hechos reconocidos y respaldados por evidencias más que suficientes.
En Camerún, como en muchos otros países del sur, se está viviendo un proceso de deforestación causado directa e indirectamente por el madereo industrial intensivo. Este proceso es fomentado por lo general por reformas políticas o préstamos de la Unión Europea, del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial de Comercio para la construcción de megaproyectos, como carreteras o represas.